El Mindfulness (o «atención plena») es una técnica que ha ganado gran popularidad en los últimos años. Sin embargo, aún existen muchas dudas acerca de qué es realmente y cómo su aplicación nos puede ayudar a llevar una vida más plena y feliz.
Actualmente, vivimos en una sociedad de ritmos ajetreados y de inmediatez, en la cual mientras más tareas realicemos en un mismo día, mejor. Sin embargo, esto aumenta nuestra ansiedad, haciendo que vivamos preocupados por lo que pasará y no por lo que estamos viviendo en el momento. A la larga, se verá perjudicada nuestra salud mental y física.
¿Qué es la meditación Mindfulness?
El Mindfulness proviene de las tradiciones budistas, pero su práctica es independiente de la religión o espiritualidad. Sólo debemos respirar conscientemente y focalizar nuestra atención en el presente, sentir lo que nos rodea y las sensaciones que nos produce. Entre sus beneficios está la disminución del estrés, la ansiedad, la depresión e incluso, algunos tipos de fobias. Además, mejora la atención y reduce los pensamientos negativos.
A continuación, te dejamos algunos ejercicios rápidos que Elizabeth Scott, especialista en wellness y autora del libro 8 Keys to Stress Management, propone para el día a día.
3 ejercicios Mindfulness que puedes realizar en cualquier momento
- El objetivo consiste en enfocar toda la atención en tu respiración durante un minuto, respirando con el vientre en lugar de con el pecho, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Cuando pensamientos vengan a tu mente, sólo vuelve a concentrarte en el sonido y ritmo de tu respiración. Si es necesario, cuenta del 1 al 60, con el fin de mantener la concentración durante ese minuto.
- Está demostrado que escuchar música tiene un impacto terapéutico en las personas. Procura escuchar canciones que te relajen, pueden ser instrumentales o música clásica. Unos minutos al día serán suficientes, y si lo complementas con el primer ejercicio, el efecto calmante será mejor.
- Utilizar los cinco sentidos. Cuando te encuentres en algún momento a solas, ya sea desayunando o preparando la cena, escucha el sonido de la cafetera o tetera, observa el proceso de elaboración de tu comida y despierta tu olfato con su aroma. Observa los colores, analiza el sabor de un rico café o un buen vino. Utiliza los alimentos para hacer un recorrido consciente de tus sentidos.