La ex primera dama de México, Beatriz Gutiérrez Müller, busca la nacionalidad mediante la Ley de Memoria Democrática, pese a haber impulsado un reclamo oficial contra España por los actos cometidos durante la colonización
Por: Redacción COSAS
Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del expresidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, inició el proceso para obtener la ciudadanía española, según confirmaron fuentes diplomáticas al diario ABC. La escritora e investigadora, quien protagonizó en 2019 un conflicto diplomático con la Corona por exigir disculpas por los crímenes de la Conquista, recurre ahora a la Ley de Memoria Democrática para convertirse en ciudadana del país europeo.
Beatriz Gutierrez junto a su esposo, el expresidente de Mexico, Manuel López Obrador.
La ley, aprobada en octubre de 2022, permite a descendientes de exiliados o migrantes forzosos del franquismo acceder a la nacionalidad. Gutiérrez Müller es nieta de catalanes por parte de madre y de castellanos por parte de padre, lo que le permite acogerse a este beneficio. El trámite podría concluir en un plazo aproximado de 25 meses.
En días recientes, medios mexicanos reportaron la presencia de Gutiérrez Müller en instalaciones consulares españolas en Ciudad de México. Aunque inicialmente se especuló que su interés era académico y que buscaba un visado de estudiante, fuentes diplomáticas confirmaron que su intención es adquirir la ciudadanía.
Nacida en Ciudad de México en 1969, Beatriz Gutiérrez Müller es licenciada en Ciencias de la Comunicación, máster en letras iberoamericanas y doctora en Teoría Literaria.
De crítica a solicitante
La decisión provocó asombro por el pasado reciente de la ex primera dama en relación con España. En 2019, fue una de las principales promotoras del envío de una carta firmada por el Gobierno mexicano en la que se exigía a la Corona española una disculpa oficial por los abusos cometidos durante la conquista de América. En la misiva se afirmaba:
«Comenzó como un acto de voluntad personal contra las indicaciones y marcos legales del Reino de Castilla y la conquista se realizó bajo innumerables crímenes y atropellos».
El texto continuaba:
«Con este propósito, el Gobierno de México propone a Su Majestad que se trabaje a la brevedad, y en forma bilateral, en una hoja de ruta para lograr el objetivo de realizar en 2021 una ceremonia conjunta al más alto nivel; que el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados».
Esa solicitud nunca fue respondida formalmente por el Gobierno español. Poco después, López Obrador utilizó una de sus conferencias para profundizar el reclamo. La tensión escaló y en 2022 el mandatario mexicano decretó una “pausa” en la relación bilateral con España, una medida simbólica que no frenó el flujo de inversiones ni los contactos diplomáticos, pero sí afectó el trato con el rey Felipe VI y el presidente Pedro Sánchez.
Aunque México y España carecen de un tratado de doble nacionalidad, Gutiérrez Müller no perdería su pasaporte mexicano al convertirse en ciudadana española. El trámite no implica renuncia a su ciudadanía de origen. Para completar el proceso, deberá jurar fidelidad al monarca español, el mismo al que su esposo exigió una disculpa pública por los hechos del siglo XVI.
Además de su carrera académica, Beatriz fue una figura activa durante el mandato de su esposo, aunque rechazó asumir funciones protocolarias como primera dama.
Reacción en el entorno de Sheinbaum
La solicitud de nacionalidad fue interpretada en el entorno de la presidenta Claudia Sheinbaum como una oportunidad para normalizar los vínculos con España. Según fuentes diplomáticas citadas por ABC, México confirmó su presencia como país patrocinador en la próxima edición de la Feria Internacional de Turismo en Madrid, tras su ausencia en 2024. La exclusión de representantes de la monarquía española en la toma de posesión de Sheinbaum contrastó con la invitación extendida al presidente ruso Vladímir Putin, actualmente requerido por la Corte Penal Internacional.
El proceso iniciado por Gutiérrez Müller podría culminar con su obtención de la nacionalidad antes del fin del sexenio de Sheinbaum. La paradoja es evidente: una de las voces que promovió el agravio por la Conquista pasará a ser súbdita del país al que exigió disculpas.
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