Las últimas apariciones públicas de la pareja del momento en el Reino Unido no han hecho nada más que ratificar el incontenible carisma de Meghan Markle, quien ya se metió al bolsillo no solo al pueblo británico, sino también a la familia real de Inglaterra, con la reina Elizabeth II a la cabeza. ¿Qué es lo que tiene la actriz de Suits que la ha vuelto tan irresistible? Sus últimas fotos oficiales con el príncipe Harry –tomadas por AlexI Lubomirski, un fotógrafo de madre peruana– reflejan el dulce momento que viven, mientras todos esperamos a que llegue el 19 de mayo, la fecha anunciada para la boda del año.

Si alguien necesitaba evidencias de que Meghan Markle, la novia del príncipe Harry de Inglaterra, traería un aire de renovada juventud a la monarquía, no tuvo más que observar las fotos oficiales de su compromiso que distribuyó el Palacio de Kensington. En una de ellas, la pareja aparece visiblemente enamorada, sonriendo, él protegiendo a su novia con su abrigo, ella con los ojos cerrados y radiante de felicidad, ambos con sus labios seductoramente cercanos. Al centro de la imagen, discreto pero claramente a la vista, está el brillante anillo de compromiso.

Gracia y ofensa

Su llegada a Kensington ha significado una complicada adaptación para ciertos miembros de la familia real. Poco antes de que las fotos de su compromiso fueran tomadas por Alexi Lubomirski (fotógrafo de madre peruana y ex asistente de Mario Testino), la reina ofreció un almuerzo navideño en el Palacio de Buckingham. Decenas de royals hicieron su aparición, incluyendo a la princesa Michael de Kent que, en un faux pas descomunal, decidió poner sobre la solapa de su elegante chaqueta gris azul un gigantesco broche con la cabeza de un blackamoor, un sirviente negro con turbante.

Meghan, no lo olvidemos, no solo es actriz y divorciada, sino también birracial. Su madre, Doria, es negra, y su padre, Tom, blanco. Apenas unos minutos después de que la foto de la princesa fuera posteada en internet, comenzó una lluvia de comentarios acusándola de racista y poco sensible. “Lamentable exhibición de falta de respeto y celos de la princesa MIchael de Kent”, tuiteó el ex chef de la reina, Darren McGrady, “ella nunca ha superado el hecho de ser ‘una extranjera que no es bienvenida dentro de la familia’. Meghan, en cambio, será bienvenida con los brazos abiertos y adorada por todos”.

La princesa Michael de Kent generó una gran controversia en el Reino Unido al llevar un broche calificado como “racista” por la prensa.

La princesa Michael de Kent, por su parte, quedó horrorizada. Al menos eso fue lo que dijo a través de un comunicado de sus encargados de relaciones públicas, quienes aseguraron que el broche había sido usado muchas veces anteriormente. “La princesa lamenta mucho lo sucedido y se siente angustiada ante la idea de haber causado una ofensa”.

Meghan y Harry tienen probablemente poco tiempo para preocuparse por estas pequeñas rencillas familiares. La fecha de su matrimonio –el próximo 19 de mayo, en el Castillo de Windsor– se acerca rápidamente. La más reciente aparición pública de la pareja ocurrió el lunes 8 de enero, hablando en un programa de radio sobre redes sociales, comunicación y juventud. Pero que no queden dudas: el 2018 le pertenece a Meghan Markle, la novia más popular del momento en el Reino Unido y el resto del mundo.

Detalles del gran día

Faltan cinco meses para el gran día y la boda está siendo monitoreada muy de cerca por el personal del Palacio de Kensington. Si bien la familia real está poniendo el dinero para este gran acontecimiento, Meghan está involucrada en cada paso del proceso para asegurarse de que las nupcias tengan su toque personal. Sabiendo que será un acontecimiento seguido mundialmente, ella desea que la ceremonia se sienta bastante íntima. 

La boda se celebrará en St. George’s Chapel, que pertenece al Castillo de Windsor, y es el palacio más antiguo no habitado en el mundo, avaluado en 372 millones de libras esterlinas. Fuentes del palacio anunciaron que Meghan estará alojada en uno de los hoteles más elegantes y cercanos a la iglesia, con sus damas de honor y familiares, y llegará en una limusina antigua. La ceremonia será televisada y empezará a las once de la mañana.

La lista de invitados será la mitad de los que asistieron al enlace del príncipe William y Kate Middleton. Se calcula que serán unos 800 los asistentes. Meghan tiene en su lista a su estilista y amiga Jessica Mulroney, que estará junto con sus seis damas de honor. También estará su diseñador Misha Nonoo, a quien Harry conoce prácticamente desde que empezaron a salir. Asimismo, estará presente la tenista Serena Williams, a quien conoció hace tres años.

Terminada la ceremonia, los esposos irán en una calesa tirada por caballos desde la iglesia hasta el castillo para la recepción. El chef de la Casa Real, Mark Flangan, preparará un banquete con ingredientes locales y la torta de boda será de plátano con caramelo, que es la que desde niño le gustaba a Harry. Se espera que tanto Chris Martin como Sam Smith canten en la fiesta. La “hora loca”, por llamarlo así, será en un aparte privado del Castillo de Windsor, ya que ambos quieren divertirse hasta el amanecer. 

Lee la entrevista completa en la edición 634 de Cosas.