Antes que la crisis estallara, el futuro rey de Inglaterra hizo desembolsos millonarios para comodidad de su hijo y su nuera.
Por Redacción COSAS
La molestia del príncipe Carlos viene por el hecho de haber gastado grandes sumas de dinero –y en secreto- para poder complacer a su hijo Harry y su esposa Meghan, a fin que tuvieran una estancia mucho más confortable junto a la realeza. El noble echó mano de los ingentes recursos provenientes del ducado de Cornualles para apoyar a los duques de Sussex y tenerlos felices en el Reino Unido ni bien se casaron, ya que Meghan Markle se había mudado desde Toronto, Canadá, y el objetivo era que tuvieran una estancia más que confortable, con grandes lujos para hacerlos sentir dichosos todo el tiempo.
Los costos de la indignación
Según el diario The Sun, el príncipe Carlos les habría entregado anualmente, y de su propia fortuna, aproximadamente unos US$ 3 millones 300 mil; ello adicionalmente a los US$ 2 millones 500 mil que ya percibían por derecho propio cada año del ducado de Cornualles. Otros gastos adicionales lo fueron el financiamiento de la boda de Harry y Meghan en mayo de 2018, cuyos costos están estimados en unos US$ 33 millones.
“Hay mucho dolor dado que el príncipe de Gales ha hecho todo lo posible para ayudar a su hijo, a quien ama mucho, y a apoyar a su nuera», dijo una fuente anónima al diario Evening Standard. Y no es para menos, ya que los deseos de emancipación de la pareja habrían caído como una traición hacia el noble, que tantos patrimonios había empeñado para evitar un final como este.
Este lunes padre e hijo se reunieron por primera vez desde que se desató la crisis de abdicación en Sandringham House. La reina Isabel II y el príncipe William también estuvieron presentes, mientras que Meghan estuvo comunicada por videoconferencia para apoyar a su esposo desde Vancouver, donde se encuentra con su hijo Archie.