Durante la presentación de su nueva campaña para una elegante firma de relojes, y anticipándonos a las celebraciones por el Día del Orgullo Gay este 28 de junio, nos sentamos con la modelo y activista en la terraza de un glamoroso hotel en Manhattan. Si bien aún no tiene éxito en el amor –últimamente se la vincula con una de las protagonistas de una conocida serie–, sí tiene mucho que decir sobre su carrera, sus ambiciones y su estilo.
Cara Delevingne es una de las modelos a seguir por la generación millennial, pero se ha esforzado para lograr que su nombre no se relacione solo con el modelaje. Y lo ha logrado. O, al menos, eso parece. Cara nació en una de las familias más adineradas de Inglaterra. Recuerda que, cuando era niña, sus padres almorzaban en casa con artistas como Madonna. Una vez, la cantante intentó jugar con ella, pero Cara prefirió ver televisión.
Así, con sus contactos y belleza, el despegue de su carrera como modelo no fue muy complicado. Apenas caminó por las pasarelas, enamoró con su mirada y con sus cejas pobladas. Estas causaron tanto impacto que en 2013 Google registró que la búsqueda “cómo tener cejas más anchas” se duplicó. Pero más que su look, Cara mantuvo su éxito gracias a su personalidad. Es conocida por recibir bastante bien a la prensa y a sus fans. Pero no pasó mucho tiempo antes de que la modelo sintiera que su profesión era superficial. Eso le generó estrés. Fue diagnosticada con psoriasis y entró en un cuadro depresivo.
No necesitó más y renunció a las pasarelas. Pronto se dedicó a la actuación. Protagonizó Paper Towns, Suicide Squad y Valerian and the City of a Thousand Planets. Las críticas no fueron buenas. Consideraron que no se la veía cómoda en sus roles y que su actuación en general era muy plana. Ante ellas, Cara ha dicho que está en un proceso de aprendizaje.
Su fama ha seguido aumentando debido a su activismo; es una de las celebridades más reivindicativas tanto de la defensa de los derechos LGTBI como del feminismo. En febrero de este año caminó por la pasarela de Burberry durante la London Fashion Week solo para rendir tributo a la comunidad LGTBI: desfiló con una capa de piel sintética del color del arcoíris. Y su nombre figura constantemente en los tabloides, además, porque sus relaciones amorosas no han sido una cuestión muy íntima: la mayoría de ellas han creado controversia, rumores y muy diversos puntos de vista.
Cara se ha confesado bisexual. Una de las primeras relaciones mediáticas que tuvo fue con la actriz de Rápidos y furiosos, Michelle Rodriguez. También salió un tiempo con uno de los integrantes de One Direction, Harry Styles, y hace unos años dio la vuelta al mundo una foto en la que apareció dándose un beso con la actriz Sienna Miller. Con esta última, dijo, solo eran grandes amigas.
Así, la lista continúa. Los rumores aseguran que salió con la cantante Rita Ora. Ninguna de ellas confirmó la relación y tampoco la negó. Las únicas pruebas eran imágenes de ambas caminando por las calles agarradas de la mano y el hecho de que se llamaban “esposa” una a la otra. En una entrevista, Rita Ora aseguró que su relación con Cara tenía mucho “fuego”. Cuando se le pidió que explicara dicho término, optó por decir que era “una relación ambigua”. Novias o no, este vínculo fue el más duradero en la historia sentimental de Cara –se prolongó a lo largo de aproximadamente cinco años–, y quizás sea también el más importante.
Hasta hace poco salió con Paris Jackson, la hija del Rey del Pop, pero no pasó mucho tiempo para que se le involucrara con otra actriz. Según la prensa internacional, hoy Cara sostiene un romance con Ashley Benson, quien participa en Pretty Little Liars y con quien compartió set en la grabación de un filme que se estrenará el próximo año: Her Smell. Bienvenidos al mundo de Cara Delevingne.
La entrevista
Una encargada de relaciones públicas me saluda con una gran y muy profesional sonrisa en cuanto se abren las puertas del ascensor en el bar de la azotea del Peninsula Hotel, en Manhattan. “Welcome!”, me dice. El ruido es ensordecedor y la luz, escasa. “Cara te está esperando”, anuncia mientras me lleva por un pasillo, luego por otro y finalmente al bar, donde debemos cruzar en medio de una multitud que, en su mayoría, lleva un celular iluminado en una mano y un dry martini en la otra. “Ahí está Cara”, me indica.
Una de las modelos más famosas del mundo permanece tranquilamente sentada, acompañada de dos mujeres, en un rincón en medio de todo el alboroto. Aun en la oscuridad es rápidamente reconocible por su pelo corto y platinado, y sus espesas cejas negras que destacan aún más sus ojos verde-azules. Lleva puesta una chaqueta de cuero sin mangas, top con agujeros, pantalones ajustados y botas con el tipo de taco alto, altísimo, que solo una supermodelo podría manejar. Todo en negro.
