El Museo Mario Testino (MATE) abre sus puertas para albergar Enemigo de las estrellas, obra del artista multidisciplinario Alan Poma. Él participó de un programa de residencias en Londres gracias a una alianza entre el MATE y la Fundación Delfina. Asimismo, para completar su trabajo, Poma viajó hasta Urcos, en Cusco, donde terminó de darle forma a esta nueva exposición. Esta arranca a partir de hoy en la Sala de Exhibiciones Temporales de museo.
“Soy músico experimental, pero el sonido es solamente una parte de la experiencia que propone mi obra”, aclara Poma. Y es que Enemigo de las estrellas es una instalación que mezcla las artes visuales, la música, el teatro, entre otras disciplinas que, en suma, buscan conformar la obra total. En esta muestra también colaboraron Aldo Cáceda en video, Renzo Belón como camarógrafo, Santiago Guerra en la programación y Sandra Serrano en la instalación que genera vínculos entre la arquitectura y el paisaje andino.
Siempre es hoy
En Enemigo de las estrellas el espectador podrá ver el vuelo de un pájaro andino del futuro. Este nace del Sol y planea sobre la laguna de Urcos. Con su obra, Poma busca reflejar los constantes conflictos entre los opuestos.
Asimismo, busca explorar en la corriente del futurismo, “una tradición artística que viene de principios del siglo XX, hecha por gente muy radical, no en términos políticos, sino artísticos”, acota Alan.
Es así que la propuesta de Poma no va por rescatar lo andino, sino de transformarlo. “No hablo del presente, sino del futuro. Y no hablo de un futuro de 10 años, ni de 20 ni de 100. Es probablemente de 1000 años”, expresa. “La visión que tiene el mundo del altiplano es cíclico, donde el tiempo se repite. En ese sentido, mientras más cerca puedas ir al pasado, más cerca vas a estar del futuro”, explica.
Hasta el fin
La obra va hasta el 4 de junio. Sin embargo, para el artista este no es más que el comienzo. “No se puede decir que esta exposición acabará en tres meses. El enemigo de las estrellas recién empieza, va a seguir un tiempo más largo y va a tomar diferentes formas”, apunta Poma, que ya comenzó a pensar en la segunda parte.
Por André Agurto