Negligencia. Ese es el calificativo que utilizó el Duque de Sussex, el príncipe Harry, para describir la falta de ayuda de la Familia Real a su mujer cuando esta más lo necesitaba.
Por Redacción COSAS
Conversando con Oprah Winfrey para la serie documental de Apple TV+, “The Me You Can’t See”, el príncipe Harry dijo que su esposa, Meghan Markle, no actuó sobre sus ideas suicidas porque tenía miedo de lastimarlo.
Además, ha dicho que la historia que vivió su madre se estaba repitiendo con su mujer. Recordó que cuando su esposa pidió ayuda porque «no quería seguir viviendo», la Corona actuó con desidia.
Épocas duras
Harry compartió que Meghan le dijo que estaba pensando en suicidarse justo antes de que estuvieran programados para asistir a un evento de caridad en el Royal Albert Hall de Londres.
Durante su embarazo del pequeño Archie, la Duquesa de Sussex se encontraba en una lucha constante contra sus pensamientos. Pero, nunca actuó sobre ellos por una razón: no podía hacerle eso a Harry.
«Lo que le impidió llevarlo a cabo fue lo injusto que sería para mí después de todo lo que le había pasado a mi madre y ahora estar en una posición de perder a otra mujer en mi vida, con un bebé dentro de ella, nuestro bebé», dijo.
«Lo más aterrador para ella fue su claridad de pensamiento. No había ‘perdido la cabeza’. No estaba loca. No se automedicaba, ya sea con pastillas o con alcohol. Estaba absolutamente sobria. Estaba completamente cuerda. Sin embargo, en el silencio de la noche, estos pensamientos la despertaron».
Entre la espada y la pared
Una situación realmente complicada, Harry explicó la imposibilidad de su situación. A pesar de los pensamientos que aquejaban a Meghan, no tenían la opción de tomarse un día por el que dirán los medios. «No había una opción para decir, ‘¿Sabes qué? Esta noche no vamos a ir’. Porque imagina las historias que surgen de eso».
«Estoy algo avergonzado de la forma en que lo manejé», dijo. «Y, por supuesto, debido al sistema en el que estábamos y las responsabilidades y los deberes que teníamos, tuvimos un abrazo rápido, y luego tuvimos que cambiarnos y saltar en un convoy con una escolta policial y conducir hasta el Royal Albert Hall para un evento de caridad y luego salir a una pared de cámaras y fingir que todo está bien».
Ese día en el Royal Albert Hall, cuando las luces se apagaron, Meghan rompía en llanto. Hace tan solo unas horas había revelado a su esposo, estando embarazada, que no quería seguir viviendo. Y ahora se encontraba en un evento de caridad, actuando como si todo estuviese okay.
Una historia que no podía repetirse
Aparentemente, esa fue la gota derramó el vaso. La decisión del ‘Megxit’ fue tomada para evitar que la historia de Lady Di se repitiera con Meghan.
«¿Cuánto tiene que empeorar hasta que me permitan hacer esto?. Ella iba a terminar con su vida. No debería llegar a eso», relata durante el primer capítulo del documental.
«Ahora mira lo que ha pasado. Todo vuelve a la misma gente, al mismo modelo de negocio, a la misma industria. No van a parar hasta que ella (Meghan) muera» dice sin hacer referencias concretas.
Y, viendo el impacto positivo que la salida del Reino Unido ha tenido sobre la pareja, es difícil objetar su decisión. No más hostigamiento de los tabloides, ni protocolos reales. Ahora los Sussex desarrollan sus vidas en Los Ángeles, incursionan en nuevos negocios, siguen sus proyectos filantrópicos y, lo mejor de todo, esperan la llegada de un nuevo miembro de la familia.
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