La fundadora y presidenta ejecutiva de Splash, Josefina Camet, celebra la décima edición de su concurso educativo, una iniciativa que ha transformado a miles de jóvenes peruanos al capacitarlos para resolver problemas reales en su entorno. Con un crecimiento sostenido, Splash mira hacia el 2026 con el objetivo de internacionalizar su exitosa metodología de gestión y liderazgo.

Por Daniel Crespo Pizarro

Josefina Camet, con una trayectoria en la gestión de la educación, fundó Splash hace una década, inspirada por la convicción de sus padres sobre la importancia de la obra social. Utilizando su expertise profesional, estableció este proyecto que hoy celebra su décimo aniversario, consolidándose como una iniciativa con aceptación y creciente impacto en el Perú.

Splash es un concurso educativo anual que funciona como un programa de liderazgo y gestión de proyectos sociales, ofrecido gratuitamente a estudiantes de tercero, cuarto y quinto de secundaria, y de bachillerato.

«Me siento bastante feliz y muy orgullosa de poder cumplir 10 años con un proyecto que está obteniendo cada vez más aceptación y creciendo, con un mayor impacto en el Perú,» comenta Camet, destacando la evolución de los jóvenes: «Veo cómo cada día los proyectos que realizan en Splash son mejores, tienen más impacto, son más replicables y son más sostenibles.»

Iniciativa Latidos XXI del colegio Andino de Junín.

Older Siblings del colegio Andino de Junín.

¿Qué es Splash y cómo empodera a los escolares?

El mecanismo de Splash está meticulosamente diseñado para empoderar a los estudiantes dándoles el control total sobre la ideación y ejecución de su proyecto. El programa opera durante 17 semanas a lo largo del año escolar.

Para participar, los jóvenes deben organizarse en equipos de entre cinco y diez miembros. La primera lección de gestión es interna: deben elegir a cinco autoridades que simulan la estructura de una empresa, promoviendo roles de liderazgo concretos. Tienen el apoyo de un consejero adulto (padre, profesor o familiar) cuyo rol es meramente consultivo. La toma de decisiones recae únicamente en los alumnos.

«Esto es algo que los chicos mismos deciden, ellos toman las decisiones, y si toman decisiones equivocadas, pues su proyecto no les va a salir. Ese es un poco darles el poder a ellos para que decidan,» subraya la presidenta ejecutiva.

Tejido con cariño, de los escolares del colegio Villa María La Planicie.

Alumnos del Innova School Trujillo El golf de la Libertad con la iniciativa Manos en la arena.

El programa les proporciona un manual detallado con herramientas de gestión y liderazgo para guiarlos. Los proyectos deben desarrollarse en el entorno cercano del equipo y deben encajar en una de las cuatro categorías: Bienestar y Salud, Educación, Medio Ambiente y Servicios.

La metodología exige a los jóvenes investigar su realidad local, identificar necesidades específicas y, crucialmente, evaluar y conseguir los recursos para implementar una solución. «La idea es ver qué cosa quiero mejorar en mi entorno y ver con qué recursos cuento,» resume Camet. La creatividad para conseguir donaciones o medios alternativos es fundamental, ya que la evaluación se centra en el ingenio, no en el presupuesto.

Equipo ganador general Splash 2025 – décima edición del colegio de Alto Rendimiento de Lambayeque con la iniciativa Micorplus.

Impulso juvenil, iniciativa de los escolares de la I.E. José Domingo Atoche de Lambayeque.

Sumaq Biology del colegio de Alto Rendimiento de Ayacucho.

Proyectos de Impacto: ejemplos de soluciones reales

A lo largo de los diez años de Splash, se han generado soluciones que han transformado comunidades, destacando el potencial de los jóvenes para abordar problemas complejos:

  • Salud y Nutrición (El hito de Carabayllo): «Para mí, ese es el equipo que mejor ha trabajado en los 10 años de Splash,» afirma Camet. Un grupo de estudiantes logró un impacto directo al eliminar la anemia en la población primaria de un colegio de Carabayllo. Este logro fue tan significativo que incluso atrajo el interés del Ministerio de Salud y autoridades locales, demostrando la alta replicabilidad de la metodología juvenil para combatir este problema de salud pública.

  • Innovación Ambiental: El equipo ganador reciente diseñó y creó bolas biodegradables con componentes que reducen el estrés hídrico de las plantas y recuperan la fertilidad del suelo. En Piura, otros equipos convirtieron arenales escolares en biohuertos productivos que donaban sus cosechas al programa Caliguarma de su escuela.

  • Respuesta a Emergencias y Tecnología de Bajo Costo: También en Piura, un grupo de jóvenes construyó cocinas solares con un costo de solo 40 soles por unidad. Estas cocinas fueron regaladas a un poblado reubicado tras las lluvias, ofreciendo una solución fundamental para cocinar sin infraestructura.

  • Doble Impacto Social: Un equipo realizó una iniciativa con una casa de ancianos: consiguieron donaciones de lana para que los adultos mayores tejieran prendas (chompas, chalinas), las cuales fueron donadas a un poblado de bajos recursos en Áncash. Esta acción logró un doble propósito: entretener y dar un sentido de utilidad a los ancianos, al mismo tiempo que ayudaban a una comunidad vulnerable.

Terraboom del colegio Peruano Alemán Max Uhle de Arequipa.

 

El futuro: internacionalización para el 2026

La meta para el próximo año es alcanzar los 300 equipos. Sin embargo, el principal objetivo a largo plazo es la internacionalización del concurso. Con el apoyo de un auspiciador con presencia global, se proyecta extender Splash a otros países y organizar una competencia internacional entre ellos. «Haríamos competencia peruana, competencia en el país X y de ahí haríamos una competencia internacional entre los países. Ojalá que lo podamos lograr,» desea Camet, consciente de que todo depende de la gestión de recursos.

Como mensaje final, Josefina Camet reitera su confianza en la juventud:

«Los jóvenes, cuando están bien incentivados y se les entregan las herramientas correctas, son capaces de hacer proyectos que tienen gran impacto, que son muy replicables y que son sostenibles, y que dan solución a un problema de la vida real.»

La convocatoria para el 2026 comenzará en marzo, con el inicio del año escolar, y se espera que la nueva década de Splash traiga consigo un mayor alcance y la concreción de su sueño de expansión internacional.

Rayos de Esperanza, de los jóvenes del Innova Schools de Vitarte.

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