Una nueva biografía real titulada «Battle of Brothers» revela que el príncipe William, conocido por su carácter responsable y disciplinado, esconde una personalidad iracunda. El libro escrito por Robert Lacey, que saldrá a la venta este mes, revela también otros pasajes que dejan mal parado al duque de Cambridge.
Por Redacción COSAS
Desde que la reina Elizabeth II convocó a una reunión a su hijo, el príncipe Charles y a los príncipes William y Harry para discutir los términos en los que se llevaría a cabo el famoso Megxit, poco se ha sabido sobre los acuerdos que se discutieron ese día. Al menos hasta ahora, que un nuevo libro podría revelar los pormenores de aquel encuentro que se llevó a cabo el 13 de enero en la residencia de Sandringham. No obstante, esos no serían los únicos detalles familiares que saldrían a la luz con este libro.
«Battle of Brothers: William, Harry and the Inside Story of a Family in Tumult» se publicará el próximo 15 de octubre y ya está dando mucho que hablar. Se trata del nuevo libro del historiador británico Robert Lacey, quien anteriormente ha escrito la biografía de la monarca, además de ser escritor de la serie de Netflix, «The Crown».
La furia de William
Según publicó la revista «Tatler», Robert contará varios aspectos de la relación de William y Harry. Desde que eran niños hasta que Meghan Markle llegó a sus vidas, así como su progresiva separación hasta la reunión de último momento en Sandringham. Pero algo hay más. Después de su renuncia a la Corona, el duque de Sussex fue percibido como el rebelde de la Familia Real británica. Su nueva vida en Estados Unidos con la no menos polémica Meghan Markle ha sido, incluso, percibida como una provocación a Su Majestad, sin mencionar la lista de escándalos que lo mantuvieron en el ojo de la tormenta desde su adolescencia.
Sin embargo, la más reciente biografía de los hermanos Windsor muestra que «el obediente William» también tiene un lado oscuro. Un nuevo adelanto publicado por el «Daily Mail» descubre esta faceta poco conocida del hijo mayor del príncipe de Gales y heredero al trono. Así, Lacey describe distintos ataques de ira protagonizados por William. Entre ellos, narra el episodio que tuvo con su madre en 1995 después de una entrevista que la princesa Diana le concedió a la BBC. Durante el reportaje, Lady Di reconoció que en su matrimonio eran tres, para contar cómo se había enamorado de James Hewitt. William tenía trece años y después de ver el programa se sintió profundamente traicionado.
El escritor detalla lo sucedido: «Se desató el infierno. Estaba furioso. Le reprochó que había hablado mal de su padre, que cómo había mencionado a Hewitt. Gritaba y lloraba. Cuando Diana intentó abrazarlo, él la apartó de un empujón.
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Al día siguiente, se disculpó por haber perdido los papeles y le regaló un ramo de flores». Lacey desliza que estos momentos de furia son parte de la personalidad de William desde la adolescencia hasta la actualidad.
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El príncipe Charles también conocería de primera mano la ira del futuro rey. En 2005, Camilla de Cornwall le confesó a sus amigos íntimos esta faceta desagradable del primogénito. «Según ella, las disputas eran estremecedoras, con William gritando y Charles sometiéndose dócilmente. En el universo del príncipe todo debe ser perfecto o tal como él lo ordena. Si su padre o alguna persona de su entorno no está a la altura de su exigencia, suele salirse de sus casillas», se lee en el libro.
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Afición a la bebida
Pero Robert Lacey va más allá y responsabiliza directamente al príncipe William por los períodos de consumo de alcohol y drogas de Harry. El biógrafo asegura que fue el duque de Cambridge quien lo introdujo en ese ambiente bohemio que él ya disfrutaba. Asimismo, asegura que lo dejó solo en el peor momento, cuando se tomó un año sabático sin reparar en el sufrimiento de su hermano menor.
El autor de «Battle of Brothers» afirma que el gusto por el alcohol es una afición que comparten los dos por igual aunque los medios hayan exacerbado los hábitos de Harry y ocultado los escándalos de William, quien todavía conserva la imagen de perfección y responsabilidad ante el público.