¿Qué pasó entre Will Smith y Chris Rock? Diego Molina analiza los hechos ocurridos en los premios Oscar de este año

Por Diego Molina

¿Qué diablos pasó el domingo en los Oscar?, veamos el caso de Will Smith vs. Chris Rock por partes y sus consecuencias:

Primero, la broma. Para presentar el Oscar a mejor documental, Chris Rock dice sobre la calvicie de Jada Pinker-Smith: “Jada, te quiero, J.I. Jane 2, no puedo esperar para verla, ¿OK?”.

Segundo, la reacción. El público entre que se ríe y se incomoda. Will Smith se ríe, Jada Pinker-Smith voltea los ojos como el emoticón. Chris Rock: se sorprende y dice: “¡esa (broma) era buena onda!”.

Tercero, la bofetada. Will Smith entra al escenario. Chris Rock carcajea y no se mueve porque no sabe lo que se viene. Parece que Will Smith le quiere meter un derechazo, pero en el instante lo cambia por un sopapo. “Wow” dice Chris Rock, “Will Smith me acaba de sacar la mierda”.

Cuarto, post bofetada. Will Smith grita 2 veces: “¡saca el nombre de mi esposa de tu puta boca!”. “Lo haré” responde Chris Rock y luego comenta con sarna: “esa fue la mejor noche en la historia de la televisión.” Luego, Will Smith gana el Oscar y se manda una perorata sobre que él siempre protege a los suyos, que el amor te hace hacer cosas locas, etc.

Quinto, la prensa. Los medios dieron cuenta que la alopecia (perdida del pelo) de ella es producto de una enfermedad autoinmune. Por lo que, según el Washington Post la broma fue “mala” y “ofensiva”. Para el Philadelphia Inquirer, la broma fue “cruel” y justifica el golpe: “estoy segura de que Chris Rock -y todo el mundo- mantendrán el nombre de Pinker-Smith fuera de sus bocas” sentencia la columnista Elizabeth Wellington.

Sexto, las redes sociales. En twitter la frase “Will Smith tiene que golpear a Chris Rock… no tiene opción” se volvió viral, aunque es un twit de hace años.

Séptimo, el veredicto. Chris Rock dice que no sabía de la enfermedad de Jada Pinker-Smith. Lo cierto es que la película “J.I. Jane” muestra a Demi Moore rapada mostrando su coraje frente al mundo militar masculino. Si la broma fue buena, tonta, mala o cruel depende del espectador. Pero es Jada Pinker-Smith la que tenía el derecho de defenderse.

Ya sea un grito, un artículo, no decir nada, o una entrevista para concientizar sobre su enfermedad. Smith se puso de macho protector y le quitó eso. Las bromas, como parte de la libertad de expresión, a pesar de que puedan ofender, deben ser siempre posibles. Meter golpes no pues, porque la violencia atenta contra la civilización. Que alguien se sienta ofendido no. Porque, además, hay gran diferencia entre una broma y hacer bulling. Y también es diferente cuando eres un personaje público, porque estás más expuesto. Viene con el territorio.

Octavo, una reflexión. Chris Rock es uno de los mejores comediantes del mundo, junto con Jerry Seinfeld y Dave Chappelle. Los 3 son políticamente incorrectos en el escenario, los 3 no son bienvenidos para presentarse en casi todas las universidades de Estados Unidos. ¿Por qué? Porque sus bromas son ofensivas para alguien.

Los 3 tienen contrato de exclusividad con Netflix y muchas voces han pedido que se cancelen varios de sus especiales allí. Para muestra, ver el especial de Chris Rock “Tamborine”, donde se despacha sobre su vida privada y su divorcio, sin dejar nada dentro de sí mismo y que ha sido duramente criticado por racista.

Para Seinfeld, la nueva generación es demasiado sensible: “solo quieren usar estas palabras: ‘eso es racista’, ‘eso es sexista’, ‘eso es prejuicio’, ni siquiera saben de qué diablos están hablando.» Jerry tiene razón, porque la comedia sin total libertad de toda censura no solo no es graciosa, también es peligrosa.

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