Ayer, se estrenaron los dos primeros capítulos del podcast Corinna y el rey, donde la examante del rey Juan Carlos da su versión de su relación amorosa.
Por Sergio Herrera
Corinna Larsen participa en los dos primeros capítulos de un podcast titulado “Corinna y el rey”. En el programa se cuenta los entretelones de su relación con el rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón. Para empezar, Larsen desmiente la teoría de que la relación fue solo “una aventura”. “Nunca me había sentido con nadie tan vinculada como con el rey de España. En mi corazón era mi marido”, declara la empresaria.
En los dos primeros episodios, titulados La Casita: Juan Carlos I y la velada de casa y Vivir del cuento: muerte, democracia y bolsas de dinero, Larsen relata los primeros días de su noviazgo con la ayuda de una narradora y el apoyo de entrevistas al historiador Paul Preston y la periodista Laurence Debray, que han escrito sobre el rey emérito de España. Así, el público conoce cómo Juan Carlos y Corinna se encontraban en el antiguo pabellón de caza de Francisco Franco en la finca de El Pardo. El punto de encuentro se encontraba solo a 20 minutos del Palacio de la Zarzuela, donde el Rey residía con la Reina Sofía. Asimismo, se hace un repasado sobre cómo la infancia y la educación del Rey moldearon su futura ambición por el dinero.
¿Cómo se conocieron el Rey y Corinna?
Al inicio, Corinna Larsen asegura que se negó a tener una relación con el Rey porque no quería “formar parte de un harén”.
El primer contacto entre Don Juan Carlos y Corinna Larsen se produjo en febrero de 2004. Fue en una cena previa a una cacería en la finca del duque de Westminster en Sierra Morena, una cordillera del sur de España. Al día siguiente, a pesar que el Rey no tuvo mucha fortuna cazando, Corinna lo animaba constantemente. “¡Choca esos cinco!”, asegura que le decía al entonces monarca para celebrar sus aciertos disparando.
Este encuentro inicial dio comienzo a una relación telefónica que, en un primer momento, no pasó del asesoramiento que Corinna le daba al Rey para renovar su colección de armas. Sin embargo, Don Juan Carlos comenzó a llamarla con asiduidad a las oficinas de Apollonia Associates, su consultora en Londres. Las charlas sobre armas pronto comenzaron a derivar hacia temas personales y, mientras Corinna no estaba en la oficina, el Rey le decía a las asistentes de ella que la buscaba el “Señor Summer” (acrónimo, de “Su Majestad, el Rey”). Era una nombre en clave, pero se dice que “la voz retumbante y distintiva” del monarca español era inconfundible.
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