Mientras el número de usuarios de Zoom se duplica diariamente desde que empezó el aislamiento, y alcanza los 300 millones en 3 semanas, la aplicación de video conferencias se ha vuelto parte del léxico cotidiano. Es la herramienta por excelencia de jefes de estado y amas de casa  por igual; de políticos, músicos, estudiantes o científicos. COSAS conoce a Eric Yuan, su creador.

Por: Redacción Cosas

 

Eric Yuan, de 50 años, se catapultó este mes, desde el relativo anonimato del que gozaba en Silicon Valley, a la lista anual de multimillonarios de Forbes. ¿Cómo así? Porque él es el director ejecutivo y fundador de Zoom, la aplicación de llamadas por videoconferencia que ha pasado a ser una necesidad en todas las oficinas. No solo eso, más allá del mundo empresarial, Zoom se ha vuelto el canal de comunicación para todas las personas que quieran hacer ejercicio, socializar, asistir a un seminario o tomar una clase de repostería.

zoom eric yuan

Con un patrimonio neto de $US 7 mil millones, Forbes lo ubica en el puesto 293 de la lista de multimillonarios de todo el mundo.

 

A raíz del aislamiento social, la base de usuarios de Zoom ha crecido diariamente en un 50 por ciento, llegando a los 300 millones en las últimas tres semanas. Y esto, mientras la compañía luchaba por controlar un momento de crisis que se desató en torno a fallas en la seguridad. Las acciones de Zoom, que han subido casi cinco veces desde que la compañía salió a bolsa en marzo del año pasado, subieron un 12 por ciento a un récord de $US 169.09 el jueves 23 de abril. Eric Yuan, quien fue entrevistado, a través de Zoom, para la revista Times el pasado fin de semana, se apresuró a repetir: “No me siento como un magnate”.  

Él no se identificará como un magnate, pero la verdad es que hoy Zoom ostenta un valor neto de $US 5.8 mil millones (Zoom solo se hizo pública como empresa hace un año), por lo que, a los ojos de los demás, un magnate es precisamente lo que es. Para poner todo esto en contexto consideremos que Jack Dorsey, de Twitter, tiene un valor neto de $US 3.8 mil millones, y Twitter se hizo público en 2013. Es indiscutible: la transición de Yuan a multimillonario ha sido vertiginosa, incluso en el contexto imposiblemente caótico de una pandemia. 

Eric Juan zoom

Eric Juan junto a su esposa, la inspiración detrás de Zoom.

En la entrevista, Yuan revela que su esposa fue el impulso para crear Zoom. Yuan creció en la provincia de Shandong, China. Estudió matemáticas aplicadas y ciencias de la computación en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Shandong. Estaba en una universidad diferente a su novia, ahora esposa, y se pasaba buena parte de su tiempo viajando en trenes para verla. Era inverosímil, pensaba, que no hubiera mejores maneras de mantenerse en contacto.

Yuan llegó a los Estados Unidos a los 27 años en 1997, después de ocho intentos fallidos de obtener una visa americana. Desde entonces ha vivido siempre en San José, California, el centro económico, cultural y político de Silicon Valley.

Su primer empleo fue en Webex, donde codificó un software de videoconferencia. En 2011 renunció para abrir su propia empresa y configurar Zoom. El nombre fue una sugerencia de uno de sus trabajadores, le dijo al Times, “¡No teníamos un nombre! ¡Estaba desesperado!”

El sueño de una realidad sin distancia física

Zoom fue motivo de críticas que rápidamente se hicieron virales, cuando a mediados de marzo, empezó a tener problemas de seguridad. Hackers lograban infiltrarse en las reuniones. Se tomaron medidas inmediatamente para subsanar el problema, pero para entonces ya varias conversaciones habían sido vulneradas. Yuan dice que la compañía “lamenta profundamente” estas fallas y explica: “Nuestra plataforma fue construida principalmente para clientes empresariales: grandes instituciones con soporte de I.T. [técnico] completo”. No diseñamos el producto previendo que, en cuestión de semanas, todas las personas en el mundo de pronto estarían trabajando, estudiando y socializando desde su hogar”.   

Las oficinas de Zoom, en San José, California.

Las oficinas de Zoom, en San José, California.

Yuan trabaja duro, lee libros enormes libros de  negocios y duerme apenas cuatro horas al día. Da la impresión de que trabaja incansablemente, sin tregua. Cuando le preguntan qué ansía hacer cuando pase el aislamiento responde: “Ir de compras al supermercado con mi esposa”.

¿Cuál será el siguiente paso para Zoom? Por supuesto, por el momento, mantener la seguridad es su principal prioridad. Pero el gran sueño de Yuan es la realidad aumentada. “Un día espero que podamos darnos la mano y sentirlo como un verdadero apretón, o que puedas oler mi taza de café aquí en San José, estando tú en tu oficina en Londres”, le dice al Times.

“Una realidad sin distancia física, eso es lo que realmente me apasiona, es eso por lo que trabajo tan duro. ¡Qué sueño!” Exclama. “Aunque se cree que la tecnología para ese tipo de avance tecnológico está a solo 15 años de distancia”.

El otro gran deseo de Yuan para después del aislamiento, expresa, es “poder abrazar a mis empleados. Un abrazo real”. Sin duda, están trabajando a toda máquina, y aislados, desde que empezó la crisis. Será un muy merecido gesto de amabilidad.