La esposa de Pierre Casiraghi sigue demostrando su versatilidad profesional mientras celebra su 10.º aniversario de matrimonio. Actualmente, la italiana trabaja en un documental sobre los Grimaldi, una fascinante historia que la une a la familia real monegasca
Por: Redacción COSAS
Beatrice Borromeo, quien cumplirá 40 años en agosto de 2025, no es solo la esposa del elegante Pierre Casiraghi, hijo de Carolina de Mónaco, sino una periodista y documentalista que logró mantener su carrera profesional a pesar de la vida pública que conlleva su matrimonio con la realeza. La pareja celebra este verano una década juntos, y aunque algunos pueden imaginarla como una princesa dedicada exclusivamente a la vida social, ella se mantiene activa profesionalmente.

Beatrice y recientemente estuvo inmersa en la producción de un documental sobre el pasado de los Grimaldi, su familia política.
“Era una historia que me obsesionaba desde hace años”, señaló Beatrice en referencia a su reciente trabajo sobre el príncipe Víctor Manuel de Saboya. Su pasión por el cine y el periodismo la llevó a crear su propia productora, con la cual dirigió el documental para Netflix El rey que nunca existió, que exploró el misterioso asesinato relacionado con la nobleza italiana.
Familia y privilegio
Beatrice nació en una familia con una larga tradición aristocrática. Hija de don Carlo Ferdinando Borromeo, conde de Arona, y Paola Marzotto, Beatrice creció rodeada de lujos en San Candido, una zona famosa por sus estaciones de esquí y su rica historia. La familia Borromeo es dueña de varias islas en el Lago Maggiore, como la Bella, que alberga un palacio barroco y jardines de gran belleza. Su linaje se remonta al siglo XIV, con ancestros que fueron comerciantes, banqueros y cardenales.

Pierre Casiraghi y su novia Beatrice Boromeo durante el Baile de la Rosa de la Fundación Grace en Mónaco.
El destino de Beatrice dio un giro importante en 2008, cuando conoció a Pierre Casiraghi en el Festival de Cannes. La conexión fue instantánea, aunque en ese entonces ambos estaban enfocados en sus estudios. Años después, Pierre le reveló que se casaría con ella, “Ya lo verás”, le dijo, y con el tiempo su predicción se hizo realidad.
La boda en julio de 2015 selló su unión, y desde entonces, la vida de Beatrice estuvo marcada por su matrimonio y su rol como madre de dos hijos. “Nos acostamos a las 11”, compartió en una entrevista, destacando su equilibrio entre la vida familiar y sus proyectos profesionales.

Beatrice y Pierre junto a sus hijos, Stefano y Francesco Casiraghi.
Aunque la familia reside en Mónaco, Beatrice y Pierre disfrutan de momentos de tranquilidad en su refugio en el sur de Francia, donde tienen una finca con caballos, cabras, vacas y ovejas. En estos días, Beatrice se dedica a la cocina, su especialidad siendo la pasta y las chuletas, como ella misma señaló. Este lugar se convierte en su escape ideal, alejada del bullicio y las presiones del Principado.
El mar también es una de las pasiones de la pareja, que a menudo pasa sus vacaciones en el yate Pachá III, un regalo de Stefano Casiraghi a Carolina de Mónaco, que fue heredado por la familia. El yate se convierte en el escenario perfecto para relajarse en las aguas de Saint-Tropez, un destino de lujo al que no pueden resistirse.
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El círculo social de Beatrice es igual de fascinante que su vida. Entre sus amistades más cercanas se encuentran figuras de la alta sociedad, como Margherita Missoni, heredera de la firma de moda, y Cleo Oettingen, princesa y actriz, que mantiene una relación especial con la familia Borromeo. Además, mantiene una gran cercanía con sus cuñadas Charlotte Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, con quienes comparte momentos familiares y sociales.
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