Conoce la inmensa finca, propiedad de la familia real desde el siglo XIX, donde el rey Charles III está recibiendo su tratamiento contra el cáncer. 

Por Daniella Bejarano 

Tras el comunicado de la Casa Real británica sobre el estado de salud del rey Charles III, Su Majestad tomó un helicóptero rumbo a Sandringham, lugar de retiro de cuatro generaciones de monarcas. Allí es donde ha sido visto por primera vez luego de hacerse público su diagnóstico de cáncer. Acompañado de la reina Camilla, asistían juntos a misa.

El Charles III y la reina Camilla paseando por la finca de Sandringham

La histórica finca de Sandringham, el nuevo refugio de Charles III

Ubicada en el condado de Norfolk, es una enorme mansión de estilo jacobino construida por Edward VII y la reina Alexandra, la cual alberga auténticos tesoros de la era victoriana. Con un área de juego infantil, la iglesia de St. Mary Magdalene y unos jardines diseñados por Geoffrey Delecoe, el rey reposa en un lugar donde encuentra privacidad, tranquilidad y muchas áreas verdes.

Cabe resaltar que gran parte de este terreno de 8000 hectáreas, a excepción de la casa privada, se encuentra abierta al público. Este lugar le pertenece a la familia real británica desde 1862, y junto con el castillo de Balmoral, ninguna forma parte de los bienes del Estado. Por ello, cuando en 1936 Edward VIII abdica como rey, esta mansión no pasa al nuevo monarca, su hermano George VI, motivo por el cuál tuvo que comprárselas a su antecesor para que ambas propiedades sigan siendo parte de la historia de los Windsor.

La finca le pertenece a la familia real desde el siglo XIX

Además, Sandringham era la residencia favorita de la recordada reina Elizabeth II y el lugar de encuentro de los Windsor cada navidad. También, fue escenario de grandes celebraciones familiares como el bautismo de la princesa Charlotte, e incluso fue ahí donde se acordó la renuncia del príncipe Harry y Meghan Markle a sus obligaciones reales.

El actual jefe de Estado escogió este lugar para llevar su tratamiento por la tranquilidad que le brinda tanto a él, como a su esposa, la reina Camilla. Además, Su Alteza Real es un amante de la jardinería y la naturaleza, incluso se dice que en su momento, el monarca quería poner en marcha un camping de lujo con tiendas de campaña estilo safari.

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