Tamara e Íñigo viajaron a República Checa para pasar un divertido fin de semana en el que no han faltado las fiestas temáticas y la buena gastronomía.
Por Gabriela Peña
Tamara Falcó e Íñigo Onieva están viajando sin cesar tras anunciar en diciembre que se daban una segunda oportunidad con respecto a su relación amorosa. Al empezar el año, la hija de Isabel Preysler y el empresario decidieron escaparse a un viaje al Polo Norte y este último fin de semana han visitado Praga, donde disfrutaron de una espectacular fiesta bajo la temática de los felices años veinte.
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La pareja partió el viernes para la capital de República Checa para disfrutar de la ciudad, a pesar del frío intenso que envuelve a esta parte del mundo. El primer lugar que visitaron fue una espectacular fiesta en Praga en la que debían asistir vestidos al estilo de los años veinte. La cena de lujo se festejó en un extraordinario salón decorado en tonos rojos, con velas y con vajilla plateada de cuyo techo colgaban unas preciosas lámparas de cristal de Bohemia.
Tamara deslumbra en Praga
Para este evento, la marquesa de Griñón decidió usar un vestido largo satinado en tono anaranjado con estampado de flores que llevaba anudado a la cintura y que tenía un delicado escote en la espalda. Para darle un toque chic al estilismo, la chef eligió un precioso turbante ancho en tono nude con un broche joya en la parte delantera, ideal para una fiesta con esa temática. Por su parte, Íñigo se vistió con un elegante esmoquin negro.
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Asimismo, la celebración estuvo acompañada por una orquesta inspirada en la década de 1920 y la pareja bailó tras la cena en la pista que se abrió en otro de los salones.
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