El cantante y compositor urbano peruano más importante del momento, con siete lanzamientos de canciones después de la pandemia, se ha vuelto viral en Perú, Colombia y Ecuador, sobrepasando los 10 millones de reproducciones en YouTube. Visitándonos desde Cartagena, el mundo del reguetón adonde se mudó para darle nuevo vuelo a su carrera, conversamos con el exprotagonista de “Combate” y “Esto es guerra”, Emilio Jaime, ahora convertido en Emil La Causa, sobre cómo se convirtió en el músico más escuchado en la radio actualmente.
Por Isabel Miró Quesada
Cuando uno piensa en Emil hay que pensar en millones. Dos canciones con más de dos millones de reproducciones cada una. Un millón de seguidores en Instagram. Otra millonada en Facebook y ¿un contrato millonario? Sin duda, a la vuelta de la esquina.
Para algunos, la pandemia fue un momento de florecimiento. Emil está dentro de ese grupo. Cambió de nombre y de cuerpo (literalmente, pues perdió doce kilos de masa muscular para volver al formato más delgado que tuvo antes de arrancar su carrera en la televisión).
Conozcamos al triunfante Emil La Causa, número uno en las radios peruanas y viral internacional.
Te cambiaste el nombre.
Toda esta locura me nace en cuarentena. Yo ya había ganado un nombre como Emilio Jaime, que es mi nombre de pila, porque empecé trabajando en televisión. Lo que la gente no sabía era que lo que me apasionaba desde niño era la música. Usé la televisión como una estrategia. Y en ese momento pensé que me había funcionado. Pero cuando me lancé fue pasando el tiempo, salí de la televisión, pero igual, cada vez que daba una entrevista me preguntaban por eso y no por la música.
Estabas “encasillado” dentro de ese rubro.
Perdía el enfoque a lo que yo le quería dar prioridad. Así nace Emil. Con nueva música, con nuevo nombre, con nueva imagen…
¿Por eso no te hemos podido desvestir hoy día [para el shoot de Cosas]?
¡No me han podido desvestir! Pero es porque estoy dejando atrás esa imagen [se refiere a “Esto es guerra”].
Y entonces ¿cómo es este Emil La Causa?
Es una persona muy perseverante. Por eso me mudé a Colombia, con ganas de crecer, de salir de mi zona de confort.
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Es la evolución de Emilio Jaime. Parte de mi proceso.
¿Qué tal vivir en Medellín?
Pensé que me iba a costar mucho más. Es la primera vez que salgo de mi casa.
¿Qué edad tienes?
21.
Empezaste muy chico…
A los 16 [en “Combate”].
¿Cómo es la gente de Medellín? Porque es el centro del reguetón.
Medellín es la casa de la música urbana. Es chévere estar allá. He conocido a mucha gente, productores, personas del medio, compositores, que me han ayudado bastante para este nuevo proceso de mi carrera. Vale la pena porque te cruzas con la gente que es más relevante para mi industria.
¿Y has hecho buenas colaboraciones? Hay una que es la que la está rompiendo ahorita.
Sí. Hice una canción con Reykon y una con Ezio Oliva. Es chévere tener a un causita de Colombia y a un paisano acá de Perú apoyando este nuevo proceso. Ezio es para mí el artista número uno del Perú. Qué bueno que haya volteado a ver mi trabajo.
Te hemos visto hoy durante la sesión de fotos como loco. Habrás tenido unas quince entrevistas de afuera. ¿Qué está pasando?
He venido al Perú para hacer gira de medios y estar con ustedes, con la revista. Y mientras hacíamos las fotos he hecho una entrevista con España, otras con Colombia… Las cosas se me están empezando a dar.
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Se me están empezando a abrir puertas. Y qué bonito llegar al Perú en este contexto. En una época me decían “oye, qué te fuiste a hacer a Medellín que vas ocho meses allá y no sacas nada”. Pero ya se demostró todo este trabajo.
Yo conocí tu nueva canción por las redes de André Carrillo, que fue una de las siete portadas que hicimos para conmemorar nuestra edición 700.
Sí. Él puso la canción en Instagram. Y ahora también, en plena concentración de la Copa América, se animó a grabar a todos los causitas escuchando el tema. ¡Así que si no fuera por Carillo no estaría acá sentado! ¡Carrillo, te agradezco!
