Tras seis años de silencio y en un país necesitado de buenas noticias, el regreso de “La Voz” por Latina fue una de las mejores del año. Conocimos a las divas e ídolos que unirán a una nación dividida con el lenguaje universal de la música, entonando la nueva voz del Perú.
Por Benjamín Palma
Vienen de distintos lugares e irán por distintos rumbos, pero todos ellos tienen algo en común: el hambre de gloria. La pasta de triunfadores la llevan en la garganta, junto a sus timbres de voz. Son jóvenes, talentosos y, por suerte, con ganas de comerse al mundo en nombre del país. Y no habrá pandemia ni crisis que los detenga.
*Lee el artículo completo en la edición impresa de COSAS #703, ya disponible en quioscos y supermercados.*
MARCELA NAVARRO (33)
La reina de las baladas. Marcela Navarro se convirtió en “La Voz del Perú” y firmó un contrato con Universal Music para estrenar su primera canción. Pero detrás de este gran logro existe una conmovedora historia llena de perseverancia, sacrificio y pasión.
Postulé a un festival de música internacional en Miami y también a la audición de la primera temporada de “La Voz Perú”. Decidí ir a Miami porque quería dar a conocer mi trabajo como compositora; entonces, ganamos el primer lugar en dos categorías: mejor canción e interpretación.
Se enamoró del estilo de vida de los Estados Unidos y decidió quedarse. Una decisión que no llegó sin dificultades. Marcela convirtió sus presentaciones en el metro de Nueva York en su día a día, viviendo de la generosidad de quienes la oían cantar. Esos momentos de vicisitudes le dejaron experiencias y momentos que marcaron su vida.
SEBASTIAN PALMA (26)
Rompiendo esquemas. Puede que Sebastian Palma no venga de una familia de músicos, pero eso no le ha impedido alcanzar un nivel envidiable de excelencia vocal. Sin duda, ha sido uno de los favoritos a lo largo de la competencia, y su conexión con la música fue casi un capricho del destino.
Definitivamente, no vengo de familia musical. Pero la música aparece en mi vida desde que tenía aproximadamente diez años. Yo tenía un muy buen amigo en el colegio cuyo papá era DJ. Me compartió unos CD, y me impresionó mucho la música de Queen. Unos años después, qué sé yo, once o doce años, estaba con mi papá viendo VH1 y me crucé con una banda llamada Helloween.
En ese momento se generó una relación con el metal que hasta el día de hoy perdura. Una afinidad empírica que comenzó con imitaciones de Iron Maiden a todo volumen en su cuarto, y se convirtió en un estilo de vida y, luego, en una profesión.
FITO FLORES (36)
La voz de la experiencia. Fito Flores inició su carrera como “ jugando a la banda de rock”. A los 12 años agarró su primera guitarra, esa del abuelito que todos tenemos en casa, en un intento por aprender “The Unforgiven”, de Metallica, y nunca miró atrás. Fue el inicio de un trayecto que lo vio pasar de no saber cómo afinar su instrumento a ser el guitarrista de su primera banda.
Poco a poco fui avanzando hasta que entré a una banda que se llama Sacrom, que es de white metal (metal cristiano). La verdad es que yo entré como guitarrista…
Así es, una de las mejores voces del Perú no aspiraba a ser cantante. Había compuesto las letras para las canciones de Aragorn, un proyecto que tenía con su amigo del colegio David Horna, en la espera de un vocalista que nunca llegó. A los 17 años, en el primer concierto con su nueva banda, Fito tomó una decisión que cambió su vida.
*Lee el artículo completo en la edición impresa de COSAS #703, ya disponible en quioscos y supermercados.*
MILENA WARTHON (21)
Con apenas 21 años, Milena Warthon se ha robado los corazones de millones de peruanos. La sensación del pop andino, género que ella misma definió, ya tiene múltiples hits en YouTube con más de un millón de visualizaciones, siendo “Agua de mar” su single más destacado, con 2,8 millones de visualizaciones.
Milena habla de una conexión con el arte desde muy joven.
Más que una conexión con la música, yo creo que es con el arte, con la expresión corporal. Desde muy chiquitita he sido muy expresiva, demasiado desde que tengo uso de razón. Obviamente, me expresaba también cantando.
Un hito que marcaría su vida hasta el día de hoy llegó a los 8 años, cuando subió por primera vez a un escenario. Esa presentación en los juegos florales, el inicio inesperado de su carrera artística.
LUCY YOUNG (35)
En la sangre. Nacida en el vientre de una familia de músicos, parecía que el camino de Lucy Young estaba claro desde que era una chiquilla.
De chiquitita, yo veía los ensayos y todo, porque antes todos eran en casa. Yo ponía mucha atención a lo que mis papás hacían, pero me daba ‘rochecito’ (risas). Hasta que cumplí 15 años, y siempre me había gustado ver concursos de canto, así que me atreví a ir a uno. Fui con un merengue de Olga Tañón y gané. Ahí es donde me di cuenta realmente de qué era lo que yo quería.
Aparte de su formación familiar, Young comenzó su carrera musical casi inmediatamente después de su galardonada presentación. Con ofertas de trabajo desde los 16 años, cada presentación la convencía más y más de su amor por los escenarios y el público.
RANDY FEIJOO (32) Y JEYKO ATOCHE (26)
El bromance más talentoso del Perú. Los peruanos ya saben que cuando Randy Feijoo y Jeyko Atoche se juntan nos espera una velada llena de fuegos artificiales. Las voces de ambos, un deleite para los oídos, que nos volvieron a impresionar en la nueva temporada de “La Voz”, así como lo hicieron antes en los cuartos de final.
Ellos encarnan dos historias de superación, tal vez distintas, pero que los dioses de la música siguen juntando.
Randy: Yo vivía en un asentamiento humano, literalmente en un arenal, pero donde –por medio del arte– se hacían centros comunales donde componían música latinoamericana para ayudar a la gente. Entonces, mi conexión con la música entró por ahí, viendo a mis viejos ayudar a rateros y personas con problemas de adicción, a pesar de que se robaban todo, a través de la música. Entendí que la música era un servicio, hasta en un arenal donde no teníamos nada, la música era suficiente para salvar vidas.
Jeyko: Comencé a trabajar en los carros a los 18 y 19 años, me subía a los buses con mi guitarra y cantaba, lo hacía paulatinamente con mis estudios, que en ese entonces eran de Psicología. Todo para poder ayudarme con los estudios y/o poderme comprar algunas cositas. Hacía de todo para conseguir ingresos.
*Lee el artículo completo en la edición impresa de COSAS #703, ya disponible en quioscos y supermercados.*
Suscríbase ahora para obtener 12 ediciones de Cosas y Casas por solo 185 soles. Además de envío a domicilio gratuito y acceso instantáneo gratuito a las ediciones digitales.