Un pasaporte de vacunación permitiría a los inoculados eludir algunas restricciones de la pandemia. En esta nota, te contamos todo lo que debes saber sobre su uso.
Por Arianna Gonzáles
La vacuna contra el COVID-19 se ha convertido en uno de los bienes más preciados en pleno 2021. Inocularse devuelve el aliento a quienes llevan más de un año conviviendo con el mortal virus y las estrictas restricciones.
Sin embargo, a medida que avanza el proceso de vacunación se hace más necesario documentar a los inoculados para que, de esta manera, tengan acceso a un poco de la normalidad anterior a la pandemia.
Frente a esto, aparecen los llamados “pasaportes de vacunación” y aunque su uso, hasta el momento, es bastante limitado, estos apuntan a convertirse en una especie de documento esencial en un futuro no muy lejano.
Pasaportes de vacuna en un click
Los registros de vacunación existen desde siempre y ayudan a los ciudadanos a reconocer que están protegidos frente a algunas enfermedades, al postular a un trabajo o a la escuela.
Sin embargo, los pasaportes de vacuna se diferenciarían de ellos, pues tienen en la tecnología a su principal aliada.
Esto quiere decir que son un registro electrónico de vacunación, posiblemente en forma de código de barras o QR, al que se puede acceder desde un teléfono o dispositivo móvil.
La digitalización surge, principalmente, para evitar falsificaciones y pérdidas que eran comunes con los registros de vacunas en forma de cartillas y escritos a mano.
Viajes seguros
Los aeropuertos son, sin duda, lo primero que viene a nuestra mente al pensar en un pasaporte de vacunación.
A corto plazo, el uso más frecuente de estos apuntan a los viajes internacionales, pues muchos países requieren de pruebas negativas para ingresar a sus territorios.
Para disminuir el uso de estas y, principalmente, apuntar a un orden digitalizado a la hora de registrarse, los pasaportes de vacunación parecen la opción ideal.
A medida que disminuyan las restricciones en los viajes, el registro digital cobrará más importancia. Por ello, expertos apuntan a que sea adoptado globalmente.
Esto significaría que tanto aerolíneas, gobiernos, empresas de atención médica y agencias gubernamentales trabajen en conjunto en pro de automatizar el registro y hacer más sencillo el proceso de viaje para los vacunados.
A tener en cuenta…
Sin embargo, la herramienta, que permitiría a los vacunados relajar las restricciones, tiene también varios puntos en contra.
Los esenciales radican en que aún se sabe muy poco de la vacuna. No está claro cuánto dura la inoculación, si hay lotes defectuosos o si es resistente a las nuevas variantes del virus.
Estas especificaciones no apuntan a eliminar los pasaportes de vacunación, sino a mejorarlos.
De esta manera, estos no solo deberían indicar que el ciudadano está vacunado sino detalles como el lugar de su vacunación, la marca de la vacuna y el lote del cual se le aplicó.
Basémonos en el ejemplo
Para probar la eficacia de los pasaportes de vacunación es importante estudiar a los territorios que ya los usan.
En febrero, el gobierno de Israel comenzó a emitir su Green Pass digital o un certificado físico a las personas que habían sido vacunadas.
Esto, les permite entrar a lugares a los que, en medio de las restricciones, no tenían acceso, como hoteles y teatros.
En marzo, Nueva York se convirtió en el primer gobierno de los Estados Unidos en implementar un sistema, conocido como Excélsior Pass, que algunos lugares han utilizado para probar la vacunación.
Sin embargo, este no ha tenido muy buena acogida en el gigante norteamericano. Pues, gobernadores de Florida y Texas lo calificaron como “invasión de la privacidad”.
Por su parte, Islandia viene aliviando las restricciones de entrada para las personas que han sido vacunadas, aunque sin contar con un sistema digital que lo certifique.
Del mismo modo, Gran Bretaña está por comenzar a experimentar con un registro de verificación de vacunas para asistir a eventos deportivos.
Sin duda, los beneficios del pasaporte de vacunación son numerosos, sobretodo para los países que avanzan a pasos agigantados en su vacunación.
A pesar de que varios aún desconfíen de su eficacia, este registro apunta a convertirse en un bien necesario para volver, de a pocos, a la normalidad que el coronavirus nos arrebató.