En las últimas semanas el empresario también viajó a Budapest, lugar donde celebró su despedida de soltero.

Por Walter Chunga

A tan solo unas semanas de la esperada boda entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva, el empresario decidió alejarse de todo el estrés que le han generado los preparativos de su matrimonio que se celebrará el 8 de julio en el Palacio del Rincón, ubicado en la localidad madrileña de Aldea del Fresno.

Onieva hizo sus maletas para visitar dos rumbos idílicos en Europa: Italia y Croacia. La primera parada la realizó en Venecia, luciendo una gorra de marinero para la ocasión. El prometido de Tamara navegó a través de los canales de Venecia con una lancha. Además, el español aprovechó para deleitarse con manjares de la gastronomía de la zona como la pasta fresca, la pizza al horno de piedra y el carpaccio de ternera.

El prometido de Falcó en Venecia. (Foto: Instagram Íñigo Onieva).

Cabe precisar que una de las pasiones de Iñigo Onieva es la buena comida y junto a la socialité Tamara Falcó tiene un grupo, llamado The Gourmet Club, con el que cada semana acuden a un restaurante distinto para probar el menú.

 

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Íñigo Onieva pasea por Croacia

El siguiente destino del ingeniero fue la ciudad de Pula, Croacia. Se trata de una ciudad costera ubicada al norte de la Península Balcánica que se caracteriza por sus numerosos monumentos de la época romana. Entre ellos destacan el Anfiteatro de Pula, con una arquitectura muy similar a la del Coliseo de Roma, la puerta de Hércules, el Templo de Augusto y el Arco de los Sergios.

Onieva junto a sus amigos en Croacia. (Foto: Instagram Íñigo Onieva).

Otro de los atractivos de Croacia, que cada vez se vuelve más popular entre los turistas, son sus hermosas playas de arena blanca y aguas cristalinas. Íñigo aprovechó para contemplar la puesta del sol para despejar su mente y llegar con todas las energías recargadas a su boda.

A mediados de este mes de junio, Iñigo realizó su despedida de soltero en Budapest, junto a su pandilla de “Los Curris”, de la que forman parte, entre otros, los abogados Juan Gonzalo Ospina y Álex Ripoll. En la capital húngara visitaron algunos lugares emblemáticos como el New York Café, que con un siglo de historia es considerado un punto de encuentro de artistas y poetas.

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