La actriz Jennette McCurdy compartió un correo electrónico inquietante de su difunta abusiva madre, Debbie McCurdy, durante su debut en el programa “Red Table Talk”.
Por Rodrigo Schang
McCurdy, de 30 años, leyó el correo en voz alta a los coanfitriones del programa de Facebook Watch, Adrienne Banfield Norris, Jada Pinkett Smith y Willow Smith, mientras hablaba de su nuevo libro, «I’m Glad My Mom Died», declaró.
“Estoy tan decepcionada de ti”, comenzó su madre en el correo electrónico, que también se incluye en el libro.
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«Solías ser mi angelito perfecto, pero ahora no eres más que una pequeña… zorra, una puta, toda agotada», leyó Jennette McCurdy en el adelanto del próximo episodio de “Red Table Talk”, señalando que su madre usó «todo en mayúsculas» en los insultos.
Su madre también criticó a la actriz de «iCarly» por estar con un «ogro horrible de hombre» y «frotar su repugnante estómago peludo» en un «sitio web llamado TMZ».
Debbie McCurdy llamó a su hija un “monstruo feo”
Después de llamar a Jennette una “mentirosa malvada e intrigante”, su madre continuó escribiendo: “Tú también te ves más gordita. Está claro que te estás comiendo tu culpa. Pensar en ti con su ding-dong dentro de ti me enferma. ¡Enferma! Te crié mejor que esto”.
Debbie McCurdy preguntó a dónde se había ido su “niña buena” y agregó: “¿A dónde fue y quién es este monstruo que la reemplazó? Ahora eres un monstruo feo. Les hablé a tus hermanos de ti, y todos dijeron que te repudiaban al igual que yo. No queremos tener nada que ver contigo”.
El correo electrónico concluyó: “Envíame dinero para una nevera nueva; la nuestra se malogró”.
La relación entre Jennete McCurdy y Debbie era prácticamente nula cuando esta última murió en el 2013. Siete años después, la exestrella de Nickelodeon realizó su espectáculo unipersonal, «I’m Glad My Mom Died», en Los Ángeles y Nueva York.
En entrevistas para promocionar su libro del mismo nombre, que se publicó en agosto, Jennette McCurdy habló con franqueza sobre los trastornos alimentarios con los que luchó mientras su madre la pesaba, medía sus muslos y contaba sus calorías.
“El dolor por mi madre solía ser realmente complicado”, dijo la cantante en “Good Morning America” el mes pasado, explicando que escribir el libro jugó un papel muy importante en su viaje de “curación”.
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