Medios británicos revelan que los Duques de Sussex querrían bautizar a Lilibet en Londres, pero la propuesta habría indignado a Elizabeth II.
Por Arianna Gonzáles
Las especulaciones entorno a la situación de la relación de los Duques de Sussex y la familia real se hacen cada vez más fuertes mientras Lilibet Diana crece y se aproxima su bautizo.
Aunque no se ha establecido una fecha fija para que la menor de los Sussex reciba el sacramento, se recuerda que el bautizo de Archie se produjo cuando tenía dos meses, por lo que el de Lilibet, quien ya tiene tres, se estaría retrasando más de lo normal.
Según han referido diarios británicos, la razón de la demora responde a que Harry y Meghan quieren que Lilibet sea bautizada en Londres y, que este viaje, permita que pueda conocer a su bisabuela, la Reina Elizabeth II.
Controversial propuesta
Sin embargo, lo que parecería el plan perfecto para reunir a la familia real luego de las controversiales declaraciones que Meghan y Harry ofrecieron en entrevista con Oprah, no habría sido del agrado Elizabeth II.
Según lo revelado por The Sun y el Daily Mail, la oferta de Harry es “casi un insulto”, pues llega en un momento crítico y cuando aún no han superado sus declaraciones con Oprah, ni las revelaciones que hicieron en su biografía por las que, se dice, Elizabeth II debió buscar asesoría legal para idear un contrataque.
Las fuentes cercanas al Palacio de Buckingham que los diarios británicos citan también dejaron claro que la reina no tiene intención de contestar la oferta de su nieto, lo que terminaría llevando a los Duques de Sussex a realizar el bautizo de Lilibet en Estados Unidos y olvidarse de estrechar lazos con los Windsor.
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