Melania Trump ya dio inicio a la temporada navideña como primera dama. De hecho, el árbol de Navidad, que este año fue cultivado en Wisconsin y es de casi seis metros de altura, llegó semanas atrás a la Casa Blanca y ella lo recibió junto a su hijo Barron. La decoración exuberante de la residencia presidencial fue motivo de críticas.

Por Francisca Olivares

Con un suéter rojo Ralph Lauren (que es “el color” otoño invierno 2017-2018), pantalones ajustados, botas altas de Victoria Beckham y un grueso abrigo escocés de Calvin Klein sobre los hombros, Melania Trump recibió el abeto que todos los años llega a la Casa Blanca para adornar el Salón Azul. Una ocasión muy esperada y que es parte de sus actividades oficiales como primera dama de Estados Unidos, y que esta vez tiene el ingrediente de ser el primer árbol navideño de la administración Trump. Además, estuvo acompañada de su hijo Barron, de once años, a quien es muy raro verlo sonreír en este tipo de situaciones.

Como antesala a este momento que pone a Washington en modo navideño, Melania publicó en su cuenta de Instagram una imagen de su escritorio con las pruebas a color de un libro de Navidad que saldrá este 2017. Luego, llegó el árbol, que fue cultivado en Wisconsin y que resultó ganador del concurso que la Asociación Nacional del Árbol de Navidad celebra anualmente desde 1966, cuando el presidente era Lyndon B. Johnson y la primera dama, Claudia ‘Lady Bird’ Johnson. El abeto 2017, por lo demás, es de seis metros de altura y llegó en un carro tirado por un caballo a la Casa Blanca.

Después de esta recepción oficial –que deja atrás la postal de Michelle Obama con sus hijas Sasha y Malia en Navidad, presente durante ocho años–, Melania procedió a poner los arreglos del árbol y a publicar la actividad en Instagram, en una serie de cuatro fotos.

Lo más comentado no fue el árbol ni la gran torta inspirada en la Casa Blanca, en la que ella pone una cinta en la puerta, sino el hecho de que en tres de las imágenes la nueva primera dama aparece con un abrigo sobre los hombros. En dos de ellas se trataba del mismo look con el que recibió el árbol, y en la última salía luciendo uno en tono rosa pálido, mientras acomodaba una bota azul en el árbol de Navidad. Un detalle que demuestra que Melania es sumamente fashionista, pero no demasiado hogareña, ya que no le gusta estar dentro de la casa… Por eso es que algunos se preguntaron si realmente el presidente Donald Trump por fin está tomando en cuenta el cambio climático y ha decidido ahorrar en calefacción…

Al día siguiente, hubo una actividad relacionada con el Día de Acción de Gracias y, tras los comentarios, Melania, acompañando a su marido, dejó atrás cualquier abrigo y optó por una camisa rosada a cuadros con un jockey. Barron, en tanto, estuvo ausente de la actividad.

Creepy Christmas

Después de recibir el árbol y hacer el anuncio respectivo, Melania presentó la exuberante decoración de la Casa Blanca. La tradición es que cada primera dama elija un tema para la decoración, y en este caso la elección de la tercera esposa de Trump se basó en un homenaje a Jacqueline Kennedy quien, en 1961, rindió tributo al ballet Cascanueces, obra del compositor ruso Pyotr Ilyich Tchaikovsky.

Lo mismo hizo Melania, aunque, según la mayoría de seguidores de la cuenta de la primera dama, se le fue un poco la mano. La mezcla de tonos blancos y claroscuros le dio un tono más bien tétrico a una decoración que, en principio, debería ser alegre y festiva. El hashtag #creepyChristmas fue tendencia durante una noche en Twitter.

Según fuentes cercanas a la Casa Blanca, Melania contó con un equipo que trabajó, en total, más de 1600 horas, y que adornó la residencia presidencial con cincuenta y tres pinos, 3400 metros de cinta y 5600 metros de luces, además de la ya clásica nieve artificial.

Felizmente, el espíritu navideño sí llegó a llenar la Casa Blanca, a pesar de la fría decoración diseñada por Melania. Sucedió cuando llegó un grupo de niños con los que realizó algunos arreglos, como guirnaldas y lazos en tonos verdes y rojos, además de ayudarles a escribir sus cartas a Papá Noel.