Quien fuera conocido como «Príncipe Turbo» en su juventud, Federico de Dinamarca avanza despacio hacia el trono de su país.

Por Sergio Herrera

La muerte de la Reina Elizabeth II tuvo reacciones diversas en todo el mundo. Pero fue en Dinamarca, donde tuvo un impacto muy peculiar. La soberana de este país, Margarita II, se convirtió en la única reina reinante y la más longeva de los monarcas europeos. En consecuencia, su hijo mayor, el príncipe Federico pasó a ser el heredero que más años lleva aguardando ser Rey.

De esta forma, Federico de Dinamarca le arrebató este puesto a Carlos III, el ex heredero al trono británico que esperó siete décadas para convertirse en monarca. Federico y Carlos comparten caminos tumultuosos que debieron afrontar para llegar al trono.

Federico vivía traumado por convertirse en Rey

Margarita de Dinamarca

Recientemente, la reina Margarita II, cumplió su Jubileo de Oro, una celebración eclipsada por el repentino fallecimiento de Elizabeth II.

Ya desde su infancia, Federico de Dinamarca sentía el peso que significaba la corona. En 2018, se emitió un documental por sus 50 años que recogió la siguiente declaración. «Vi mi vida apagarse, y que de pronto tendría que comportarme como un completo adulto. Fue muy incómodo. Sobre todo, porque no había mucha gente que pudiera explicarme lo que eso suponía», confesó el príncipe. En otras ocasiones, había admitido que la sola idea de convertirse en Rey le parecía «grande, intimidatoria, oscura, sombría y desagradable».

Durante su juventud, se vio envuelto en una serie de escándalos que reflejaban su angustia. El más sonado se dio en el Año Nuevo de 1992. Esa noche, la policía de Copenhague detuvo cerca del Palacio Real a una pareja por conducir de forma temeraria. Las pruebas resultantes de alcoholemia arrojaron resultados positivos y los daneses quedaron consternados al revelarse la verdad: uno de los detenidos era el príncipe Federico.

La vergüenza nacional fue tan grande que el parlamento y la prensa llegaron a exigirle la renuncia a sus derechos sobre el trono en favor de su hermano menor, el príncipe Joaquín. Para poner paños fríos en la situación, la reina Margarita decidió enviar al heredero a estudiar a la Universidad de Harvard.

«El príncipe Turbo»

Federico y Mary

El príncipe Federico ,su esposa Mary Donaldson y sus mellizos recién nacidos, Vicente y Josefina, 2011.

En los años posteriores, el príncipe Federico se haría conocido por su afición a los autos deportivos y las motos. Como parte de dicho estilo de vida frenético, se hizo varios tatuajes e incluso, llegó a actuar como DJ en una emisora radial.

Aunque con su llegada a la madurez, Federico adoptó hábitos más saludables como los deportes. Ha corrido varias maratones y participado en expediciones de trineos en Groenlandia. Para 2013, había completado su primer Ironman, una modalidad extrema de triatlón que incluye un recorrido impresionante: cuatro kilómetros a nado, 180 en bicicleta y una maratón final.

Estas incursiones en la vida sana y su matrimonio con la abogada australiana Mary Donaldson le ayudaron a «sentar cabeza». Hoy, es un padre de cuatro hijos, respetado por la mayoría de la sociedad danesa. Aunque se le critica su bajo nivel intelectual, sobre todo cuando se le compara con su madre, quien domina varios idiomas, ciencias políticas y cuenta con sensibilidad artística. No obstante, Federico continúa siendo bien visto en su país y se descarta una posible abdicación de la Reina Margarita II.

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