Enamorados y cada vez más ilusionados, Ernesto de Hannover y su nueva conquista disfrutan juntos del otoño en Madrid.
Por Diana Montalvo
El príncipe se ve más feliz que nunca, después de pasar años difíciles. Tuvo un tiempo muy duro por el enfrentamiento con su hijo mayor, con el que pronto tendrá que encontrarse ante el Tribunal de la capital de Baja Sajonia. Asimismo, como se sabe, ha tenido tropiezos con la ley, problemas de salud y escándalos. Pero ahora, el aún esposo de Carolina de Mónaco, no parece el mismo hombre. Puede que haya encontrado la felicidad entre el amor a Claudia Stilianopoulos y los momentos felices como padre y abuelo.
¿Y de quién se trata este nuevo amor? Pues de la hija de la socialité Pitita Ridruejo. Asimismo, es un abuelo muy dedicado a sus nietos, a los que llena de cariño y un padre divertido que comparte tiempo de calidad en familia. El príncipe ha dado en su vida un giro de 360º, pues gracias a unos amigos en común, conoció a Claudia, la famosa escultora que tiene cuarenta y ocho años y es madre de dos hijas.
Sobre el nuevo amor de Ernesto de Hannover
Se sabe que llevan tan solo tres meses juntos, pero las fotografías que han salido a la luz estos días, son una clara muestra de que esta nueva pareja está realmente complementada. Ellos se han vuelto inseparables. Han pasado de tener citas secretas a disfrutar juntos del otoño en Madrid como una pareja oficial de enamorados.
Sin embargo, aunque la pareja aparentemente recién ha comenzado su romance, el príncipe ya conocía a la familia Stilianopoulos. Mike Stilianopoulos, padre de Claudia, era embajador de Filipinas en Londres y después en España, donde se jubiló. En ese entonces, el diplomático tenía relación con muchas familias europeas, donde por supuesto estaban incluidos los Hannover. Con esta gran cercanía, el futuro de esta pareja parece prometedor.
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