Según el entorno cercano de Isabel Preysler, la socialité le dio a conocer a Mario Vargas Llosa el fin de su relación por medio de una carta.
Por Gabriela Peña
La periodista española Beatriz Cortázar dio a conocer esta mañana en EsRadio la versión del entorno de Isabel Preysler, que da más detalles específicos de cómo fue la decisión de terminar la relación de más de 8 años con el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa.
Por lo visto, la gota que colmó el vaso, sostiene la periodista, es una discusión por celos infundados presenciada accidentalmente por una amiga de Isabel.
Todo sucedió la noche del miércoles 30 de noviembre, cuando se celebró en el Palacio de Correos de Madrid la fiesta de Moët & Chandon. Isabel llegó a casa y se tomó su tiempo en el baño para desmaquillarse. Aprovechó para hablar con una amiga por teléfono con el altavoz mientras lo hacía. Eran alrededor de la 1:45 de la madrugada cuando Mario, que llevaba ya varias horas acostado, irrumpió en el baño. Le montó una escena de celos que la amiga de Isabel, al otro lado del teléfono, escuchó.
Al día siguiente, Mario acudió a una cita de trabajo y le pidió al chofer de Isabel que le llevara de regreso no a la casa de Isabel en Puerta de Hierro, sino a su departamento en el centro de Madrid. No le dijo a su pareja que no regresaría a casa, pero tampoco ella preguntó, pues dio por acabada la relación.
La carta de Isabel a Mario
Dos días después de esa acalorada discusión en el baño, Mario Vargas Llosa le envió a Isabel Preysler con un mensajero el manuscrito de su próxima novela, que versa sobre la música criolla, según adelantó el escritor. Era su manera de pedirle perdón, pero no logró su propósito. Isabel contestó a su gesto escribiéndole una carta de puño y letra en la que le confirmaba a su pareja de los últimos ocho años que no había vuelta atrás en su ruptura y que se llevara sus cosas de casa.
Desde entonces, viven separados y han pasado la Navidad cada uno por su lado.
Tras las declaraciones a ¡Hola! en la que Isabel anunciaba la ruptura, Mario negó los motivos de la misma este lunes a su llegada a Madrid tras unos días en París con su hijo Álvaro. No reconoce los hechos pero en su círculo cercano se rumorea que el escritor está feliz por desvincularse al fin del entorno frívolo de Preysler, el mismo que, según fuentes cercanas, no le llenaba culturalmente.
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