La primera edición del año llega con un análisis profundo y actual de las razones y consecuencias del anuncio de los duques de Sussex, Harry y Meghan, en uno de los capítulos más complejos para la monarquía europea. El quiebre de la tradición, acusaciones de racismo y sus cuestionadas finanzas dan lugar a la peor crisis de la corona británica desde el divorcio de Carlos y Diana, y ocupan nuestra nota de portada.
Por Redacción COSAS
Sobre el título de duques de Sussex:
Aunque Harry y Meghan han manifestado que creen en la monarquía y que su vínculo con la reina es inquebrantable, para poder llevar a cabo dicho propósito necesitan mantener su título de duques de Sussex, el mismo que les fue otorgado por la monarca en el día de su casamiento. Este título les da el status de “Altezas Reales”, pero en el contrato que ya se negocia, se les podría pedir que renuncien voluntariamente a ese honor y que mantengan el título como cortesía. Sin embargo, ello los haría descender en la línea de sucesión al trono por debajo de Beatriz y Eugenia de York, hijas del príncipe Andrés. Otro escenario es que la monarquía se muestre menos severa y les permita segur siendo considerados Altezas Reales.
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Las nuevas obligaciones:
Sería considerado muy anticuado que la Familia Real le cortara a la pareja la oportunidad de seguir honrando a la reina Isabel II. Una alternativa sería que ambos mantengan el patronazgo de las entidades benéficas que representan en nombre de la Corona. Además, seguirían asistiendo a los eventos familiares e institucionales de la familia Windsor. Sobre el resto de sus antiguas obligaciones como miembros de la realeza, estas dejarían de tener efecto, quedando en el aire el hecho que los duques de Sussex fueron nombrados presidente y vicepresidenta de la Commonwealth Trust por la reina, una organización que ayuda a los jóvenes alrededor del planeta para lograr que el mundo sea un lugar mejor. ¿Mantendrán dicha gracia en este nuevo escenario?
Antecedentes en favor de los Sussex:
Esta figura de emancipación tampoco es que sea extraña al interior de la realeza. En la actualidad, las princesas Beatriz y Eugenia de York y el príncipe Michael de Kent, realizan trabajos fuera de sus deberes reales. Ellos no reciben dinero de la monarquía, por lo que solo se les pide que cumplan asistiendo a eventos anuales junto a la reina. La diferencia radica en el hecho que Harry y Meghan son figuras de alto perfil con más de 200 compromisos anuales, lo que complica un tanto su situación al tener que prescindir de la presencia de ambos.
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¿Qué es ser financieramente independiente?
El cómo se resolverá este punto en concreto, es una de las mayores interrogantes de cara a esta reunión. Si la pareja decide vivir de su propio trabajo, tendrían que ganarse la vida en actividades como promoción comercial de productos, entrar en tratos con editoriales para vender sus biografías, producir sus propios contenidos para tv o redes sociales, etc… El abanico es amplio.
La seguridad personal
Siendo Harry y Meghan la pareja mediática del momento, es un hecho real el que necesiten de un cuerpo de seguridad para la vida diaria. En los viejos tiempos, su seguridad anual como miembros de la Casa Real era sufragada del bolsillo de los contribuyentes. La misma, podía llegar a costar US$ 1 millón 448 mil, suma que ambos tendrían que asumir por su cuenta una vez emancipados.
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Foto: @kensingtonroyal