André Carrillo declaró en exclusiva para la edición N°700 (mayo) de COSAS, desde Arabia Saudita. En esta interesante conversación, “la culebra”, nos contó sobre su vida profesional en tierras lejanas y de su vida en familia. Además, expresó sus sentimientos sobre la dulce espera de su tercer hijo, Enzo.
Por Mariano Olivera
André Carrillo junto a su esposa Suhaila Jad, se convirtieron este 18 de agosto último, en padres de su tercer hijo. La feliz pareja de esposos, llamó Enzo al más pequeño de la familia Carrillo. El anuncio del nacimiento de Enzo, fue difundido por las redes sociales de André y Suhaila. En una publicación, Suhaila Jad, escribió: “Te amo hasta la luna”.
En uno de los momentos más importantes de su carrera y con su buen desempeño en la selección André Carrillo, planea dar lo mejor de sí para conseguir los 3 puntos que se necesitan para seguir en zona de clasificación al mundial de Qatar 2022. Y es que la culebra viene con una buena racha deportiva, luego de ganar hace unas semanas la Supercopa de Arabia Saudita con el Al-Hilal.
A continuación, la entrevista completa que se le hiciera a Carrillo en exclusiva, donde nos habla más de él y de su vida en familia y de su pasión por el fútbol.
Carrillo desde su intimidad
Me resultaba indistinto si era hombre o mujer, pero ya que es hombre, chévere, porque habrá una chance más de que me salga futbolista”, dice la ‘Culebra’. Se escucha su risa del otro lado de la línea, a más de trece mil kilómetros de distancia. Si algo caracteriza a André Carrillo es la alegría. Dentro y fuera del campo. El buen humor. “Será nuestro último hijo”, dice, a propósito del embarazo de su pareja. Antes de ser padre, soñaba con tener una familia numerosa. “Quisiera tener cinco hijos”, declaró alguna vez. Ahora piensa que tres son más que suficientes. Con Cédric y Samira aprendió a amar de una manera diferente, pero también conoció las demandas, responsabilidades y dosis de paciencia que conlleva la paternidad.
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André es un papá comprometido. Pese a su situación económica privilegiada, en casa no cuentan con una nana para cuidar a sus mellizos. “No están acostumbrados a que otra persona los cuide”, dice. “Si hay alguien, siempre es un familiar cercano. Mi madre lleva tres o cuatro meses con nosotros y nos da una mano bárbara. Si tenemos a una persona que nos ayude en la casa, es para la casa, no para los niños”.
Lo que más le gusta de Suhaila, hoy en día, es “la dedicación que tiene por nuestros hijos. Creo que es algo valiosísimo, el amor que siente por nosotros. No necesita decir un ‘te amo’ o postear una foto para saber lo que siente”. Para André, es esencial tener a su gente cerca. Quiere que su madre vea crecer a sus nietos, pero es consciente de que también debe pasar tiempo a solas con su pareja. Felizmente, la relación entre suegra y nuera es “espectacular. Mi mujer la quiere como a su madre; eso me da tranquilidad y paz para mi carrera”
André Carrillo junto a su esposa Suhaila Jad.
André se vacunó contra el coronavirus en Arabia. Su madre, también. Suhaila aún no, por el embarazo. La ‘Culebra’ cuenta que allá la pandemia está controlada, que hay vacunas para todo el mundo, incluso para los extranjeros. No les preocupa que él pueda contraer el virus al venir a jugar con la selección peruana, porque cuando concentra con el equipo les hacen pruebas cada dos o tres días y permanecen en un entorno protegido.
Lleva tres años viviendo en Arabia. “De momento, estoy muy cómodo aquí, muy contento. Mi familia también; eso es fundamental. Y el club está contento conmigo, lo que va de la mano con mi felicidad. Quiero seguir haciendo carrera en el Al-Hilal, tratar de cumplir todos los objetivos del club y continuar creciendo como futbolista. Creo que mi nivel ha crecido estando aquí”, dice.
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Cuando trascendió la noticia de su pase al Al-Hilal, la crítica deportiva se le vino encima. ¿Cómo un futbolista de su talento, siendo joven, iba a dejar la liga inglesa –en ese entonces estaba en el Watford– para fichar por un club árabe? ¿Acaso se estaba dejando seducir por los petrodólares? “En ese momento, muchos hablaron de que me iba a jugar a Arabia sin conocer las dimensiones del club al que llegaba. En el Al-Hilal pude conquistar ligas, copas, la Champions League de Asia…Está al nivel de los grandes clubes de Europa”, asegura André. “Obviamente, leo las críticas”, admite. “Me entero de muchas cosas que hablan de mí, pero no me afectan en absoluto. Creo que más afectan a la familia”.