Pero, claro, luego hemos escuchado la canción en la radio. Irónicamente para un peruano entrar en la radio peruana no es fácil. ¡Es bien difícil! Pero además la estás rompiendo en los rankings.
Estoy número uno en la radio en el Perú. Eso para mí es ¡wow! Tengo tanto que agradecerle a mi equipo de trabajo también. Ellos también ven que las cosas van sucediendo y los ‘checks’ se van marcando. Feliz de haber llegado a los dos millones con “Provoca”, que es la canción que hice con Ezio. El cielo es el límite. ¡No! Ni siquiera hay límite.
¿Cuándo crees que los peruanos te vayamos a poder ver en vivo?
Como estoy en Colombia, no sé lo que vaya a pasar con el Perú en cuanto a ese tema. Allá sí la industria del entretenimiento ya está abierta. Ya hay conciertos. Aquí también la situación política nos ha marcado, pero pensemos positivo. ¡Mente positiva siempre!
Vida personal: ¿qué está pasando?
La verdad es que desde que me he ido a Colombia, nada. No he conocido a ninguna noviecita. He conocido a amigos que me han sacado por allá. Diferente porque antes iba solo a trabajar y ahora estoy conociendo también a gente local, que me han ido mostrando otro tipo de planes. Antes solo iba al estudio y al hotel. Ahora ya manejo sin Waze (risas)
¿Qué tipo de plan te gusta?
Por ejemplo, ir a Guatapé, que es un pueblito que queda como a una hora y media. Me metí a practicar un deporte totalmente nuevo, el wakeboard, ahí en el lago. Obviamente se extraña la comida y la familia, pero me gusta vivir en Medellín.
Me has contado que has estado comiendo “que da miedo”.
Uno tiene que aprovechar porque luego regreso y se acabó la gracia.
Y así y todo has bajado doce kilos. Es un montón.
Así es. Doce kilos en mi proceso de cuarentena. Cuando empezó yo pesaba 92 kilos. Estaba mucho más grandecito. Y obviamente una de mis metas, esas que uno se hace a principio de año, era la de tener un cuerpo como el que había tenido cuando era más joven, más flaco. Porque desde que empecé con la televisión me fui inflando. Y ahora ya me desinflé de nuevo (risas). Estoy pesando 80 kilos. A veces me pregunto si estaré muy flaco, pero me gusta verme así flaquito.
Cuéntame de tus tatuajes.
También me los hice en cuarentena. Soy muy religioso. [Se remanga el brazo derecho]. Tengo aquí una manito rezando al Espíritu Santo. Mi nuevo nombre Emil, el Arcángel, mi mamá y yo en mi bautismo, y La Causa.
¿Por qué “La Causa”?
Es una palabra muy cercana que connota cercanía. Y es como quiero que me sienta: muy cercano. Y luego porque la música es mi propósito. De hecho lo tengo tatuado acá [señala detrás de la oreja]: “Music is my causa”. ¡Y por la comida también! ¡Teniendo al Perú siempre presente!
Tu papá también ha apostado por tu carrera, ¿no es así?
Sí, de hecho lo invité a que sea mi socio. ¡Feliz que sea un familiar el que apueste por mi carrera! Eso sí, el día que le dije a mi papá que me quería dedicar a la música casi se va de espaldas.
No es de ese rubro…
No, qué va. Él es banquero. Está metido en oficinas todo el día. El día que le dije “viejo, la verdad es que no quiero ir a estudiar a la universidad. Si quieres invertir en mí, invierte en algo que me guste”. “Ya, ¿y qué quieres ser?”, me dijo. “Cantante”. Me quedó mirando como diciendo: “¿Y este loco qué tiene?”. Pero al final es la persona que más me apoyó, porque le demostré que iba en serio.
Has sacado siete canciones luego de la cuarentena.
Así es. Las siete con video. “Mente abierta” (con Reykon) lleva tres millones. “Provoca”, con Ezio, va un millón 800 mil. “Hey Siri” tiene un millón punto dos. Y la siguiente que está llegando al millón es “Depende de ti”. De las siete [nuevas canciones], que tres hayan pasado el millón la verdad que es algo muy bonito.
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