Dejar las vacaciones y regresar a las aulas puede ser todo un problema para los niños, especialmente para aquellos que rehuyen a las tareas y los horarios escolares. Conversamos con Fernanda Rodríguez*, licenciada en Psicología Infantil, para conocer su experiencia en el tema. 

Según el portal MedlinePlus, el estrés es la reacción del cuerpo ante un desafío. En pequeñas dosis, puede llegar a ser algo positivo, sin embargo, si se agudiza puede traer consecuencias graves para la salud de grandes y pequeños. 

¿Por qué algunos niños se estresan antes de regresar al colegio?

Para ellos es normal tener diversas emociones cuando se va terminando el verano: tienen muchas expectativas por regresar al colegio, pero también sienten una ligera ansiedad por dejar la comodidad de sus vacaciones. Hay que recordar que vienen del descanso más extenso del año, en el que casi siempre dejan de lado la disciplina del colegio y disponen de su tiempo como más lo desean. 

¿Cuáles son los síntomas del estrés en los niños? 

A nivel físico, los niños estresados suelen tener molestias como dolor estomacal, diarrea, estreñimiento y jaqueca. Además, pueden tener problemas para dormir, aumento o disminución de peso, sudoración de manos, entre otros. A nivel emocional, los pequeños pueden sentir angustia, ansiedad y poca tolerancia a la frustración; y, en ocasiones, suelen mostrarse cansados o desmotivados. Un niño estresado puede disminuir su atención y concentración, por lo que el estrés también es perjudicial para el ámbito académico.

¿Cómo se puede prevenir este sentimiento en los niños?

Los padres y la familia son los encargados de transmitir un soporte emocional para que el niño se sienta seguro. Antes de comenzar las clases, deben ir preparándolos.  

Algunas recomendaciones:

  • Crear una rutina de actividades con horarios específicos: que los niños se levanten y acuesten a la misma hora, que almuercen en un horario determinado, que se bañen en cierto momento, etc.
  • Visitar previamente la escuela para que los niños reconozcan el lugar y los ambientes: pueden ir juntos el día de la matrícula y hacer un pequeño paseo alrededor del centro educativo.
  • Compartir con los niños las experiencias que tendrán en el colegio: hablarles sobre su nueva rutina y cómo será el día a día. 
  • Estimular su autonomía e independencia (el trabajo más importante). Y es que a pesar de que los niños tengan maestros, es necesario que sean independientes: que vayan solos al baño, que puedan resolver problemas simples, y que tengan la iniciativa de tomar decisiones. 

  • Darles mucho afecto durante esos días, ya que ellos estarán más susceptibles.
  • Acostarlos temprano para que tengan más energía en la escuela. 
  • Mostrar una actitud positiva cuando los dejen en el colegio: motivación, ánimos y confianza al acompañarlos. Es un error que los padres tengan despedidas largas y emotivas, ya que los niños pueden percibir angustia. 
  • Dejarlos y recogerlos con puntualidad para no generarles angustia.
  • Tener confianza con la maestra y un buen trato directo con ella.
  • Prepararles una lonchera saludable.

¿Qué actividades son positivas para desestresar a los más pequeños?

A la par de las recomendaciones antes mencionadas, es importante darles un espacio para que puedan jugar dentro y fuera de casa. Asimismo, pueden asistir a actividades extracurriculares como talleres de arte, baile, música o algún deporte. No obstante, si el niño continúa presentando un comportamiento distinto, se recomienda buscar la ayuda de un psicólogo.

¿Cómo hacer que el primer día de colegio sea emocionante?

Los niños son el reflejo de sus padres. Si ellos demuestran ansiedad por iniciar la escuela, los niños también se estresarán. Pero si son más positivos, ellos también se sentirán emocionados. Por esta razón, es importante transmitirles seguridad y serenidad para que puedan ingresar adecuadamente a su primer día de clases.

Algunas recomendaciones:

  • Contarles experiencias y anécdotas positivas que hayan tenido en el colegio.
  • Comprar juntos los materiales escolares como la mochila, lonchera y útiles, para que los niños puedan escoger los que más les guste y los motive a asistir al colegio.
  • Forrar los cuadernos y libros juntos.
  • Hacer un menú de las loncheras que pueden llevar a la escuela.
  • Los primeros días es ideal que los niños lleven algo de casa: por ejemplo, su juguete favorito o un cuento para compartir con sus amigos.

*Agradecimientos:

Fernanda Rodríguez es Máster en Psicología de la Educación de la Universidad de Barcelona, España. Formada en Psicología por la Universidad Rennes II, Francia. Trabaja en Lima en tres escuelas iniciales y en su consultorio privado atendiendo a familias y niños con dificultades a nivel emocional, conductual y de aprendizaje. Además, brinda asesorías y talleres a los agentes a cargo de niños como padres, abuelos y nanas.

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