La creciente popularidad de productos como las bebidas de colágeno bovino y las patatas fritas de carne señala el resurgir de una tendencia alimentaria que prioriza lo animal sobre las alternativas veganas

Por: Redacción COSAS

En medio de un mercado global que se inclina cada vez más hacia dietas veganas y basadas en plantas, una nueva tendencia está emergiendo con fuerza: el retorno de los productos de origen animal. Las innovaciones como las patatas fritas proteicas de Wilde, hechas con pechuga de pollo, claras de huevo y caldo de huesos, marcan el inicio de una posible revolución posvegana que desafía las normas de la dieta saludable.

El retorno de los productos de origen animal y los nuevos productos hechos con carne «real» vienen acompañados de un creciente escepticismo hacia los alimentos ultraprocesados.

El mercado de alimentos fue testigo de un auge en las opciones veganas, especialmente en proteínas derivadas de plantas. Sin embargo, con la llegada de productos como las patatas fritas de Wilde, el panorama está cambiando. A diferencia de las típicas patatas fritas, estas no están hechas de papas, sino de “ingredientes reales, que incluyen pechuga de pollo, clara de huevo y caldo de huesos”. Este tipo de snacks, que cumplen con requisitos de bienestar como ser paleo, cetogénicos y libres de gluten, representan una clara reacción a las alternativas basadas en plantas, ahora cuestionadas por su autenticidad.

“Las empresas basadas en plantas se sienten poco auténticas debido a la lista de ingredientes absurda”, declaró Andrea Hernández, fundadora de Snaxshot . El consumo creciente de estos productos se está viendo impulsado por la tendencia a buscar alimentos más naturales y menos procesados, algo que no siempre se asocia con los alimentos veganos, a menudo cargados de agentes aglutinantes y otros aditivos.

La nutrición detrás de la tendencia carnívora

Este resurgir de los alimentos de origen animal no solo se debe a un cambio en los gustos, sino también a preocupaciones sobre la salud. La Dra. Zia Stratos, directora de nutrición en The Galen Clinic en Londres, señala que “mucha gente se volvió estrictamente vegana y se sintió peor por ello”. A lo largo de su carrera, observó a pacientes que, tras adoptar dietas veganas estrictas, sufrieron fatiga, falta de concentración, deficiencias vitamínicas y desequilibrios hormonales. La proteína animal, según Stratos, es crucial para mantener la saciedad y evitar los antojos.

Gwyneth Paltrow ha dicho que ocasionalmente come carne de res alimentada con pasto, aunque anteriormente evitó hacerlo durante 20 años.

Eleanor Hoath, nutricionista principal de la tienda de bienestar Healf, también destaca que “la gente se está desilusionando con el veganismo debido a los desafíos para satisfacer las necesidades nutricionales”. El cambio en los hábitos dietéticos de la población está llevando a muchos a reconsiderar su consumo de carne como una forma más eficiente de satisfacer sus necesidades proteicas.

La nueva ola posvegana

El veganismo, que creció rápidamente en las últimas décadas, sigue siendo un negocio global multimillonario. De acuerdo con un informe de 2024, el mercado mundial de proteínas veganas está valorado en 14.200 millones de dólares. Sin embargo, la tendencia hacia productos animales más naturales está resurgiendo como una alternativa. Este cambio se ve en alimentos y también en suplementos y cosméticos. La marca estadounidense Fierce Nature, por ejemplo, comenzó a utilizar grasa de vaca en sus productos de belleza para el rostro: rubor en barra, un bálsamo para contorno y un bálsamo facial.

El caldo de hueso es una excelente fuente de colágeno y otros nutrientes como el calcio y el magnesio.

Además, el aumento de la popularidad de productos como el colágeno bovino, las bebidas derivadas de caldo de huesos y los suplementos de carne alimentada con pasto refleja una creciente aceptación de los beneficios de los productos animales. La demanda de estos artículos, que incluyen desde barras de cecina de venado salvaje hasta cápsulas de órganos animales, está en auge.

Productos ultraprocesados, como el aislado en polvo de carne de res alimentada con pasto, son una alternativa para consumir un batido de proteínas.

Una de las principales razones de este resurgimiento es la influencia de plataformas sociales como TikTok, que convirtieron a la carne en un símbolo de salud y bienestar, especialmente entre mujeres de entre 20 y 40 años. Kieran Mathew, gerente general de Equip Foods, menciona que “la gente asume que nuestros clientes son todos chicos del gimnasio, pero en realidad el 80 por ciento son mujeres”. La marca creció exponencialmente en los últimos años, alcanzando lo que se prevé serán “ocho dígitos” en ingresos este año.

Este resurgimiento de lo animal, en un momento en que las dietas basadas en plantas están más de moda que nunca, desafía las ideas preconcebidas sobre lo que significa comer saludable. Como señala Andrea Hernández, “el péndulo está volviendo a oscilar”. En este contexto, no es de extrañar que el futuro cercano traiga productos como “patatas fritas derivadas del hígado” o “postres a base de carne”.

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