Desde que ganó el Trophée de la Mode como mejor fotógrafo, las revistas y agencias se pelean a Ruven Afanador. Hace unas semanas estuvo en Lima y realizó una memorable editorial exclusivo para COSAS. Aquí les contamos quién es este colombiano que ha logrado convertir a diseñadores como John Galliano y Jean-Paul Gaultier en fanáticos de su arte. 

Por Mariano Olivera Fotos Ruven Afanador  Estilismo Bettina Lolas

Susy Dyson, Pita Leguia, Carmen de Osma, Iliana Lolas, Isabel Miro Quesada, Monica Gallese de Osma y Kina Malpartida.

Susy Dyson, Pita Leguia, Carmen de Osma, Iliana Lolas, Isabel Miro Quesada, Monica Gallese de Osma y Kina Malpartida.

Las fotografías de Ruven Afanador arrancan la sensualidad de los personajes más insospechados con una fuerza implacable. Lo comparan con Irving Penn y David LaChapelle. Hace trece años, cuando publicó “Torero”, aquel primer libro donde retrataba a matadores de España, México, Colombia y el Perú, John Galliano quedó tan obsesionado que mandó a comprar todos los ejemplares que había en París para regalárselos a sus amigos. Meses después, Jean-Paul Gaultier lo contactó porque quería pedirle permiso para crear una colección inspirada en aquellas imágenes.

Pita Leguía. Nieta del expresidente Augusto B. Leguía. Una de las mujeres más elegantes del Perú

Pita Leguía. Nieta del expresidente Augusto B. Leguía. Una de las mujeres más elegantes del Perú

Es como si nadie que se pusiera delante de su cámara fuera capaz de ocultarle algo. Sin embargo, Ruven Afanador dice que cada vez que tiene que volver al set a tomar una foto siente el miedo en el cuerpo. “Creo que siempre será así. Si no sintiera ese temor, lo tomaría como una señal de que ya no tengo la misma pasión”, nos dice Afanador desde Nueva York, semanas después de realizar una serie de fotografías a mujeres limeñas. Lucero Boza y Bettina Lolas conversaron con Ruven sobre la idea de retratar a algunas de las mujeres que representan la personalidad y el estilo de sus respectivas generaciones en el Perú.

Isabel Miró Quesada

Isabel Miró Quesada, editora general de esta casa editorial.

Ambas asumieron el gran reto, uniendo todas las piezas para que esto se pudiera llevar adelante y coordinando todos los pormenores propios de una producción de esta complejidad. Desde hace muchos años, Afanador realiza los retratos con más personalidad de Hollywood: entre ellos, por mencionar solo algunos, Nicole Kidman, George Clooney y Beyoncé, así como de escritores como Gabriel García Márquez o políticos como Bill Clinton, entre otro centenar de celebridades; pero Afanador insiste en que ninguna foto es fácil. “Nunca sabes qué te va a dar el personaje o el modelo, y hay que estar listo para tener suerte”, escribe.

Kina Malpartida

Kina Malpartida

A los 55 años, Ruven –como se hace llamar Rubén Afanador desde que llegó a Estados Unidos para facilitar la pronunciación de su nombre en inglés– trabaja con una obsesión infatigable que lo lleva a tomar unas mil seiscientas fotografías cada vez que hace una editorial de moda.

Carmen de Osma es una de las principales coleccionistas de arte del Perú. Es todo un símbolo de estilo.

Carmen de Osma es una de las principales coleccionistas de arte del Perú. Es todo un símbolo de estilo.

“No le gusta improvisar. Controla absolutamente todo: desde el peinado, la ropa, el maquillaje, la iluminación. Todo. Y como cualquier artista que está por empezar una obra, tiene ese temor que lo mantiene alerta para que el shooting resulte tal cual lo imaginó”, cuenta Lucero Boza, su productora para Latinoamérica desde hace catorce años.
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Pero no se limita a los detalles técnicos: durante las horas de preparación también se dedica a estudiar a las personas que retratará mientras se arreglan frente al espejo.

Mónica Gallese de Osma, representante de una marca de carteras de lujo en el Perú.

Mónica Gallese de Osma, representante de una marca de carteras de lujo en el Perú.

Así, a través de sus gestos, va descifrando cómo reaccionarán al momento de hacer las fotos. “Necesito que capten lo que quiero hacer y me tengan confianza, que crean en lo que hago”, contaba hace diez años en una entrevista para la revista colombiana “El Malpensante”. Y ahora complementa lo dicho: “Como fotógrafo siempre soy un voyeur. Hay que tener mucha paciencia y observar mucho.
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Los momentos íntimos dan mucha información, pero a la vez debo crear un vínculo de complicidad con la persona a la que voy a fotografiar porque, normalmente, durante el proceso, esa persona me regala algo muy personal.

