Diego Bertie regresa a la música después de 25 años. Se presenta en la Estación de Barranco y muy pronto publicará un disco con canciones inéditas. Hace poco, impactó a sus fanáticos por confesar su homosexualidad en televisión. En una entrevista para Cosas, se sinceró sobre la situación de la comunidad LGBTI en el Perú y se mostró satisfecho con sus últimos proyectos.
Por Sergio Herrera
¿En qué momento decidiste que sería bueno hacer una pausa en la actuación para dedicarte a la música?
Un día durante la pandemia, me llamó Augusto Madueño para realizar un homenaje al rock peruano. Me dijo que iban a estar Mar de Copas, Miki González y Christian Meier. Yo estaba solo aquí en mi casa y ni siquiera tenía un micrófono. Así que me dijo que grabe con el celular y se lo mande. Eso fue lo que hice, y ese fue el inicio. Le mandé la grabación y salió muy bonita. Entonces, le propuse grabar una nueva canción y fue lo que terminó siendo «Qué vas a hacer». El video se filmó en el hotel Bolívar y participaron amigos míos como Meliana Urbina, Mónica Torres, Fernando Luque, Christian Esquivel y Pablo Saldarriga. Es un homenaje a Bolívar, la institucionalidad del país, a lo emblemático. Y la canción que propone una posibilidad, te cuestiona Qué vas a hacer.
Luego Gala Brie me dijo que quería hacer una versión de Qué difícil es amar para un disco de versiones del rock peruano. Y yo dije, ya bacán hagámoslo juntos. Entonces la grabamos, quedó super linda. Y hoy (viernes) voy a cantar con ella. Y luego, Imágenes, el grupo con el que empecé mi carrera musical se animó a regrabar temas. Hemos grabado una canción inédita que se llama «No quemes la ciudad» que está en Spotify. Hemos grabado otra versión de los tiempos y aparentemente vamos a seguir así.
Por otro lado, en el 2003, yo me fui a Río a grabar la novela Vale todo por Globo y Telemundo. Y en el transcurso de esos meses que viví en Río se me propuso hacer un disco llamado Cuando llega el amor. Es un disco que grabe allá, es de compositores brasileños. Y son canciones que escogí para darles versiones en español. El disco se realizó, se hizo, pero nunca se editó ni concretó. Tenía hasta carátula, pero nunca salió a la venta. Hubo una pelea entre el manager y el productor, yo me estaba divorciando en Perú y lo dejé pasar. Hasta que una fan mía lo recuperó, no sé cómo y lo colgó en YouTube. Cuando lo escuché, dije «caramba, qué lindo».
A pedido del público, Diego Bertie presentará dos funciones extra en la Estación de Barranco el 24 y 28 de junio. Su espectáculo incluye temas de su etapa solista y con la banda Imágenes. Así como covers de leyendas del rock argentino. Foto: Javier Rivero.
Y bueno, con toda esa viada que me ponía la juventud, la nueva generación, escuché el disco y se lo mandé a Manuel Garrido Lecca y a Augusto Madueño. Además, me animaron a colgar Fuego Azul en Spotify. Regresé a la música, lo escucharon y me dijeron que era un disco con canciones increíbles. Suena un poco antiguo, así que lo estamos regrabando. El proyecto se llama Río 3X como XRated, como si fuese algo oculto y prohibido. Y tiene un poco de R&B, rock, electrónico, sabor brasileño, esa alma, esa libertad brasileña. Por eso lo tuve que hacer en el verano. Tienes sabor a amar, a palmera, a trópico, a soul.
Yo estaba un poco aislado del mundo. Y cuando me abrí a las redes, cuando vi que había gente que me seguía y valoraba a mi trabajo como esta fan que se llama Sandy Sans que tengo en San Andrés, Colombia. Es una chica de 14 años que veía Leonela con su mamá y se volvió mi fan y tiene una biblioteca con el registro de lo que he hecho en toda mi vida. Cuando le descubrí, le pregunté y me dijo que me quería mucho y que tenía una conexión muy grande no solo con ella sino con mucha gente más. Y me di cuenta que soy un artista y que tengo que cultivar al público que me sigue. Decidí abrir mi página de Instagram y así volver a tener una relación con el público.
¿Cómo ha sido la acogida del público en La Estación de Barranco?
Increíble, impresionante. La gente está conectada de principio a fin. Cantan conmigo, bailan conmigo, me relacionan con ellos. Es una fiesta, una fiesta de amor. Para mí cada función es un regalo, porque siento un cariño tan grande que me sobrepasa.
¿Qué te han comentado?
Que parezco un niño, un niño feliz. Estoy en mi salsa, que me estoy divirtiendo. Y nada, y que me quieren como soy. Eso es un regalo, porque el cariño del público es un regalo.
¿Qué debería esperar un fanático tuyo de estos conciertos?
