La medida temporal busca aliviar la crisis turística generada por los bloqueos y enfrentamientos en la vía férrea.

Por Redacción COSAS

La paralización de los servicios ferroviarios en el tramo MachupicchuOllantaytambo dejó atrapados a miles de turistas tras el bloqueo de la vía por un grupo de manifestantes en el sector de Qoriwayrachina. Ante esta situación, la Policía Nacional intervino para despejar el camino y garantizar la salida de trenes especiales con pasajeros que no podían abandonar la zona por otros medios.

El lunes 15 de septiembre se iniciaron los primeros traslados humanitarios. Un tren con más de 300 viajeros llegó hasta Ollantaytambo pasadas las 22:00 horas, permitiendo que los pasajeros continuaran hacia la ciudad de Cusco en buses habilitados por las autoridades regionales. Esa misma noche se sumaron otras operaciones, a cargo de Inka Rail y PeruRail, que movilizaron a centenares de personas adicionales.

Las empresas Ferrocarril Trasandino y PeruRail activaron una operación excepcional para evacuar a los afectados.

Ferrocarril Trasandino informó que la habilitación de estas salidas es una medida excepcional y que los servicios habituales no se reanudarán hasta que se restablezca la seguridad plena en la vía. La empresa precisó que la autorización solo rige para trenes de emergencia, destinados principalmente a adultos mayores, niños, embarazadas y personas en situación vulnerable.

Miles de turistas a la deriva

Los enfrentamientos ocurridos durante la liberación del tramo ferroviario dejaron heridos a varios manifestantes y agentes policiales, según RPP. Testigos presenciales relataron que los choques comenzaron cuando las fuerzas de orden intentaron despejar la vía para permitir el paso de los convoyes humanitarios. Imágenes difundidas muestran la resistencia de comuneros, mientras la policía empleaba equipos de protección y formaciones de escudos.

Las protestas, que comenzaron el 14 de septiembre, mantienen en incertidumbre a cerca de 5.000 turistas que aún esperan salir de Machupicchu. El gobierno regional, junto con las concesionarias ferroviarias, coordina nuevas salidas de emergencia en la medida en que se logre mantener despejado el trayecto.

El restablecimiento total de los viajes regulares dependerá de la evolución de las negociaciones con los manifestantes y de que se garantice la seguridad tanto de los pasajeros como del personal ferroviario en una de las rutas más visitadas del país.

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