Tras la muerte del Príncipe Philip, hace menos de dos semanas, Elizabeth II ha perdido también a Sir Michael Oswald, quien fuera su gran amigo y consejero.
Por Arianna Gonzáles
El mes de abril se ha convertido, sin duda, en motivo para prender los reflectores sobre Elizabeth II. La monarca ha perdido a su esposo, el Príncipe Philip hace menos de dos semanas y hoy celebra su cumpleaños número 95 en la privacidad del Castillo de Windsor, mientras guarda el luto real.
Sin embargo, una lamentable pérdida se suma a los eventos que hacen que la monarca británica sea noticia una vez más. Uno de sus mejores amigos y asesor de carreras falleció el pasado sábado 17.
Sir Michael Oswald dejó de existir a los 86 años de edad, mientras la Reina le daba el último adiós a su amado esposo. La noticia le llegó horas después cuando el funeral había concluido.
Una amistad hípica
Su gusto por las carreras de caballo, llevaron a Oswald a convertirse en un amigo cercano y fiel de Elizabeth II. Así mismo, era su consejero favorito sobre el tema hípico.
Oswald estuvo al servicio de la familia real por más de cinco décadas. Desde 1970 dirigió el equipo Royal Studs, hasta casi finales de los 90.
Fue Asesor Nacional de Carreras de Caza de la reina desde 2003, y antes de eso, el manager de carreras de la Reina Madre durante 32 años, desde 1970 a 2002.
Según declaraciones de su viuda Lady Angela, al diario Racing Post, Oswald disfrutaba su trabajo para la monarquía británica. «Él siempre decía que tenía el mejor trabajo que cualquiera pudiese tener, y que durante su carrera simplemente hizo lo que hubiese hecho de haber sido un hombre rico sin necesidad de trabajar», afirmó.
Siempre veló por Su Majestad y sus caballos
Su amistad con la Reina Elizabeth y la Reina Madre perduró a pesar de su jubilación. Según Henderson, un entrenador de los royals, amaba su puesto con los caballos y era muy unido con la reina y la Reina Madre.
Oswald vivía en Norfolk, pero manejaba hasta Exter para ver a los caballos, incluso en sus últimos años, cuando tenía ochenta. Según fuentes cercanas a la reina, ella bromeaba en más de una oportunidad con detener a Michael de cruzar el país para reencontrarse con las carreras.
Pero, no solo eso. El eterno amigo de la reina también ayudó a su única hija, la princesa Anne, a hacer historia como la primera miembro de la familia real en convertirse en una atleta olímpica.
Su hija, Zara Tindall, continuó la tradición familiar de montar a caballo y compitió en los Juegos Olímpicos de Londres en el 2012.
Así, toda la familia real recordará a Sir Michael Oswald quien deja un legado en sus corazones gracias a su amistad y al servicio ecuestre que prestó a los Windsor.
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