Sin tiempo para gobernar ni legislar: el poder político paralizado
La hace poco estrenada primera ministra Mercedes Aráoz gira alrededor de sí misma sin saber qué hacer. El Congreso apenas mira de reojo su pedido de facultades legislativas. La bancada mayoritaria en el Congreso no tiene otra agenda que sacar a Keiko Fujimori de sus aprietos legales mediante el equivocado recurso de acusar constitucionalmente al fiscal de la Nación. El presidente Pedro Pablo Kuczynski disimula apenas con su habitual sonrisa de oreja a oreja los coletazos de Odebrecht desde Brasil, que ahora ponen a la ex alcaldesa de Lima, Susana Villarán, en el centro de la tormenta. Así las cosas, el país económico sigue en piloto automático, el país político abandonado a su suerte y el país social deseoso de moverse, pese a todo, en un mejor horizonte de confianza.