En una boda que parece sacada de los cuentos, el heredero al trono de los zares, el gran duque Jorge de Rusia, contrajo matrimonio con la italiana Rebecca Bettarini, quien ahora se llamará Victoria Románova tras su conversión a la religión ortodoxa. La trascendencia de este evento es invaluable; ya que, por primera vez, en más de un siglo, se celebra una boda de un miembro de la dinastía Romanov. 

Por Redacción COSAS

La ceremonia se ha llevado a cabo en la catedral de San Isaac, corazón de la antigua capital imperial. Jorge de Rusia, heredero del último Zar ejecutado con su familia por los bolcheviques en 1918 ha sellado una unión que muy probablemente le permita continuar con la dinastía a través del tiempo. 

Foto: GETTY IMAGES.

A esta gran ceremonia han asistido diversos reyes de Europa. Sin embargo, Rebecca y todos los detalles entorno a ella, han sido los verdaderos protagonistas que se han robado la atención de diversos medios de comunicación en el mundo. 

El vestido y los anillos de Fabergé: El “look” de Rebecca 

La princesa Victoria, como se la conoce ahora a Rebecca, a raíz de su matrimonio con Jorge Romanov, ha lucido un vestido con una espectacular capa con cola de seis metros, a la medida de este histórico día. El vestido se trata de una creación clásica de Reem Acra, una diseñadora libanesa que ha vestido a diferentes celebrities del mundo. Por su parte,  la capa y la cola son creación de la diseñadora rusa Elina Samarina.

Foto: GETTY IMAGES.

Honrando la tradición de los zares, los novios intercambiaron anillos diseñados por Fabergé, la famosa firma de joyería rusa que ha fabricado los anillos y joyas, en general, de esta legendaria familia de realeza. Por ejemplo, los anillos de boda que recibieron Xenia y Olga – hermanas del último emperador de Rusia, el zar Nicolás II- fueron fabricados por Fabergé. 

La tiara Lacis: Espectacular joya de 440 diamantes 

 

Creada recientemente por Chaumet, la tiara de Lacis, que usa la novia Rebecca, está inspirada en la forma del tradicional tocado kokoshnik ruso. Por su forma que recuerda a una velga desplegada por el viento, es un homenaje a la base naval de San Petersburgo, donde sirve su esposo, el gran duque heredero de los Romanov.

La espectacular joya es una auténtica virguería de la artesanía, engastada con dos diamantes de gran claridad, uno ovalado de 5,02 kilates y otro en forma de pera de 2,21 que junto a los 438 diamantes en pavé suman más de 27 kilates. 

Chaumet es la joyería de cabecera de reyes y emperatrices. Fue el joyero oficial de Napoleón y la emperatriz Josefina. Asimismo, la tatarabuela del Gran Duque Jorge de Rusia fue una asidua clienta de Chaumet. 

Cuestión de tradición 

La gran duquesa María Pávlovna y Guillermo de Suecia el día de su boda, en 1908. FOTO: VANITY FAIRS.

Cabe resaltar que la gran mayoría de estas joyas, adornos y vestimenta son parte de la tradición impuesta por la dinastía Romanov. Todas estas especificaciones fueron impartidas y dejadas como legado por María Pávlona, la gran duquesa quien se casó en 1908 en la Villa de los Zares de San Petesburgo. 

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