Hace dos años, Rosario decidió romper esquemas. Demostró que dos carreras tradicionalmente opuestas pueden convivir en armonía: el modelaje y el Derecho.
Era 2013 y, al terminar el colegio, decidió buscar nuevas experiencias. “El modelaje me pareció una oportunidad perfecta para ello”, cuenta. Así, firmó un contrato con la agencia de modelos D Agency. Pero la experiencia más demandante empezaría después. A los 18 años, ingresó a la carrera de Derecho en la PUCP, y los cursos, las lecturas y los trabajos académicos de la universidad comenzaron a probar cuán bueno era su nivel de organización.
Rosario salió airosa. A veces, hasta llevaba sus lecturas a las sesiones de fotos o los desfiles. Y, con el apoyo de sus padres, se dio cuenta de que sí era posible cumplir con ambas carreras, pero que la prioridad siempre la tendría su formación como abogada. “Considero que Derecho es una carrera muy completa y tiene un montón de ramas para especializarse. Además, me parece muy interesante ver los casos que nos plantean en las clases y que se aplican a la vida real”, explica.
Esa vocación la comparte con su hermana melliza, quien ingresó a la misma carrera en la misma universidad. Rosario afirma que su relación es muy buena, y lo confirma con el sinfín de anécdotas que tiene para contar: desde la confusión de su enamorado a causa de su parecido físico hasta la mirada sospechosa de un profesor que pensaba que las hermanas habían cambiado de identidad para dar un examen. “Con Cristina, siempre hemos tenido los mismos gustos y nos han confundido muchas veces, pero una vez que nos conocen bien es imposible equivocarse”, agrega.
Ambas también comparten la pasión por el modelaje. Lo que más le gusta a Rosario es que le permite desinhibirse y soltarse, porque admite que a veces puede llegar a ser bastante tímida.
Pero con quienes no demuestra timidez es con los animales. Todo empezó cuando su mamá llevó al primer perro abandonado a su casa. Ahora tienen cuatro perros, dos loros, una tortuga y quince periquitos. “Mi familia es ‘animal lover’. Es algo que mi mamá y yo tenemos en común. Mi papá fue más difícil de convencer… ¡Hasta ahora dice que tener cuatro perros es una locura!”, cuenta, entre risas.
El poco tiempo libre con el que Rosario cuenta lo divide entre salir a caminar con sus perros –porque cada uno “es como un integrante más de la familia”– y pasar un rato en la noche con su familia o su enamorado. Sin embargo, aún en horas de relajo no deja de hacerse un espacio para repasar las lecturas de la universidad.
La agenda de Rosario siempre estuvo copada. Hace unos años, tuvo la suerte de viajar a países como Chile y Argentina, y, además, conoció distintas ciudades de Estados Unidos y Europa. La que más le gustó fue Madrid.
“Aparte de ir a ver a mi hermano mayor y a pasar la Navidad con la familia completa, es una ciudad linda para visitar”, agrega.
Ahora que falta poco para que acabe el año, ya planea cómo serán sus vacaciones de verano. Quiere ser voluntaria en un albergue de animales, dedicarse a su carrera, trabajar en un estudio de abogados… y, en simultáneo, promete continuar con el modelaje.
Más a largo plazo, en unos diez años, se ve viviendo sola y ejerciendo su carrera de forma exitosa; sin embargo, afirma que “muchas cosas pueden suceder en ese tiempo”. Ella prefiere dejárselo al destino.
Texto: Paloma Verano
Fotos: Gonzalo Miñano
Dirección de arte: Camila Rodrigo
Estilismo: Sara Vílchez
Maquillaje y peinado: Olga Soncco
Video: Jimena Gallarday
Agradecimientos: Prüne, Peruvian Flake y H&M