La bodega Yacochuya es un descubrimiento para conocedores. Muy pocos todavía se arriesgan a experimentar vinos de regiones desconocidas para el ámbito comercial. Pero, a decir verdad, entre paladares exigentes, esta bodega ya cruzó la velocidad de la luz con respecto a calidades súper premium. Su éxito se debe a ciertos factores que la hacen especial y admirable.
Por José Bracamonte
Yacochuya, Cafayate es un verdadero paraíso de la viticultura en el noroeste argentino, con un clima muy característico de días calurosos y noches frescas.
Traducido literalmente como «agua clara» en el idioma quechua, Yacochuya hace referencia al precioso río adyacente al viñedo.
La Bodega Yacochuya se encuentra a más de 2000 msnm, y es una de las vitiviniculturas más altas del mundo. En la finca hay 30 hectáreas plantadas con uvas Malbec, Cabernet Sauvignon, Tannat, Cabernet Franc y Torrontés. Al sembrar en altura, cada cepa se porta diferente y la gran intensidad de los rayos solares generan que las pieles de estas se tornen más gruesas, dando vinos de gran estructura y terciopelo en boca más amplio.
Vinos de mucha expresión y armonía infinita
Estas características climatológicas aseguran una sanidad natural de las uvas, libres de hongos y otros problemas que se dan en zonas de suelos arcillosos y de mayor humedad ambiente.
La altitud es un factor importante en la ecuación de estos vinos, ya que garantiza máxima exposición solar (mínimo 300 días de sol al año). Además, la región se caracteriza por sus escasas lluvias (200 mm por año como máximo), tierras arenosas con poco material orgánico y una amplitud térmica considerable (diferencia de temperatura entre el día y la noche).
La historia lo dice
La Familia Etchart hace vinos desde 1850 por el lado materno. El antecedente en Cafayate es la familia de Flavio Lema Niño, de la cual se conservan los viejos tinajones de arcilla donde se almacenaba el vino.
Arnaldo Benito Etchart compró la finca y bodega La Florida en la primera mitad del siglo XX, en 1938, y es su hijo Arnaldo quien desarrolla la marca «Etchart», con gran éxito en Argentina y el exterior.
Esta bodega se vendió al grupo Pernod Ricard en el año 1996. Un año antes, Arnaldo ya tenía en el mercado los vinos del nuevo emprendimiento: San Pedro de Yacochuya, logrando un producto Premium de excelente calidad internacional.
En este particular lugar nace uno de los vinos más importantes del mercado sudamericano.
El destino, el clima y la magia unió al famoso Michel Rolland en una visita a la familia Etchart en 1988 para que desarrollen juntos los vinos tintos de la bodega Etchart, hoy bodega Yacochuya. Ese año empezó la relación de trabajo y amistad, con uno de los mejores enólogos del mundo. Este fue uno de los primeros asesoramientos de Michel fuera de Francia.
Posteriormente, en 1989, la revista americana Wine Spectator, tuvo a Rolland en una de sus portadas ese año, avalando a escala mundial su prestigio. Ahí empezó el sueño. Tintos y blancos que siguen marcando grandes puntajes para los críticos más importantes.
La bodega tenía una capacidad de elaboración de 90 mil litros, equipada con la más nueva y moderna tecnología. A principios del año 2020, la bodega llegó a una capacidad instalada de 350.000 litros y elabora, entre todas sus etiquetas, alrededor de 250.000 botellas. En 2001, la bodega exportó su primer vino premium, Yacochuya – M. Rolland, Cosecha 1999, sin dejar de atender el mercado local.
En el año 2003, empezó el desarrollo de un nuevo viñedo en las cercanías del pueblo de Tolombón, a 16 km. al sur de Cafayate. En esta finca se plantaron las variedades Malbec, Cabernet Sauvignon y Tannat. Se implantaron plantines producidos a partir de las viñas de la finca Yacochuya. Con estas uvas se produce la línea de vinos varietales Coquena, que se lanzaron al mercado interno en el año 2009 y en el 2010 se comenzaron a exportar a Latinoamérica, USA y China. En 2015, salió el primer corte Coquena, de Malbec, Cabernet Sauvignon y Tannat, un vino con un leve paso por barrica de segundo y tercer uso (6 meses aproximadamente).
Potencia en cada sorbo
Los vinos tintos que se producen en este terroir son vinos potentes, con mucho cuerpo y color. Conversé con su importador, Firdaus Madon, experto en vinos de Xtreme Blue, y me contó que llegar a esta bodega fue muy difícil. Él soñaba con traer al Perú estos grandes vinos, ya que en el mundo es muy pedido este vino, pues proviene de un pequeño pueblo llamado San Pedro de Yacochuya, lo que lo hace más especial y más único. Firdaus buscaba personalidad y carácter en un vino y en este caso lo encontró.
El vino de Yacochuya nace en la viña, es un vino de familia. Viñedos de más de 100 años. Esto implica un cuidado especial del viñedo y rendimientos muy acotados, alrededor de 6.000 kilos por hectárea y no más de 12 a 15 racimos por planta.
Hoy les traigo al gran vino Coquena, místico, lleno de estilo. Le llamo el second grow de Yacochuya. Hecho en Finca Tolombón, Valles Calchaquíes, Cafayate, provincia de Salta, Argentina, a 1700 metros de altura y diseñado por los enólogos Michel Rolland y Marcos Etchart.
Una pintura de vino hecho a mano. Goloso, desértico y perfecto como best buy de altura premium. Degusté 4 variedades: Torrontés, el Tannat, el Cabernet Sauvignon y el mágico blend hecho Malbec, Tannat y Cabernet Sauvignon.
Cada vino tiene una producción limitada entre 15000 y 17000 botellas. Todos añejados en roble francés costumizado para ellos cual sastre.
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