El panetón, el pavo, el chocolate caliente… la cuenta regresiva para dar la bienvenida a la Navidad ya dio inicio. Nos referimos a la época más mágica del año: días llenos de amor y felicidad, pero que también llegan con una dosis de excesos.
Más de uno le teme a la llegada de estas fiestas, pues afectan a nuestro bolsillo casi tanto como a nuestra silueta. Felizmente, tomando las precauciones necesarias del caso, podemos disfrutar de los banquetes navideños sin remordimientos ni preocupación por cómo luciremos en el verano 2020.
Tips para esta Navidad
1. No dejar de comer
Diciembre es sinónimo de calorías. ¿A quién no le encanta comer una pieza de panetón acompañado de una deliciosa taza de chocolate caliente? Y eso que no solo celebramos con un banquete en Navidad, sino que se dan otros eventos importantes como comidas de empresa, reuniones con amigos o reencuentros familiares.
Con esto en mente, muchos deciden dejar de comer un desayuno o un almuerzo, para no sentirse culpables durante la cena o «compensar» lo futuros excesos. Primer error: nunca debemos saltarnos comidas. Hacerlo solo consigue que lleguemos con más hambre y ansiedad a la siguiente comida y, como consecuencia, comamos más.
2. A ejercitarse (moderadamente)
Para compensar la ingesta de calorías en diciembre, muchos optan por sudar durante horas y horas en el gimnasio. Esto tampoco es recomendable. Antes de una gran cena, lo mejor es seguir con nuestra rutina habitual de deporte: una actividad física de cardio (como correr, caminar o montar bicicleta) de 45 minutos, combinada con ejercicios de fuerza y estiramientos.
3. Siempre hidratado
No dejes de tomar agua esta Navidad. En este mes de excesos, es crucial mantenerse hidratado. Dos litros de agua al día y alimentos con propiedades diuréticas como la piña, la pera o las zanahorias son la mejor opción en estas fechas. Y si brindar no es necesario, elimina el alcohol de tu dieta y reserva esa copa de vino para el mismo 24 de diciembre o alguna cena especial
4. Dieta equilibrada
La dieta antes de una comida pesada debe ser equilibrada. Por ejemplo, para un desayuno saludable podemos optar por pan integral, una fruta y un yogur light. También podemos optar por una taza de café o una infusión. Debemos intentar disminuir el consumo de carbohidratos lo más posible (pan, papa, arroz…), pero no eliminarlos por completo. Un tip muy útil es optar por platillos altos en proteínas: la mitad del plato de verduras; un cuarto por proteínas; y otro cuarto por granos integrales, como el arroz integral o una rebanada de pan integral.