Irreconocible. La estrella de la telerrealidad se reunió con el presidente Donald Trump y dio un poderoso discurso enfocado en políticas legales. El estilismo de la celebridad, completamente alejado del látex y las transparencias, ha mandado un claro mensaje.

Pocos tomaron en serio a Kim Kardashian cuando anunció que se estaba preparando para ser abogada. La figura de la televisión le dio un giro radical a su vida en 2017, tras conocer el caso de Alice Marie Johnson, una mujer condenada a cadena perpetua por cometer un primer delito no violento relacionado con drogas.

Desde la plataforma MIC se emitió un video de la mujer pidiendo se revise el sistema de prisiones y se reformara. El clip llamó la atención de Kardashian, y más tarde se tradujo en su respaldo total a través de sus redes sociales. 

No obstante, la esposa de Kanye West fue más allá. Con la ayuda de Ivanka Trump y Jared Kushner, llegó hasta Washington D.C. para conversar con el presidente Donald Trump y pedirle la revisión del caso. Su acción tuvo éxito, y el mandatario indultó a Jonhson en junio del año pasado, incrementando el interés de Kardashian en el tema. 

A la fecha, la empresaria ha financiado la defensa legal de varios sentenciados. Incluso, ha consiguiendo la conmutación de la pena de 17 reos. Ella misma está formándose para ejercer como abogada mediante un programa de aprendizaje de cuatro años, y quién sabe, tentar más adelante un cargo público. 

“Una buena persona”

En su afán por visibilizar la causa que persigue, Kardashian regresó a la Casa Blanca el último jueves, para discutir sobre la reforma de justicia penal. Para sorpresa de todos, sus ideas fueron bien recibidas por los presentes y la opinión pública.

La hija del reputado abogado Robert Kardashian propuso que se revisen los casos antiguos a fin de que se pueda dar una segunda oportunidad a quienes fueron encarcelados bajo un sistema rígido y que ha quedad obsoleto, llegando a ser injusto hoy en día.

Así, la presentación sirvió también para develar su más reciente iniciativa en colaboración con la administración de Trump. Kardashian se ha aliado con la compañía de vehículos de transporte público Lyft para que, a través de tarjetas regalo, a los expresidiarios les sea más asequible presentarse a una entrevista de trabajo, ir a laborar y visitar a sus familiares.

“Los excarcelados quieren reinsertarse, quieren trabajar. Se crearán oportunidades para que estos hombres y mujeres triunfen una vez vuelvan a casa. Cuantas más oportunidades tengan, sumado al apoyo que les demos, todos estarán más seguros”, explicó.

Por su parte, Trump anunció que su administración impulsará el acceso a viviendas subsidiadas y empleos en el gobierno federal a las personas con antecedentes penales. El presidente también dijo que la Oficina de Prisiones trabajará directamente con los empleadores para asegurar puestos laborales a los reos antes de que sean liberados.

Al presentar a Kim en conferencia de prensa, Trump la llamó “una buena persona”. “Conocí a tu padre, y te diré que tienes buenos genes”, agregó el gobernante. 

Foto: @evanvucci

Kardashian como nunca la vimos

La visita de la líder del mediático clan a la Casa Blanca propició el que quizá sea su look más formal hasta el momento. La polifacética estrella apostó por un traje de chaqueta con solapas anchas y en tono verde azulado, que parecía mandar un claro mensaje: “Yo también puedo ocuparme de asuntos serios”.  

Foto: @kimkardashianicon

El diseño de la firma Vetements, además de ser tendencia de la temporada, es un meditado guiño al power dressing, el uniforme que las mujeres empezaron a llevar a fines de los ochenta, cuando se incorporaron a cargos de poder en un mundo, hasta aquel momento, dominado por hombres. 

Foto: @sipausa

El traje clásico y muy estructurado, que bebe de la sastrería masculina, era toda una declaración de intenciones. Su nuevo corte de cabello, un bob liso y pulido, y un maquillaje que nunca renuncia al contouring, completaron su estilismo.