La princesa Charlene lleva ya más de tres meses fuera del principado.
Por Redacción COSAS
El Times informa. Hoy en Francia, país vecino de Mónaco, circularon de manera rampante los rumores sobre el final del matrimonio del soberano del principado, el príncipe Albert, y su esposa, la princesa Charlene.
El periódico informó de que durante semanas, los artículos de las revistas y periódicos sensacionalistas han especulado con que su relación podría estar desmoronándose. Empero, ahora que respetados comentaristas han comenzado a sumarse al creciente coro, puede que estemos frente a una situación más seria.
El príncipe Albert y la Princesa Charlene fueron vistos juntos por última vez en Mónaco el 26 de enero. Dos meses más tarde, Charlene se marchaba a Sudáfrica, su país natal, donde fue campeona de natación durante los Juegos Olímpicos de Sidney en 2000.
Según reportes iniciales, la princesa sólo iba a pasar un par de semanas allí para trabajar con su fundación.
En declaraciones a las emisoras de radio sudafricanas, habló de una infección de senos nasales que hizo que los médicos le prohibieran viajar. El 13 de agosto fue sometida a una operación de cuatro horas que se anunció mediante un comunicado del palacio real monegasco. «La princesa Charlene será operada hoy, viernes 13 de agosto, durante cuatro horas bajo anestesia general. El príncipe Albert y sus hijos, el Heredero Jacques y la princesa Gabriella, la acompañarán durante el periodo de recuperación».
No encaja del todo…
Stéphane Bern, respetado comentarista de la realeza en Francia, tiene sus dudas sobre la veracidad sobre los hechos que mantienen a la familia separada. En un artículo para la revista Paris Match, señalaba que con Charlene atrapada en Sudáfrica, Albert había permitido que Nicole Coste, una azafata con la que tuvo un romance, asistiera al baile de la Cruz Roja. Asimismo, Alexandre Coste, el hijo nacido de esa relación, también estuvo allí.
Bern también dijo que, incluso antes de dejar Mónaco, Charlene rara vez se había alojado en el palacio real. Prefería un piso a una lujosa chocolatería que la princesa Caroline, hermana del príncipe, ponía a su disposición.
Desesperación en Mónaco
El artículo continúa diciendo que los residentes de Mónaco estaban exasperados por sus largas ausencias, su reticencia a hablar francés y su semblante a menudo desanimado en las ocasiones públicas. Una revista alemana, Bunte, no ayudó la situación al afirmar que la princesa estaba buscando una propiedad en Johannesburgo para convertirla en su residencia principal.
Todavía no se sabe cuándo, o si, la Princesa Charlene hará su regreso a Mónaco. Sólo podemos esperar mientras que las especulaciones continúan.
Suscríbase ahora para obtener 12 ediciones de Cosas y Casas por solo 185 soles. Además de envío a domicilio gratuito y acceso instantáneo gratuito a las ediciones digitales.