Iliana Lolas es una exitosa empresaria textil y, como Carmen de Osma, también es coleccionista y amante del arte.

Iliana Lolas es una exitosa empresaria textil y, como Carmen de Osma, también es coleccionista y amante del arte.

Es como un juego. Una danza”, afirma el colombiano que viene con cierta regularidad al Perú desde hace más de una década, atraído por proyectos fotográficos, pero también para disfrutar del anonimato recorriendo el interior del país. Durante esos viajes ha hecho buenas amistades, y algunas de ellas, justamente, son las retratadas en estas páginas: la coleccionista de arte Carmen de Osma, Pita Leguía –nieta del presidente Augusto B. Leguía–, la empresaria textil Iliana Lolas, la exmodelo Susy Dyson –ícono de los años setenta y ochenta– y su hija, la ex campeona mundial de boxeo Kina Malpartida, la guapísima Mónica Gallese de Osma, representante de una marca de lujo en el país, y la editora general de esta casa editorial, Isabel Miró Quesada.

Susy Dyson, exmodelo. Un ícono peruano de la moda.

Susy Dyson, exmodelo. Un ícono peruano de la moda.

Hay muchos fotógrafos que son extraordinarios pero, por un motivo u otro, se han inclinado y dedicado más a lo comercial. Ruven Afanador logra hacer incluso de lo comercial, un arte. Desde que ganó el Trophée de la Mode en la categoría de Mejor Fotógrafo en el año 2000, en París, las celebrities, los creativos y los editores de las revistas más importantes del planeta quieren trabajar con este hombre de casi dos metros y modales suaves. Pero hubo un tiempo en que no fue así.

La mirada de afanador

La pasión de Ruven Afanador por la fotografía empezó en la oscuridad de una sala de cine en Washington. Muchos años antes, cuando todavía vivía con sus padres y sus tres hermanas en Bucaramanga, una de las principales ciudades del noreste de Colombia, ya tenía la manía de quedarse parado frente a Foto Serrano, el estudio al que iban a retratarse las mujeres más elegantes de la ciudad y alguna reina de belleza local.

Autorretrato del colombiano Ruven Afanador.

Autorretrato del colombiano Ruven Afanador.

“Me quedaba mirando sus pieles, sus vestuarios, sus miradas”, cuenta. Pero entonces nadie –ni siquiera él mismo– sintió que eso fuera alguna señal. Fue en el cine, una tarde imprecisa de 1978, mientras veía “Los ojos de Laura Mars”, aquella película donde una fotógrafa de modas comienza a tener visiones de asesinatos durante sus sesiones de fotos, que el colombiano quedó maravillado con ese mundo de superproducciones fotográficas que le presentaba Hollywood detrás del thriller.

Uno de los retratos del nuevo proyecto editorial de Ruven Afanador, “Ángel gitano”, que saldrá a la venta en octubre.

Uno de los retratos del nuevo proyecto editorial de Ruven Afanador, “Ángel gitano”, que saldrá a la venta en octubre.

“Vi todo el amor que tenía esa mujer por sus imágenes, todo el glamour y el misterio, y eso me atrajo como un imán”, explica, treinta y seis años después de aquella experiencia reveladora. Entonces, Ruven Afanador era un estudiante de arte que había empezado sus clases obligatorias de fotografía, para poder seguir especializándose en escultura, pero la atracción fue tal que pocos días después convenció a sus padres para que le regalaran su primera cámara.

George Clooney, en lo que probablemente sea uno de sus retratos más descontracturados.

George Clooney, en lo que probablemente sea uno de sus retratos más descontracturados.

“Fue algo totalmente orgánico que no podía rechazar”, explica el fotógrafo, que convertiría a su hermana menor en la modelo de sus primeras tomas, y que luego comenzaría a crear un portafolio en Georgetown. “Cuando nos fuimos de Colombia yo tenía 14 años y fue un trauma total, pero esos años allí fueron muy lindos. Era el lugar ideal para tomar fotos y para vivir”, recuerda el fotógrafo.

Un inquietante retrato de Amanda Seyfried para la revista “People”, de mayo de 2013

Un inquietante retrato de Amanda Seyfried para la revista “People”, de mayo de 2013

En esos primeros años estadounidenses, intentó una y otra vez trabajar como asistente de fotografía de moda. Sin embargo, todos aquellos a quienes admiraba –Richard Avedon, Irving Penn, Deborah Turbeville, entre otros–, lo rechazaron porque no tenía experiencia o porque, al ver su trabajo, le decían que no debía perder el tiempo. “Nunca pude trabajar para un fotógrafo de modas, cosa que durante mucho tiempo fue una gran cruz para mí. Ahora lo veo distinto. Ahora veo que, durante mis años de formación, nunca logré estar al frente de una toma que estuviera haciendo un fotógrafo de moda. O sea que nunca he visto cómo lo hace otro, por eso tuve que desarrollar mi propio sistema”, contaba Afanador hace unos años.

