Tras el fallecimiento de su padre, el Consejo Asesor de Kīngitanga la escogió como heredera del trono. Se espera que la sucesora continúe con la lucha por los derechos de su pueblo
Por Redacción COSAS
La nueva reina maorí, Nga Wai Hono i te Po Paki, ha capturado la atención del mundo al convertirse en la monarca más joven con solo 27 años. Su coronación, llevada a cabo en una emotiva ceremonia en la Isla Norte de Nueva Zelanda, marcó un nuevo capítulo para los descendientes de los indígenas maoríes. La hija del difunto rey Tuheitia Pootatau Te Wherowhero VII, fallecido a los 69 años, asumió el trono entre ritos tradicionales, que incluyeron la bendición con aceites sagrados y el uso de la biblia que ha sido testigo de coronaciones desde 1858.
El momento más emotivo de la ceremonia fue la despedida de su padre. Acompañado por guerreros en una piragua, el ataúd fue transportado por el río Waikato hasta la montaña sagrada de Taupiri, donde reposará eternamente.
El trono maorí: símbolo de tradición y cultura
A diferencia de las monarquías tradicionales, la elección del sucesor maorí no sigue un sistema hereditario. El Consejo Asesor Kīngitanga, compuesto por 12 ancianos de la tribu, fue el encargado de seleccionar a Nga Wai, aunque esta joven es la tercera hija del rey y tiene dos hermanos varones mayores. Este sistema fue creado en 1858 para defender la cultura y los derechos del pueblo, especialmente frente a la pérdida de tierras durante la colonización británica.
Aunque el rey Carlos III es el monarca oficial de Nueva Zelanda, los reyes maoríes desempeñan un papel ceremonial que sigue siendo crucial para la identidad de su pueblo. La monarquía es un símbolo de resistencia y orgullo cultural, especialmente en un país donde la discriminación hacia la etnia polinésica sigue presente.
Una reina comprometida con la causa maorí
Nga Wai Hono i te Po Paki no es solo una joven reina. Graduada con un máster en Estudios Culturales Maoríes por la Universidad de Waikato, ha demostrado ser una firme defensora de los derechos de su pueblo. En 2022, durante un encuentro con el entonces príncipe Carlos III en Londres, Reino Unido, dejó claro su compromiso con la causa de Kīngitanga y con la justicia histórica. En esa ocasión, expresó su deseo de que las tierras maoríes sean devueltas a sus legítimos propietarios, un reclamo que sigue siendo fundamental para su identidad.
La nueva reina no ha sido ajena a los desafíos políticos. Su padre, el rey Tuheitia, fue un incansable defensor de los derechos de los maoríes y criticó públicamente al gobierno neozelandés por medidas que limitaban el uso de la lengua maorí y empeoraban las condiciones de vida de su pueblo. Ahora, Nga Wai parece estar lista para continuar esta lucha, combinando su respeto por las tradiciones con una visión moderna que busca la justicia para su comunidad.
Una nueva era para los maoríes
Los maoríes han celebrado la ascensión de Nga Wai como un símbolo de renovación. Perteneciente a la Generación Z, la nueva reina encarna la esperanza de un futuro donde las tradiciones ancestrales se mantengan vivas mientras se enfrenta con determinación a los problemas actuales, como la discriminación. Su “moko kauae”, el tatuaje facial tradicional, es una muestra de su orgullo por su herencia y de su compromiso con la preservación de su cultura.
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