El salario emocional es un concepto que va más allá del dinero y está enfocado en el bienestar de los empleados dentro de una empresa. ¿Conocías este término? Aquí te lo explicamos.
Por Redacción COSAS
Todos conocemos el concepto de salario: el dinero que recibimos a fin de mes por el trabajo que realizamos en una empresa. Sin embargo, hay elementos más importantes que el dinero que encontramos dentro de los empleados. Pero, ¿por qué son importantes? Aquí te lo explicamos.
¿Qué es el salario emocional?
Son aquellas ganancias no-financieras que obtiene un empleado y que pueden cambiar la percepción que tienen de la empresa o su empleo. Algunos lo defines como los beneficios no económicos que te hacen sentir cómodos dentro de tu centro de trabajo. Es decir, que si el dinero es lo económico, el salario emocional son las ganancias personales que pueda tener una persona y sobre todo, que lo motive a trabajar mejor.
Su importancia
El salario emocional no sólo es importante para el empleado, sino también para el empresario, puesto que con ello disminuiría la rotación del personal, así como las renuncias por poca satisfacción y aumentaría el buen clima laboral y la producción.
Algunas empresas ya lo están implementando forma tácita, es decir, con beneficios para los trabajadores, lo que ha hecho cada vez más común en crear entornos de trabajos positivos, dejando en el pasado el método estricto de las oficinas creando un ambiente más amigable en el que todos puedan conversar y conocerse.
Con el aumento del síndrome de burn out, también llamado agotamiento profesional, el concepto de salario emocional ha tomado más fuerza para disminuir el estrés entre sus empleados, dándoles diversas flexibilidades como el incremento de días de vacaciones, entre otros.
Beneficios
- Compensación psicológica: el reconocimiento personal, el apoyo entre empleados y agradecimiento. Esto hace que el trabajador se sienta más reconocido y se sienta parte de la empresa.
- Desarrollo profesional: abrir la oportunidad de desarrollo profesional para aquellos empleados que aumentan su productividad.
- Conciliación familiar y personal: la empresa debe ver al empleado como persona y no sólo como una herramienta de producción. Debe tener su autonomía, libertad de llevar a cabo su vida privada sin que el empleo interrumpa este proceso.
- Comunicación: un empleado que se sienta escuchado se sentirá valorado. Una empresa con amplia comunicación también influye en que se sienta parte de esta, sin miedo a alzar la voz.