Beyoncé captada por la mirada atrevida de Ruven Afanador, en 2011.

Beyoncé captada por la mirada atrevida de Ruven Afanador, en 2011.

Soñaba con las superproducciones y tenía que conformarse tomando fotos para hoteles y compañías que cotizaban en la bolsa. Afanador se sentía frustrado. Por ello, cuando una agente vio su trabajo y le dijo que tenía talento pero necesitaba viajar a Europa  por entonces la cuna de los principales fotógrafos de moda– no dudó en irse a Italia.

“Al mes estaba en Milán. Recuerdo que cuando abrí las persianas de mi cuarto y vi los techos de teja de inmediato me acordé de mi Colombia, de mi niñez, y ahí todo empezó a encajar”, le contó hace diez años al escritor colombiano Mario Jursich Durán. Durante dos años recorrió Italia retratando a una serie de modelos de una agencia que había visto su trabajo con interés. Las primeras sesiones fotográficas, en su propio cuarto de pensión, o en alguna pared descascarada que encontraba durante sus caminatas por la ciudad, estaban lejos del glamour que había imaginado. Pero algo en su mirada se reconectó con su propia historia en Colombia.

Otro de los retratos de “Ángel gitano”.

Otro de los retratos de “Ángel gitano”.

“Fue una época muy difícil, pero también fue un tiempo esencial para mí como fotógrafo. Siempre pienso en ese tiempo con mucha nostalgia”, asegura Afanador. Sin embargo, incluso cuando regresó a Estados Unidos, aquello no era tan evidente para él.
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Ni siquiera creía que sus fotografías tuvieran la calidad indispensable para ser publicadas en una revista. Fue una amiga suya quien logró convencerlo para visitar a una directora de arte. La misma que la semana siguiente estaba encargándole su primer trabajo para “Washington Women”. Después, nada sería igual.

La fotografía según afanador

Ruven también ha dedicado varios años de trabajo a proyectos más personales: un libro de desnudos masculinos inspirado en las posturas y los movimientos del ballet clásico que llamó “Sombra”, por aquel recuerdo de su niñez en Bucamaranga, donde cada vez que iban a tomarle una foto a alguien le decían que iban a hacerle una sombra.

Robert Redford retratado por Ruven Afanador para “The Hollywood Reporter”, en junio de este año.

Robert Redford retratado por Ruven Afanador para “The Hollywood Reporter”, en junio de este año.

También ha hecho su propio homenaje al flamenco: primero a sus mujeres, con “Mil besos”, donde mostró la sensualidad, la belleza e incluso el dolor de las bailaoras; y próximamente, en octubre, publicará un homenaje a sus hombres en “Ángel gitano”. “Desde que vi a María Benítez –una coreógrafa y bailaora estadounidense– en una performance, se despertó en mí la pasión por el flamenco. En ese momento vi todo lo que podría capturar fotográficamente sobre su esencia. Y lo hermoso de la fotografía es que no tiene fin: nunca terminas de aprender.

Zac Efron, también para la portada de “The Hollywood Reporter”, tomada en marzo pasado.

Zac Efron, también para la portada de “The Hollywood Reporter”, tomada en marzo pasado.

Un proyecto fotográfico te lleva a otro, y eso te guía, solo tienes que escuchar a tu intuición cuando te dice a dónde”. Antes de exponer en Madrid, Milán, Buenos Aires, Tokio, Beijing y Zúrich, mucho antes incluso de que su trabajo formara parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Bogotá, este mismo hombre decía que desconfiaba de las reglas sagradas de la fotografía. “No creo en ellas.

«No hay reglas en la realidad”, contaba en la entrevista para “El Malpensante”. Esas son las reglas que él mismo inventó: Afanador no se detiene hasta encontrar la belleza que la realidad le ofrece. Esa que para otros suele pasar inadvertida.

Producción: Bettina Lolas y Lucero Boza
Dirección de arte: Lucero Boza
Estilismo: Bettina Lolas
Asistenta de estilismo: Caterina Brescia
Maquillaje: Pepe Pitasig, Gianina-Mac
Peinado: Janet de Cherie
Asistentes de fotografía: Mario Jiménez,
Lucía Arana, Javier Falcón y Miguel Carrillo
Agradecimiento especial: Ani Álvarez Calderón