El Grupo Caridad
Francesco Frías tiene veinticinco años y hace tres que combina los estudios universitarios con su voluntariado en el Grupo Caridad, asociación dedicada a la protección de animales. Francesco trabaja en los albergues que la organización mantiene, alimentando y bañando a los animales, limpiando los locales y recibiendo a las personas interesadas en adoptarlos. Actualmente es administrador de un nuevo refugio en Punta Negra, que se habilitó en respuesta a la cantidad de animales damnificados por los huaicos. “Ha sido un trabajo supersacrificado. Hemos tenido que ser bastante perseverantes y constantes, porque los animales no estaban en avenidas o lugares céntricos, sino en las zonas por donde pasó el huaico”, relata. “Hemos encontrado muchos en estado crítico, con las patas fracturadas, desorientados, llenos de pulgas”.
La página de Facebook del Grupo Caridad, que es muy activo y constantemente publica casos de animales desaparecidos o en adopción, lanzó una convocatoria apenas se supo de los huaicos. Durante los primeros tres días ya habían obtenido la respuesta de cuatrocientos voluntarios, y también recibieron el apoyo de la veterinaria Mar de Colas, en Surco, que trató a perros y gatos lastimados.
Fueron ciento diez los rescatados, entre animales de granja, perros y gatos. Los primeros se reubicaron, y los animales domésticos se han repartido entre los tres albergues del Grupo Caridad, en Punta Negra, Cieneguilla y Carabayllo. “En total, tenemos doscientos cuarenta animales en nuestro poder. Ya estamos a nuestro tope”, dice Francesco. Ahora toca alimentarlos –para lo cual siguen aceptando donaciones– y promover su adopción. El trabajo será arduo. ¿Por qué lo hacen? “Porque nos encanta ayudar y ver a los animales bien”, contesta Francesco, sin dudar.