Con lágrimas en los ojos, el rey Carlos III aseguró que continuará con el legado que dejó su madre, la reina Elizabeth II.
Por Daniella Bejarano
El rey Carlos III, acompañado de la reina consorte Camilla, acudió este lunes al Parlamento británico para participar de una moción de condolencias por la muerte de la reina Elizabeth II, quien falleció el pasado jueves en su residencia de Balmoral.
La ceremonia tuvo como escenario el llamado Westminster Hall, el edificio más antiguo de la sede parlamentaria, y ha sido la primera vez que Carlos se ha dirigido ante los miembros del parlamento como monarca. Cabe resaltar que el acto contó con la presencia de diversas personalidades políticas como la primera ministra Liz Truzz y el líder de la oposición Keir Starmer. Además, también acudieron los exprimeros ministros Boris Johnson y Theresa May.
La ceremonia
Procedente del Palacio de Buckingham, el rey Carlos III llegó a la sede parlamentaria acompañado de su esposa, Camilla. Tras recorrer el pasillo del Westminster Hall, ambos tomaron asiento para escuchar las sinceras palabras de John McFall, miembro de la Cámara de los Lores, quien describió a Elizabeth II como una «madre amada» que será «profundamente extrañada» por Carlos III. También, destacó algunas cualidades de la fallecida reina y la describió como una persona alegre.
En tanto, Linday Hoyle, presidenta de la Cámara de los Comunes, se dirigió directamente al rey: «Por más profundo que sepamos que es nuestro dolor, sabemos que el tuyo lo es más», y agregó que «ser rey y llevar una corona es más importante para lo que la ven que para los que la llevan».
Conmovido y casi conteniendo sus lágrimas, el rey Carlos III agradeció las sinceras condolencias por parte del Parlamento y confirmó nuevamente lo dicho en su primer discurso como rey de Inglaterra, el tener siempre muy presente a su madre durante su reinado.
«Cuando la reina era muy joven, se comprometió a servir a su país y a mantener a los preciados principios del gobierno constitucional que se encuentran en el corazón de nuestras naciones. Este voto lo mantuvo con devoción insuperable. Ella dio ejemplo de deber desinteresado y, con la ayuda de Dios y su consejo, estoy dispuesto a seguir fielmente», sentenció.
Al término de su intervención, todos los presentes se pusieron de pie para cantar el «God Save the King», en el cual muy emocionado, el rey dio las gracias asintiendo con la cabeza y regalándoles a todos una pequeña sonrisa.