Como una reina en su trono, Cara ha estado concediendo audiencias a periodistas durante un buen rato, una de sus responsabilidades como embajadora de la marca de relojes TAG Heuer. Esa misma noche había presentado su nueva campaña en la boutique de la relojería en la Quinta Avenida, una serie de videos y fotografías, donde posa junto a un león, realizados en África por David Yarrow, uno de los fotógrafos de vida salvaje más respetados del mundo.
“Mi experiencia con esta marca ha sido distinta a todas las que he tenido”, dice mientras da un mordisco a una de las miniburgers que le han traído en una bandeja. “Realmente se interesan en lo que puedo aportar como embajadora, aceptan mis ideas, mis obsesiones”.
Una de esas obsesiones, cuenta, es la vida salvaje. “Los animales siempre siguen sus instintos, están en una constante búsqueda de supervivencia, y eso me parece precioso. Siempre fue mi sueño fotografiarme con un león, pero nunca pensé que pudiera hacerse realidad. Y lo hice no solo con un león, sino en medio de la vida salvaje. Fue como estar en el cielo”.
Lejos de sentirse satisfecha con su espectacular carrera en el modelaje, Cara también ha probado suerte en la literatura. El año pasado publicó su primer libro Mirror, Mirror, que narra las dificultades de hacerse mayor.
Tu carrera siempre parece tener un segundo mensaje, quizás el más importante para ti. ¿Es así como te guías profesionalmente?
Así es. Todos vivimos en una sociedad donde tratamos de proteger a nuestras familias y ganarnos la vida, y para eso se necesita dinero. El dinero me parece importante en ese sentido y me siento muy afortunada de las oportunidades que me da mi trabajo. Pero si lo hiciera solo para ganar dinero, no estaría siendo fiel a mí misma. Ganar dinero no te hace necesariamente feliz. Lo que me importa es hacer una diferencia real en el mundo; hay muchas cosas maravillosas en nuestro planeta, pero también muchas otras que necesitan cambiar. Si tengo la posibilidad de aportar algo, quiero hacerlo. No estoy diciendo que sea perfecta o una excelente persona, pero hago lo más que puedo para traer algo bueno al mundo.
Esa posición te ha ayudado en tu carrera, pero seguramente no fue fácil en un principio en un negocio como el de la moda. ¿O sí?
Honestamente, no soy una mujer de negocios sino una mujer creativa. Los negocios me aterran, es un mundo muy duro, y por eso tengo personas que se encargan de aquello. Lo que realmente me gusta hacer es crear; tengo ideas, me encanta trabajar con otras personas, soy muy sensible. En los negocios no puedes usar tus emociones, tienes que dejarlas de lado, y eso no funciona en mi caso. Por eso tengo un gran equipo y una red de apoyo. A medida que una se hace mayor, aprende que no todos tienen las mejores intenciones. Yo confío muy rápidamente en la gente, tengo la idea de que la humanidad es hermosa y que todos tienen la intención de entregar amor. Es algo que no me gustaría perder, y creo que lo perdería si me preocupara de la parte financiera de mi carrera.
Hay mucha gente que se siente pesimista respecto al estado actual de la humanidad. ¿Qué piensas tú?
Hay que tener esperanza. Es muy triste no tener fe. Todos podemos vivir en el miedo, pero el miedo te debilita. Es importante como mecanismo de defensa para mantenerte vivo, pero al mismo tiempo te impide vivir realmente. No quiero sentir miedo de expresar quién soy. Eso no significa que sea ingenua o que sea tan optimista que raye en la tontería. Estoy muy consciente de las cosas demenciales que pasan en el mundo, pero tengo confianza en que al final la gran mayoría de personas quieren apoyarse las unas a las otras.
¿Esa seguridad en ti misma es natural o la aprendiste con el tiempo?
Desde niña me encantó romper reglas, salir de mi zona de confort. Me encanta esa sensación de salir de mi cabeza y mi cuerpo, y perderme en otro lugar. Es perder el miedo, sentirme viva. Lo sentí como adolescente, y ahora como adulta lo siento más que nunca. Tengo una enorme sed de vivir.
Eres muy joven y has tenido mucho éxito, lo que no puede ser casualidad. ¿Eres ambiciosa?
Soy ambiciosa, pero más que nada tengo mucha energía. Si no estoy haciendo algo, me siento muy inquieta. Si no estoy creando todos los días, me vuelvo loca. Me encanta dar algo a los demás, y si no hago algo con eso… es muy difícil. Estoy siempre moviéndome. En este mismo momento tengo diez proyectos en los que estoy trabajando, y eso me pone feliz. Quizás cuando envejezca quiera dormir.
Vienes de una familia de mujeres con gran estilo. ¿Qué aprendiste de ellas?
Sé que para muchas mujeres el estilo es algo que mantienes durante el tiempo, pero para mí cambia constantemente. Tengo la suerte de venir de una familia con un gusto extraordinario, y admiro el estilo de otras personas, aunque jamás usaría sus tenidas. Para mí, el verdadero estilo es muy personal, no tiene nada que ver con usar tacos o zapatos planos, o verte atractiva, o agradar a los demás. Uno puede sentir cuando una persona está cómoda con lo que lleva puesto o no, igual como puedes sentir cuando alguien, aunque esté sonriendo, se siente triste por dentro