Para muchos se trató de una ceremonia sin demasiada gracia y algunos han tildado de anodino a Jimmy Kimmel. Pero la verdad es que el actor y comediante jamás se ha caracterizado por ser alguien precisamente hilarante. A diferencia de otros, no hace grandes gestos ni muecas, tiene un tono de voz casi monótono y parece no esforzarse demasiado. Sus seguidores reconocen que lo suyo es siempre trabajar en función a los demás. Es por eso que sus mejores momentos han tenido como protagonistas a otras personas: Meryl Streep, Matt Damon e incluso un grupo de turistas. A continuación, los repasamos.
El puntapié inicial
A diferencia de otras ceremonias, esta no comenzó con un homenaje ni un repaso por las películas nominadas. No hubo números de baile ni ediciones que infiltraban al host en las escenas de los filmes en competencia. Esta vez todo comenzó con una de las canciones nominadas a cargo de Justin Timberlake. Luego de esto, y de conseguir una ovación de pie, Kimmel ingresó al escenario para provocar otra. De nuevo, para alguien más que para él. Bromeando sobre lo «sobrevalorada» que está, el comediante pidió aplausos para Meryl Streep y, obviamente, todo el mundo se paró de su asiento.
Como era de esperarse, también aprovechó para burlarse de algunos de los directores y actores presentes en la gala. Sobre La La Land, de Damien Chazelle, uno de los directores más jóvenes, disparó lo siguiente: «tiene catorce nominaciones. Una por cada año que ha vivido. Esta noche es muy importante para él, si gana podrá ir a la universidad que elija».
Tampoco se salvó de su humor la trágica Manchester by the Sea: «es muy divertida. Cuando la ves en Amazon te dice: los clientes que compraron este artículo también buscaron Zoloft».
Jimmy Kimmel vs. Donald Trump
El presidente electo de Estados Unidos fue un tema recurrente en bromas y discursos. De hecho, por eso le dedicamos un post especial. Sin embargo, no podíamos dejar de mencionar en esta nota todo lo que Kimmel descargó contra Trump. Para empezar, en el monólogo introductorio, dijo que la ceremonia era vista por más de 225 países que «ahora nos odian». Y continuó diciendo que en Hollywood no discriminan a nadie por su procedencia, sino «por su edad y su peso». Todo esto, claro, en referencia a las políticas antimigratorias de la actual administración.
La gran cereza del pastel se dio cuando, ante el silencio digital del presidente, Kimmel decidió mandarle un par de tuits en vivo.
Comida para todos
Tal vez no fue un momento hilarante, pero sin duda se trató de un sello personal. Si en los Emmy, en colaboración con su madre y los niños de Stranger Things, ya había repartido panqueques a la audiencia, ahora no iba a ser menos. Por eso, valiéndose de una buena infraestructura y unos paquetes bastante prácticos, hizo que llovieran dulces desde el techo del teatro.
Tuits malvados
Otro sello propio son los Mean Tweets. Convertida en una sección esperada de su programa, ahora tuvieron su versión de gala. En ella contaron con la participación de Samuel L. Jackson, Felicity Jones, Robert De Niro, entre otros.
Tour por las estrellas
Ya los mean tweets demostraron que lo suyo es darle el protagonismo a otros. Por eso, cuando preparó otro momento digno de su programa, el mundo quedó más atento a lo que pasa que a él mismo. Con ayuda de la producción, Kimmel logró hacer que un grupo de personas que iban en un bus turístico ingresen a la ceremonia y se paseen por la primera fila. Esto, como era de esperarse, produjo momentos graciosos y encuentros inolvidables.
Matt Damon
Jimmy Kimmel y Matt Damon son dos grandes amigos. Por eso no pierden la oportunidad para gastarse bromas que evidencian la complicidad que hay entre ellos. Kimmel empezó con desde el monólogo: «Conozco a Matt Damon desde hace mucho. Cuando conocí a Matt, yo era el gordo«. Y después, aprovechando que había armado una temática sobre la inspiración en los Oscar, continuó con uno de sus puntos más altos de la noche.