Activista LGBT, conductor de televisión, productor, escritor y hasta director de cine… Aunque Ricardo Morán parecía haber alcanzado todos sus logros profesionales, aún le faltaba un oficio para sentirse completo: ser padre. Gracias a la gestación subrogada, acaba de cumplir una meta que tenía trazada desde 2004. ¿Cuán desafiante es la paternidad para un hombre gay y soltero en el Perú?

Por María Alejandra López Fotos Rafo Iparraguirre Dirección de arte Luna Sibadón

Ricardo Morán acaba de llegar de Austin, Texas. En el segundo piso de su departamento, donde nos reunimos para esta entrevista, aún hay varias maletas de su viaje que no han sido abiertas.

En los últimos dos meses, el conductor del programa “Yo Soy” (que se realiza a través de su productora audiovisual Rayo en la Botella) ha tenido que cumplir un estricto trabajo las 24 horas del día: cuidar de sus mellizos. El pasado 26 de abril, Catalina y Emiliano nacieron en una clínica estadounidense a través de la gestación subrogada, una técnica de reproducción asistida medianta la cual una mujer accede a gestar al hijo de otra persona o pareja.

Como padre del siglo XXI y comunicador, Morán ha documentado todo el proceso a través de Instagram. De hecho, anunció la llegada de sus bebés por medio de esta red social, no sin antes eliminar todas las fotografías que tenía previas al nacimiento de sus pequeños. Como él mismo afirma, ese día empezó su vida por segunda vez.

Debes de estar a mil… –le comento.

La gente dice que tener hijos es “estar a mil”. No creo que sea estar a mil, pero sí es estar en un permanente estado de alerta. Eres responsable de la vida y la supervivencia de una persona. Hay momentos de calma, pero nunca dejas de estar alerta.

“Nadie tiene el derecho de criticar a alguien que quiere tener una familia. Los niños necesitan amor y un hogar en el que puedan ser felices”, dice Morán. El conductor hizo pública su homosexualidad en 2015.

¿Siempre quisiste ser papá?

¡Toda la vida! Provengo de una familia muy feliz: mis padres han sido presencias activas en mi desarrollo. Siempre buscaban hacer cosas conmigo y mis hermanos. Íbamos de campamento y de viaje en carro. Mi papá nos ayudaba a construir cometas y nos llevaba a matinés para ver dibujos animados. Siempre he tenido la imagen de que la paternidad es un vínculo activo en la vida de los hijos. Además, imaginé que de grande sería como ellos.

En el camino, varias cosas se cruzaron en mi vida, como el proceso de aceptar mi homosexualidad, que me tomó veinte años. Cuando la asumí, una de las primeras cosas que me dijo mi madre es que ella sí quería tener nietos. Esa fue la primera realidad con la que me enfrenté socialmente. En el Perú hay mucho desconocimiento, y se lo digo a todo el mundo: “¡Disculpa, soy gay pero no soy estéril!”. Una cosa no tiene que ver con la otra.

¿Por qué optaste por realizar el proceso de gestación subrogada en Estados Unidos?

En el Perú no hay un marco legal para los hombres que eligen la gestación subrogada. En Estados Unidos, sí. Yo realicé el proceso con Growing Generations, una agencia con veinte años de trayectoria. Emiliano y Catalina son los bebés 1774 y 1775 que han nacido a través de esta agencia. Ellos tienen un convenio con una clínica de fertilidad y cuentan con un estudio de abogados. Su staff llevó todos los contratos ante un juez, y él emitió un dictamen que señala que yo soy el único padre de los niños.

Es decir, ya no existen problemas legales.

No, todavía los hay. La partida de nacimiento americana solo avala que Catalina y Emiliano son mis hijos y ciudadanos estadounidenses, y con eso emití sus pasaportes. Ahora intenta hacer eso en el Perú… Debido al Código Civil, no puede existir una partida de nacimiento que no mencione a la madre. Por ello, al ser un hombre que he tenido a mis hijos con una donante anónima, no puedo inscribirlos como ciudadanos peruanos.

¿No serán ciudadanos peruanos?

El proceso es engorroso y largo, pero lo voy a lograr. Dame un campo de batalla y una injusticia, y estoy en mi salsa.

