El artista Mateo Liébana presentó su quinto mural en el bar restaurante Tragaluz, de Augusto Baertl, en Miraflores. “Más que un mural, es una suerte de performance que hago todos los años –comenta Mateo–. Pinto mientras la gente almuerza o cena. Es una obra viva que nunca termina. Año a año va cambiando”.