La exsupermodelo Valeria Mazza volvió a ser elegida por el papa Francisco para conducir un evento benéfico. En esta oportunidad, presentó el Concierto por la Paz en Madrid, ante 35 mil personas. Tras una noche llena de música y emociones, la argentina conversó con COSAS sobre filantropía, feminismo, fútbol y otras pasiones.
Por Alejandra Nieto
En la década de los noventa, Valeria Mazza hizo historia al convertirse en la primera supermodelo latinoamericana, pero a lo largo de los años también ha dejado huella en otros rubros, conducida por su vocación altruista. Así, ha conocido a los tres papas más recientes, y hoy mantiene una relación estrecha con Francisco I, argentino como ella y fan del mismo equipo de fútbol, San Lorenzo de Almagro.
“Empecé a modelar a los 14 años, y ya por entonces colaboraba con las Olimpiadas Especiales. Es una vocación que siempre seguí. Con mi marido organizamos eventos benéficos para el piso pediátrico del Hospital (Universitario) Austral, y doy un taller de imagen y cuidado personal para adolescentes en San Isidro (villa La Cava)”, enumera.
Por una buena causa
En 2013, la Gala Starlite, que organiza el evento benéfico más importantes de España, premió su labor filantrópica. Desde entonces, ha sido presentadora de muchas de sus iniciativas, entre las que se incluye el reciente Concierto por la Paz realizado en conjunto con el papa Francisco a favor de Scholas Occurrentes, red internacional por la educación.
“Nos hemos hecho muy amigos; conozco el proyecto desde el principio”, comenta la argentina sobre la organización. “Dos días antes del concierto, la gente de Scholas nos dijo para ir a Roma a que el papa grabara un mensaje. Él nos recibió en Santa Marta –la residencia papal– junto a un grupo de jóvenes de diferentes comunidades indígenas de Latinoamérica que habían llegado a visitarlo. Cuando le pedí el mensaje, pensé que solo mandaría un saludo. Me pidió que lo dejara prepararse, y nos sorprendió con una comunicación de más de tres minutos con la que buscaba empoderar a los jóvenes a luchar por sus derechos. Les dijo que son el futuro, pero que no se pueden quedar dormidos hoy, porque también son el presente. Fue conmovedor ver la grabación y luego sentir la emoción de la gente al verlo”, relata Valeria.
El mensaje del papa abrió el concierto, que reunió a artistas como Diego Torres, Rosana, Sara Baras, Ana Guerra, Carlos Baute, entre otros, y a un total de 22 músicos frente a 35 mil personas en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid. Fue la primera vez que la modelo pisaba un escenario tan masivo, pero combatió los nervios cediendo el paso a la adrenalina, con la confianza de haber estudiado bien su guion.
Con la gracia divina
Tanto el concierto como el encuentro con el papa fueron momentos de emociones altas, pero Valeria Mazza está acostumbrada al Vaticano. Conoció a Juan Pablo II en un evento para conmemorar el primer año del fallecimiento de la madre Teresa de Calcuta, cuando la invitaron a leer unas palabras. Antes de la ceremonia, tuvo una pequeña audiencia privada con el entonces papa.
Más tarde, recién casada, le pidió una bendición para su matrimonio y para la causa que ha apoyado toda su vida, las Olimpiadas Especiales. “Fue muy emocionante. Cuando le pedí la bendición, me preguntó: ‘¿Qué es el amor?’. Imagina que te pregunten eso; yo no tenía idea de qué responderle”, recuerda riendo. “Entonces me dijo: ‘El amor también es decisión. Tú decides todos los días dónde quieres estar y a quién quieres amar’. Creo que siempre hay posibilidades, siempre estamos eligiendo y somos responsables por esas decisiones”.
Valeria también conoció a Benedicto XVI, pero con Francisco I, a quien frecuentó en Buenos Aires desde antes de que se convirtiera en papa, mantiene una relación cercana que los ha llevado a colaborar en varias ocasiones. Fue invitada especialmente por él a la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales, para conducir dos días de debates sobre esclavitud moderna y cambio climático que se dieron en torno a la encíclica “Laudato si’”.
“Estuve en el encuentro de líderes religiosos e intendentes. Te sientes superempoderada, rodeada de jueces y fiscales y viéndolo hablar de temas sobre los que un papa nunca se había pronunciado. El cambio climático no es el futuro: ya estamos viendo las consecuencias. Su visión es cuidar de los que menos tienen, y el abuso de la tierra tendrá a los más pobres como los más perjudicados”, comenta la modelo, quien además elogió el compromiso del actual papa con la tolerancia y la fraternidad.
Aclara controversia
Precisamente por este compromiso, Valeria fue cuestionada cuando afirmó el año pasado que el feminismo radical no la representaba y que no creía en un movimiento que buscara la igualdad y perdiera feminidad en el proceso. “No creo en la igualdad de género”, esclarece sobre la polémica. “Creo que el lugar de la mujer no ha sido y continúa sin ser respetado, por lo que debemos pelear por la igualdad de derechos, lo que no significa que seamos iguales”. La diferencia para Valeria está en pensar el liderazgo femenino sin ciertas taras del liderazgo masculino; sin agresividad, por ejemplo.
“Obviamente soy feminista. Desde mi lugar he defendido a la mujer y nuestros derechos. Una gran mujer para mí fue la madre Teresa de Calcuta, al lado de los más necesitados. No me imagino en una plaza siendo agresiva”, afirma. “Creo que vamos a llegar al equilibrio, y que a veces para hacerse escuchar hay que gritar un poco más de lo que nos gustaría”, concluye.
A propósito de gritos, llegamos al tema del fútbol, deporte que Valeria ama. “Imagina, con tres varones, toda mi familia está muy atenta a los partidos”, cuenta con relación a la Copa América que acaba de disputarse en Brasil. La exsupermodelo no pasó un buen rato viendo desde España la eliminación de Argentina ante la selección anfitriona. “Me quedé hasta las 4:30 de la mañana, hicimos streaming en la computadora, fue un acto de ingeniería, pero no me lo iba a perder”, narra.
El resultado, obviamente, trajo cierta angustia, pero ella dice que son cosas del deporte y que, si bien siempre se puede mejorar, cada partido en realidad se juega contra uno mismo y contra lo que cada uno puede dar de sí. Aunque no vio el Perú-Chile, por las semifinales del torneo, sus hijos se lo contaron al detalle. “En la final todos hinchamos por Perú”, sentencia.