Te veo decidido…

¡Mis hijos tienen que ser peruanos! Al haberlos traído al Perú, no pueden salir del país hasta que cumplan 18 años. En Migraciones se requiere una carta notarial del padre y de la madre, y no tengo cómo sacar ese documento.

Ricardo asegura que, durante las grabaciones de la nueva temporada de “Yo Soy”, sus pequeños estarán siempre a su lado. “He creado un espacio para ellos en mi oficina”, explica.

Has compartido varios videos de tu experiencia en Estados Unidos. Sé que tu madre y tu hermana te han apoyado muchísimo. ¿Quiénes más han sido vitales para ti?

Lily, la señora que trabaja conmigo desde hace quince años y es como mi madre adoptiva; y Sabrina, mi asistente personal y mi gran amiga. Junto a mi madre y mi hermana, todos éramos el “twin’s team”. ¡Hasta que empezaron a dejarme solo! Al final solo éramos Lily y yo.

¿Cuánto tiempo se quedaron solos?

¡Una semana! Pero fue más que suficiente. Todo mi respeto para las madres solteras que crían solas a sus hijos. Si bien he tenido ayuda, tomé una decisión: siempre iba a hacerme cargo de un bebé y jamás iba a tener una pausa. Esto ha generado varias reacciones en las redes sociales, especialmente de algunos hombres.

¡Me han dicho que este es el rol de la mujer! Incluso, varias amigas me han aconsejado dejar a los bebés con la nana porque duermen todo el día. A todos les respondo: me convertí en padre para cambiar pañales, que me orinen, y para despertarme a las cuatro de la mañana. Esa es la experiencia que quiero vivir.

Escribiste en Instagram que la gestante subrogada es una mujer maravillosa…

Sí, establecimos un vínculo natural. Me tocó una gran familia. Hasta se involucraron su marido y su madre, y solíamos almorzar juntos. Fue bien bonito. He tenido la suerte de poder ausentarme dos meses de mi trabajo, de que los embriones se hayan implantado al primer intento y de que el embarazo haya sido impecable. También he tenido un círculo de amor muy grande, que espero que se transfiera a mis hijos.

Manual de paternidad

El 28 de julio es el lanzamiento oficial del segundo libro de Ricardo Morán, «Yo soy tu padre», en la Feria Internacional del Libro de Lima.

Ricardo Morán se prepara para lanzar su segundo libro en la próxima edición de la Feria Internacional del Libro de Lima, una publicación que planea resolver las dudas de las personas que están apostando por tener hijos a través de la gestión subrogada.

“El libro cumple dos objetivos: contar mi camino en búsqueda de la paternidad y explicar los aspectos técnicos y científicos del proceso”, explica el autor. A pesar de que tiene poco tiempo como padre, Morán ha venido preparándose para la llegada de Catalina y Emiliano desde el año 2017, cuando contactó a la agencia Growing Generations.

¿Cómo te preparaste para asumir con éxito tu paternidad?

El libro “Twiniversity”, de la bloguera Natalie Diaz, fue mi preparación. Cuando ella tuvo gemelos, no encontró información al respecto. Así que creó un blog y luego escribió un libro. Me volví su seguidor y lo leí completo. Ella me enseñó que con los mellizos es imperativo tener un horario y respetarlo. Además, es bueno anotar todo en un cuaderno, ya que es muy fácil confundirse. Si bien tengo buena memoria, a los tres días ya no me acordaba a qué hora habían hecho caca…

¿En algún momento pensaste en esperar a la persona indicada para compartir la paternidad?

Por supuesto, pero esta es una decisión para toda la vida. La posibilidad de encontrar una pareja con la que se formen vínculos fuertes para compartir la educación de un ser humano no surge de un día para el otro. He tenido tres relaciones largas, y creo que ninguna llegó a tener el tiempo suficiente como para vincularnos a la crianza de una persona. Tengo 45 años: cuando mis hijos tengan 10, yo voy a tener 55; y cuando decidan ser padres a los 25 o 30, voy a tener casi 80 años. No podía sentarme a esperar.

La comunidad online Twiniversity de la bloguera y escritora Natalie Diaz fue vital para su preparación como padre de mellizos.

