El 19 de noviembre se celebró el quinto aniversario del fallecimiento de Cayetana Martínez de Irujo, duquesa de Alba. Sin embargo, tras la publicación del libro “De Cayetana a Cayetano”, las relaciones entre los miembros de la Casa de Alba se han debilitado.
Al parecer los hijos de la duquesa de Alba no pasan por su mejor momento familiar.
El adiós a la duquesa de Alba
Durante la mañana del 20 de noviembre de 2014, se vio ingresar a la residencia de los Martínez de Irujo, el Palacio de Dueñas en Sevilla, al sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez Dalp -quien ha sido durante muchos años el clérigo cercano a la familia de Alba-, para rezar por el fallecimiento de la difunta Cayetana de Alba. En el recuerdo queda cuando, tras el anuncio de su muerte, sus seis hijos llegaron junto con el viudo, Alfonso Díez, al Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla, donde sucedió la velación, para luego dirigirse a la Catedral de Sevilla para celebrar funeral, en la que estuvieron presentes más de dos mil personas para darle el último adiós a quien fue catorce veces Grande de España.
Relaciones rotas
Hoy, a cinco de años de su muerte, la situación ha cambiado en la Casa de Alba. La familia ya no se reúne en los salones del palacio de Liria, en Madrid, para las cena de Navidad y, de acuerdo con los últimos reportes de España, es casi improbable que los miembros de la familia se reúnan para las fiestas de fin de año.
¿La razón? El libro publicado en agosto pasado por Cayetano Martínez de Irujo, titulado “De Cayetano a Cayetana” (2019), el cual -según sus palabras-, es “un relato sincero” sobre la relación existente entre sus hermanos, así como los traumas y disputas de su familia. “Los tres mayores [Carlos, actual duque de Alba; Alfonso y Jacobo] me han quitado todo. Fue una reacción que yo no esperaba ni en el peor de los sueños», dijo Martínez de Irujo, en diversas entrevistas tras la publicación del libro.
Ausencias notables
En esta última misa de aniversario, organizada por Cayetano -quien asegura en su libro que su madre dejó una carta en la que disponía que él estaría al frente de los negocios familiares-, y que fue celebrada en la capilla sevillana del palacio de Dueñas, ninguno de los miembros de la familia asistió a la misa de honras. Uno de ellos, Fernando Martínez de Irujo, fue el único que dio los motivos de su ausencia: “No puedo ir porque tengo una reunión de trabajo muy importante”.
Tras el término de la misa de honras -que volvió a ser oficiado por el sacerdote Ignacio Sánchez Dalp-, la prensa le preguntó a Cayetano qué pensaba de la ausencia de su familia: “Bueno, no puedo decir nada, aquí es donde se enterró mi madre», dijo el penúltimo hijo de los Martínez de Irujo.