Carrillo ganó hace unas semanas la Supercopa de Arabia Saudita con el Al-Hilal.
A punto de cumplir 30 años, admite que optar por continuar su carrera en el fútbol árabe no fue una decisión fácil. “Influyó mucho el entrenador del Al-Hilal en ese momento –el portugués Jorge Jesús, quien ya lo había entrenado en el Sporting de Lisboa–, lo bien que me habló del club. Sabía que iba a tener continuidad, que era algo que yo quería”, explica.
Antes de estampar la firma en su nuevo contrato, también llamó a Jefferson Farfán. La ‘Foca’ había jugado en el Al Jazira de los Emiratos Árabes Unidos entre 2015 y 2016. “Le pregunte qué tal la vida por allá… pero él estuvo en Dubái; es totalmente diferente. Me dijo que no le gustó mucho porque los estadios estaban vacíos, pero cuando yo iba a firmar por el Al-Hilal me mostraron videos de la fanaticada; es totalmente distinta.
Después conversamos muchas cosas y en un momento me dijo: ‘Carrillo, anda. Esas oportunidades no pasan todos los días’… Hoy pienso que fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi carrera. Tengo claro que, sean buenas o malas, las decisiones de mi carrera las tengo que tomar yo, para que otro no sea el responsable”. Cuenta que en Arabia Saudita la gente respira fútbol. Tanto que, para una figura como él, es complicado salir a la calle sin ser abordado por los fans.
André Carrillo es muy querido por la fanaticada del Al-Hilal.
Eso sí, en Arabia la prensa de espectáculos no persigue a los futbolistas. “La fanaticada postea mucho en redes sociales; te ven haciendo algo malo y, a lo mejor, lo suben y se vuelve un boom, pero no es que haya programas de espectáculo que te estén siguiendo y no puedas llevar una vida tranquila. En el Perú sí está muy complicado para la gente conocida; para los famosos. Muchas veces estás haciendo cosas normales e intentan manipular la información para hacerte daño y generar contenido”.
En corto con Carrillo
Carrillo con sus gemelos Samira y Cédric.
Llevas doce años de carrera. ¿Cuál dirías que es el momento más duro que te ha tocado vivir como futbolista?
Podría ser mi última temporada en el Sporting de Lisboa, cuando no llegamos a un acuerdo para renovar mi contrato y estuve prácticamente un año entrenando solo, a doble turno, tipo castigo.
¿Te arrepientes de no haber transado con el Sporting? Estabas en un momento muy bueno.
Estaba en uno de los mejores momentos de mi carrera, pero no me arrepiento, porque tenía expectativas más altas y el club no me las podía dar. Siento que luché por lo mío, el club también pensó en lo suyo, no llegamos a un acuerdo y el futbol es así: la vida continúa. Decidí ir al Benfica, que es el club más grande de Portugal, y fue una decisión correcta.
¿Qué sueño te falta por cumplir como futbolista?
Jugar la Champions League de Europa; llegar a fases finales. Y, con la selección, clasificar al próximo Mundial y llegar a fases más avanzadas, también.
A estas alturas, ¿ubicas a algún futbolista peruano joven que muestre condiciones de crack?
(Calla unos segundos) No sabría decirte… Hay un jugador que me gusta mucho, Martín Távara (mediocentro de 22 años de Sporting Cristal). Lo vi cuando fue al Mundial de Rusia con la selección juvenil, a jugar de sparring. Tiene muy buen pie izquierdo. Después… te mentiría, no sabría decirte otro.
Cuando te retires, que imagino será todavía en unos diez años, ¿Cómo qué clase de futbolista quisieras que te recuerden?
Como un futbolista alegre. Creo que todo el mundo me conoce así, de estar siempre contento y tratar de llevar un buen ánimo a los entrenamientos. Después, como un jugador que siempre fue profesional. Me cuido, respeto mi carrera y a mis compañeros… Pero, en verdad, me da igual si soy recordado o no. No estoy en el fútbol para ser recordado. Es más, muchas veces me encanta pasar desapercibido. A veces lo extraño.
Pese al pelo rubio, a esas mechas…
Exacto… Con los pelos que llevo es muy complicado.
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