Era el momento preciso…

En 2004, no podía con el presupuesto de la gestación subrogada. Luego tuve varios problemas económicos y, poco a poco, me fui recuperando. En los últimos ocho años, recién he construido la base de una vida con la que puedo dar a mis hijos lo necesario para ser felices. No hablo de una vida rica a nivel económico, sino de una vida en la que pueden ser felices. Para mí, eso es lo más importante. Hace dos años, busqué el mail que le había escrito a la agencia en 2004 y los contacté. Me escribieron en octubre del 2017 y ahí empezó el proceso. Los mellizos nacieron el 26 de abril.

¿Qué opinas de las críticas a tu paternidad?

Nadie tiene el derecho de criticar a alguien que desea tener una familia. Los niños necesitan amor y un hogar donde puedan estar seguros. Esos hogares pueden ser muy diferentes: pueden estar conformados por tías, abuelas o familias que adoptaron niños. Mucha gente dice que les he quitado a mis hijos el derecho de tener una madre, pero su derecho es tener un hogar feliz y lleno de amor. La composición de ese hogar es totalmente secundaria.

¿Por qué sueles responder los comentarios de tus haters?

Porque soy comunicador y activista. Una de las cosas con las que me enfrento día a día es con el hecho de que la discriminación y el odio hacia las personas diferentes es algo normalizado en la sociedad. Como activista, considero importante sacar al llano la realidad en la que vive la comunidad LGBT.

Actualmente, Morán dirige la productora audiovisual Rayo en la Botella.

Has desarrollado mucha templanza. Cualquiera se quebraría al leer comentarios negativos…

Sí, a la larga puede envenenar un poco y ser difícil. Pero recibir algunos comentarios puede ser bonito, especialmente en junio (mes en el que se celebra el Orgullo Gay), cuando la gente se acerca para contarme sus historias. Con el paso de los años, las historias se han vuelto más bonitas. En la época en la que salí del clóset, la gente me escribía historias de terror. Tuve contacto con una asociación peruana, It Gets Better Perú, que había recogido testimonios de adolescentes que habían sufrido violación correctiva.

Cada vez que alguien me pregunta por qué marcho, respondo que no marcho por mí. Marcho por el transgénero que vive en extrema pobreza y al que agarran a golpes. En Sudamérica, la expectativa promedio de vida de una persona trans es de 35 años. ¿Cuándo fue la última vez que un trans te atendió en una cafetería o en la recepción de un edificio?

Dentro de pocos días, empieza la nueva temporada de “Yo Soy”. ¿Quién te ayudará con los mellizos?

Ahora está la señora Rosa, la nana mellizera. ¡Pero los mellizos van a ir al canal! He creado un espacio para ellos en mi oficina. Tengo un gran ejemplo: Karen Schwarz y Ezio Oliva. Ellos crían a su hija sin una nana. ¿Cómo lo solucionaron? Antonia va con ellos a todos lados: ha pisado sets de televisión y hasta los conciertos de Ezio, y eso ha generado que se convierta en una niña muy empática y cariñosa.

Voy a aceptar cualquier tipo de ayuda, pero voy a tratar de que los mellizos estén conmigo todo el tiempo. No he tenido hijos porque fuera una obligación social. Los he tenido porque quiero pasar tiempo con ellos.

Has sido profesor; de hecho, fuiste mi profesor de improvisación. Recuerdo que eras muy exigente… Con relación a tu faceta como padre, ¿te ves como una figura amiguera o estricta?

Quiero ser un padre amoroso. No creo que se pueda ser amiguero porque soy su papá, y tampoco se trata de ser estricto. Si hay algo que deseo es que quieran libremente y que no sean reticentes con su cariño. Además, tengo esta frase tatuada en la cabeza: “A un niño puedes decirle todo tipo de cosas para educarlo, pero solo aprenderá con el ejemplo”. En ese sentido, tener hijos es una invitación de la vida para convertirme en una mejor persona y revisar quién soy. Eso es lo que ellos van a aprender, y no puedo darme el lujo de que aprendan lo peor de mí. Debo ser mejor por ellos.

Asistente de dirección de arte: Alexandra Carcausto
Styling: Sara Vílchez
Maquillaje: Olga Soncco
Asistente de fotografía: César Silva
Asistente de styling: Camila Vidalón
Agradecimientos: Banana Republic, H&M, Gap