Ver la versatilidad que tengo. Recorro muchos géneros. Es más, este espectáculo no tiene nada que ver con el disco que voy a lanzar ni con las canciones que estoy grabando. Puedo cantar un musical de Broadway, de trova, de Mercedes Sosa, de Annie Lennox, un rock. Ver que soy un intérprete, un actor y que tengo una versatilidad y un gusto musical y tengo algo que decir. Que las canciones que escojo tienen un mensaje, que me representan, que digamos, es una forma de entrar y mirar sin tener que entrar a detalle. Porque la intimidad es algo que uno tiene que cuidar. Pero si transformas la intimidad en algo artístico es algo que se puede compartir.
¿Qué le dirías a la gente que juzga al artista por lo personal más que por lo profesional?
Siempre hay curiosidad y morbo por conocer las miserias y fallas de las personas. Eso es algo normal. Pero creo que algo más poderoso es compartir las alegrías, el amor. A mí me gusta consumir lo que me inspira, no lo que me malogra. No lo que me esquiva de mi posibilidad de crear. Entonces, yo creo que el acto del arte es transformarte en algo mejor. Es una forma de transformar el mundo y tú también.
En los conciertos, además de tus canciones como solista e Imágenes, interpretas rock argentino, ¿de qué forma estos artistas te han influenciado?
Muchísimo. Yo quiero mucho el rock argentino. Me gusta mucho la cultura argentina en general. Estoy haciendo un video de Balada para un loco de Piazolla. Me encanta el tango, Charly, Sui Generis, todo el rock argentino. Canto también Prisioneros, tengo un mix que es buenísimo. Canto Miguel Mateos, Hombres G, Fito Páez, Alaska. Canto una canción de Antonio Vega, de Nacha Pop. Canto canciones de novelas, amor, Palabras del Alma de William Chester. Cada quien con cada cual de Montaner. Natacha que la hice yo. Digamos que es mi vida, es la memoria de vida, de distintos momentos. La música para mí es eso. Como un recorrido. Como un retrato, un diario de tu vida.
La película «La herencia de Flora» representa su último proyecto fílmico hasta la fecha. Es una película que busca reinvidicar el rol de la mujer peruana como figura histórica.
Hace poco terminaste de filmar la película sobre Flora Tristán, ¿cómo valoras la experiencia del rodaje?
Bueno, siento que somos un país que necesita fortalecer las instituciones, nuestros ídolos, hurgar en ellos para tener una identidad. Y Flora Tristán evidentemente es un personaje importantísimo, una precursora del feminismo y de muchos movimientos sociales importantísimos. Es una mujer. Entonces, tocar el tema de la feminidad no como una guerra, no como si fuese hombres contra mujeres. No, la feminidad yo creo que es una energía creadora, que da luz. Una energía que mueve el mundo y la tenemos todos. Los hombres, las mujeres. No es algo que sea propiamente de la mujer. Todos tenemos un aspecto femenino y masculino. Como el ying y el yang. Es un equilibrio. La sociedad ha retratado al hombre y la mujer, pero al final todos somos seres humanos. Somos iguales.
¿Crees que la historia del Perú debe ser más tomada en cuenta por nuestros cineastas?
Yo creo que sí. Hay público para todo. Es importante conocer nuestras raíces. Por ejemplo, he grabado una canción de la chilena Violeta Parra que se llama «Volver a los 17». Y creo que si es importante volver a la niñez e infancia. Uno tiene que volver a su historia, porque eso es lo que somos. Y ese es el punto de partida para mejorar, para darnos el país que merecemos.
¿Aún tenemos mucho por recorrer?
Sí y ojalá que se nos permita. Solo espero que no se nos quite la libertad. Que este caos político no nos haga retroceder en eso. Que tengamos libertad, derechos, igualdad, respeto. Que seamos una sociedad civilizada, moderna. Ese es mi deseo. Yo no quisiera tener que irme de este país, yo creo en mi país. Y quiero ser parte de él y su transformación.
Bertie considera que los seres humanos tienen un lado masculino y otro femenino. Cree en el «ying y el yang» que tiene cada persona. Foto: Javier Rivero.
Estamos actualmente en el mes del orgullo LGBT, ¿cómo valoras los derechos de la comunidad según tu experiencia personal?
A mí me parece que estamos bien atrasados. No estamos en nada. Legalmente para empezar, la gente tiene mucho miedo a aceptar que es algo natural, que es algo que los niños no se van a transformar porque sean conscientes de una realidad. Simplemente que tengan la libertad de escoger que quieren ser. Hay mucho miedo, mucho odio. Y eso es estéril, no ayuda en nada. Es increíble que las compañías de seguros no consideren el VIH como una enfermedad tratable. Eso es absurdo. O sea, cuando es una enfermedad como cualquier otra. Y nada, hay que respetar la diversidad.
Para finalizar, ¿Qué consideras que debe hacer una persona para motivarse a retomar una afición después de muchos años?
Creo que es importante recordar cuáles eran tus deseos más primarios cuando eras un niño. Que es lo que soñabas ser. Y también juntarte con ese algo especial que eres. Por ejemplo, todas las personas tienen algo especial que dar. Y a veces uno se desvía, no lo ve, o hace algo por hacer. Y no se conecta con eso distintivo, eso que tiene que ver con la identidad. Como no sé, es algo que no es. Si no conoces, si no te conectas, es difícil que puedas hacer algo que te salga del alma. Algo que sea constructivo.
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