Desde el hospital Gemelli de Roma, el pontífice saludó y agradeció a los fieles que se congregaron para verlo antes de recibir el alta. Si bien su salud mejora, su recuperación será larga.
Por Redacción COSAS
El Papa Francisco reapareció en público este domingo tras cinco semanas de hospitalización por una neumonía bilateral. Desde un balcón del hospital Gemelli de Roma, saludó a los fieles que se reunieron para verlo antes de recibir el alta médica. Sentado en una silla de ruedas y con voz débil, el pontífice de 88 años expresó con emoción: “¡Gracias a todos!”. Su reaparición fue corta y permaneció en el balcón durante dos minutos antes de abandonar el hospital en un auto. Desde la ventana cerrada del asiento delantero, saludó a los periodistas mientras se alejaba. Se lo vio más delgado y con un semblante cansado, además de llevar una cánula nasal para recibir oxígeno. Sin embargo, su salud mejora. Aun así, sus médicos advierten que la recuperación será larga y que necesitará al menos dos meses de convalecencia.
El Papa Francisco fue hospitalizado el 14 de febrero de 2025.
Cinco largas semanas
Durante su hospitalización, el Papa se ausentó del rezo dominical del Ángelus durante cinco semanas consecutivas, algo sin precedentes en su pontificado. Sin embargo, este domingo, expresó su tristeza por el recrudecimiento del bombardeo israelí sobre la Franja de Gaza y exigió su cese inmediato. Su equipo médico confirmó el sábado que su estado evoluciona favorablemente y que podía abandonar el hospital, aunque deberá continuar con su recuperación. “El hospital, aunque parezca extraño, es el peor lugar para una convalecencia: es el lugar donde se contraen más infecciones”, explicó el doctor Sergio Alfieri en una rueda de prensa. Además, detalló que el Papa se mostró “muy contento” al enterarse de que recibiría el alta. “Llevaba tres o cuatro días preguntándonos cuándo podría volver”, comentó.
A pesar de su mejoría, Alfieri aclaró que la convalecencia es, por definición, un periodo de recuperación, por lo que durante este tiempo no podrá retomar su agenda habitual. La advertencia es relevante, dado que Francisco mantiene un ritmo de trabajo intenso, con reuniones, celebraciones religiosas y viajes frecuentes. El pontífice ha enfrentado diversos problemas respiratorios a lo largo de su vida, en particular desde que perdió parte de un pulmón en su juventud. Esta neumonía bilateral lo obligó a permanecer con asistencia respiratoria durante semanas, y todavía necesitará terapia para recuperar el uso de la voz.
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Los médicos también revelaron que el Papa atravesó dos momentos críticos en los que su vida estuvo en peligro, aunque nunca fue intubado y permaneció consciente en todo momento. Enfrentó episodios de insuficiencia respiratoria aguda, uno de ellos acompañado de vómitos, y requirió transfusiones de sangre y la aspiración de abundantes secreciones en sus pulmones. Durante su hospitalización, la escasez de información oficial alimentó especulaciones sobre su estado de salud. El Vaticano solo publicó una imagen en la que Francisco aparecía sentado y cabizbajo en su capilla privada, así como un breve audio en el que, con voz cansada y entrecortada, agradecía a los fieles por sus oraciones.
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